La Jornada 20 de agosto de 1997

Pide la IP emplear al Ejército como ``refuerzo'' en seguridad pública

Humberto Ortiz Moreno Ť Los máximos dirigentes del sector industrial se manifestaron por emplear al Ejército como ``refuerzo'' en la preservación de la seguridad pública de las empresas, los ciudadanos y el país, ``porque el hampa organizada ha rebasado ya los límites del estado de derecho y las corporaciones policiacas carecen de recursos para atacar frontalmente el problema''.

Reclamaron ``mano dura contra la delincuencia'', y recordaron que ese requisito ocupa, según los empresarios estadunidenses, el segundo sitio en las condiciones que exigen los inversionistas extranjeros para traer sus capitales a México.

``No tenemos que esperar a que esa amenaza real se desborde y detenga las inversiones para entonces combatirla frontalmente'', advirtieron ayer Carlos Gutiérrez Ruiz, Jorge Marín Santillán y Carlos Abascal Carranza, presidentes de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin) y la Fundación para el Desarrollo Sostenible (Fundes), respectivamente.

Abascal exigió ``muestras contundentes'' del gobierno para garantizar la seguridad interna del país, mientras que Marín Santillán señaló que la violencia ``es una de las razones que pueden afectar el ritmo de crecimiento''. Subrayó la convicción de su gremio en el sentido de que debe aplicarse mucho más estrictamente el estado de derecho.

``Las leyes -añadió- tienen que ser modificadas para hacerlas más expeditas, porque en este momento la impunidad de los delincuentes rebasa los límites de la legalidad. Nadie quiere seguir viviendo en un país donde nuestra seguridad está amenazada por gente inmune a la ley y la ineficacia de las autoridades para acabar con el fenómeno.''

En entrevista, el líder de la Concamin dijo que la militarización ``está allí'', y si en este momento fuera necesario aplicarla, su organismo no se opondría. ``El Ejército está para proteger a los mexicanos y el asunto es ya un problema de Estado que urge resolver'', argumentó.

Analizó el asesinato de Alejandro Ortiz, hermano del secretario de Hacienda, y juzgó que es un ``atentado'' no sólo por tratarse del familiar de un funcionario connotado, sino por ser un ciudadano mexicano, y rechazó un carpetazo a las investigaciones. ``La violencia debe ser combatida con inteligencia y mano dura para recuperar la confianza de los inversionistas. Lo fundamental es que no haya impunidad''.

Marín Santillán insistió en que el Ejército está para proteger la soberanía y la integridad de los mexicanos. ``Si la militarización es necesaria para resolver la inseguridad pública, no veo ninguna objeción para que ocurra tanto en cuerpos policiacos como mediante el desempeño de efectivos directamente en esas tareas.

``La presencia militar tiene que ser analizada y preparada, y no la descarto porque su función es proteger a los ciudadanos. El problema de la delincuencia ha crecido por encima de las policías y debe haber refuerzos. Si el presupuesto no es suficiente para que podamos incrementar la seguridad, tenemos una opción de donde echar mano para atacar fuertemente ese fenómeno.''

Positiva, la experiencia en Iztapalapa

Carlos Gutiérrez, presidente de la Canacintra, dijo que, tras consultar a sus agremiados en la delegación Iztapalapa, donde militares asumieron funciones de seguridad pública, la experiencia es positiva.

``Lo han visto bien porque se logró bajar los índices delictivos. Tenemos esperanza en que eso funcione'', expuso, y anunció que se comunicará con los industriales del país ``para ponderar la posibilidad de generalizar a nivel nacional esa medida''.

No obstante, precisó que la militarización de la seguridad pública ``debe obedecer a una demanda de la sociedad, en función de todo un programa estratégico de combate al hampa organizada''.

Como primer paso, consideró necesario ``reforzar la coordinación nacional de seguridad pública con un plan integral elaborado por militares. El fenómeno ya generó preocupación entre los inversionistas y reviste costos incalculables para las empresas por asaltos y robos'', añadió.

El líder de los industriales de la transformación juzgó ``imperativo'' tomar ciertas medidas antes de que el problema encuentre sus manifestaciones más graves.

``Hasta hoy -deploró- los esfuerzos realizados por la autoridad han sido minimizados por la ola de delincuencia.