La Jornada 20 de agosto de 1997

Queremos un alza moderada, no liberar el precio del básico: tortilleros

Patricia Muñoz Ríos Ť La Coalición Nacional de la Industria de la Tortilla rechazó ayer la liberalización inmediata del precio de la tortilla y aclaró que se pretende aumentarlo entre 30 y 40 por ciento, pero no 150 por ciento, pues la mayoría de la sociedad no podría soportarlo.

José de Jesús Fonseca Martínez, presidente de esta coalición, y 23 representantes estatales del organismo ofrecieron una conferencia de prensa en la que señalaron su desacuerdo con otras organizaciones de tortilleros del país que demandan eliminar el control de precios de la tortilla.

Según señalaron, el gobierno carece de un programa estructural para enfrentar la liberación del precio de la tortilla y, en todo caso, aquélla tendrá que ser gradual, a un plazo de dos años, y no en forma inmediata.

Si el precio de la tortilla se liberalizara o aumentara a más de cuatro pesos el kilogramo, ello descapitalizaría a la industria, pues la gente difícilmente podría adquirir el producto a ese precio.

Aclararon que es necesario aumentar el precio, pero no más de 40 por ciento y sin eliminar el monto del subsidio, lo cual permitiría al sector mitigar un poco las pérdidas que ha sufrido por los precios actuales.

El dirigente informó que el estancamiento del precio de la tortilla ha afectado a productores de 18 estados; reiteró que se requiere un aumento ``moderado'' y anunció que tendrán una reunión con funcionarios de la Secofi, a quienes les presentarán su Plan nacional para la desregulación, reconversión y modernización de la industria de la masa y la tortilla, el cual consta de 82 puntos.

Fonseca Martínez insistió en que la coalición que dirige se opondrá a liberalizar el precio del básico a menos de que el gobierno presente un programa estructural que permita distribuir los subsidios a quienes realmente los necesitan, pues ``hasta ahora tanto el Progresa como otros planes gubernamentales han resultado poco efectivos para la canalización de apoyos''.

El organismo presentó un estudio del Banco de México, según el cual el precio de la tortilla está rezagado, por lo que exigió que el aumento sea gradual, con la finalidad de que las finanzas del sector se recuperen y las clases populares resientan menos el incremento.

Los representantes de la Coalición apuntaron además que sería injusto que se dejara el precio de la tortilla a la libre oferta y demanda, pues ni siquiera se ha terminado de entregar las tarjetas magnéticas para la dotación de maíz a molineros y productores del básico.

El delegado de la organización de productores en el Distrito Federal, Carlos Sánchez Armas, dijo que el precio de la tortilla presenta un rezago de entre 52 y 55 por ciento y que los costos de elaboración se han elevado 35 por ciento.

Sostuvo también que el precio oficial se respeta sólo en el Distrito Federal y la zona metropolitana, mientras que el resto de los industriales ha recurrido a amparos para comercializar el producto a un precio ``real'', por lo que de no darse un incremento habrá una ``lucha de procedimientos jurídicos entre este sector y la autoridad''.

Citaron que en Michoacán el kilo de tortilla cuesta entre tres y cuatro pesos; en San Luis Potosí, 2.20; en los estados de México y Oaxaca, 2.50; en Morelos, 2.20 y tres pesos, y en Zacatecas, 2.20. Es decir, más de 80 por ciento de las 30 mil tortillerías del país no respetan el precio oficial de 1.70 pesos por kilogramo.