Para Guillermo Vela y sus incansables compañeros y compañeras de lucha
El Movimiento Cívico Yucateco es uno de los mejores del país, el PAN un enemigo formidable, y la oposición está unida. Pero no será fácil ganarle la batalla. La nueva estructura de defensa de los derechos políticos tiene contradicciones y no ha sido probada. Los procesos contra Cervera serían complicados. Sin embargo, sus impugnadores deben seguir este duro camino para deslegitimarlo. Adolfo Aguilar Zínser declaró que la próxima legislatura federal podrá ``restablecer el vigor del orden jurídico''. Piensa que un Congreso influido decisivamente por la oposición podría impedir abusos de gobernadores como él. Yo tengo mis dudas. Sería muy difícil hacer prosperar un juicio político en su contra por la resistencia del PRI. El Senado, con hegemonía priísta, jamás declararía ``desaparecidos los poderes''.
Sin embargo, Cervera no está cómodo. Un frente opositor similar al que construyeron el 12 de agosto los líderes de las fracciones del PAN, PRD, PT, PVEM podría golpearlo duramente. La ``nueva prensa'' escrita y electrónica que ha surgido en México hará patentes sus actos de corrupción, abusos e infamias. Pero el enemigo mayor de Cervera es la transición. El proceso está permeando al país y cada día se vuelve más creíble. Gobernadores reaccionarios que se han atrincherado contra el cambio político, se sienten ufanos porque en sus estados el PRI tuvo menos pérdidas electorales que en el resto del país. Sueñan restaurar el sistema. Pero es una vana nostalgia. Los votos manipulados el 6 de julio representan una porción pequeña de electores. Los emitió la población más pobre y tradicional, la que no tiene influencia. Una mayoría abrumadora, el 66 por ciento, ha dicho que sí a la democracia y no al sistema autoritario. Nadie le puede regatear a Zedillo el cumplimiento de la promesa de elecciones libres. Pero tiene muchas asignaturas pendientes. Todavía está por crearse en México la normalidad democrática. Si quiere cumplir su proyecto y dejar un legado, tendrá que completar la reforma del Estado y disciplinar a los ``grupos opresores''. Si no logra su proyecto y su legado (la reforma política), incluso la reorganización económica, quedarían frustrados y/o se desplomaría en el año 2000 o poco antes.
¿Deveras un puñado de políticos arcaicos ``Los tigres del sureste'' pueden parar a Zedillo? No lo creo, todavía no hemos desmantelado la Presidencia imperial. Si ha sido la pieza fundamental para frenar el cambio, también podría ser para impulsarlo. El Presidente ejerce un poder de hecho y de derecho sobre los caciques, y los operadores del gobierno central saben cómo disciplinarlos. Zedillo tiene que remover los obstáculos a un proceso de modernización que ha surgido de la sociedad mexicana, pero al que el Presidente está intentando dar cauce. La disyuntiva es dejar en el poder a gente como Cervera y pagar el altísimo precio que eso conlleva.