La Jornada 18 de agosto de 1997

Sin protección policial no habría gran delincuencia: Labastida Ochoa

Ayer domingo en la calle de Sullivan incluso los colores del Jardín del Arte se tornaron grises, pesados, densos, hasta que una declaración rompió el silencio: ``No hay delincuencia grande que no esté protegida por los cuerpos de seguridad'', opinaba el secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Francisco Labastida Ochoa, al comentar su experiencia como gobernador de Sinaloa.

Por su parte, el gobernador electo del Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas, sostuvo que fue el propio secretario de Seguridad Pública, general Enrique Salgado Cordero, quien le informó que la delincuencia ha penetrado a los cuerpos policiacos, por lo que refrendó el compromiso de su gobierno de ``limpiar'' esas corporaciones y dar atención prioritaria a los problemas de seguridad pública en la capital del país.

Entrevistado al término de su participación en el Encuentro de Trabajadores de la Salud, opinó que las autoridades tienen un fuerte compromiso con la ciudadanía del país y deben investigar a fondo la muerte de Alejandro Ortiz Martínez, hermano del secretario de Hacienda y Crédito Público.

La jerarquía católica también reaccionó. En su homilía y luego en entrevista en la catedral metropolitana, el arzobispo Norberto Rivera Carrera planteó que los gobernantes tienen como compromiso de su quehacer cotidiano la defensa de valores compatibles con la ciudadanía, esencialmente de carácter ético, ``porque por la sola fuerza jamás será posible la convivencia humana''.

Rivera Carrera eludió especular sobre los móviles del crimen de Alejandro Ortiz Martínez y se concentró en la idea de que el sistema educativo siempre considere ``la transmisión de valores, de principios éticos que hagan posible la convivencia social''.

Fuerte dispositivo de seguridad en las inmediaciones de Sullivan

Elementos del Estado Mayor Presidencial, agentes de seguridad vestidos de civil y hasta perros del Grupo Escorpión resguardaban las instalaciones de la funeraria Gayosso, donde en privado se velaba el cuerpo de Alejandro Ortiz Martínez, asesinado frente a su domicilio la tarde del sábado en circunstancias insuficientemente aclaradas.

Funcionarios de Hacienda y de la Presidencia de la República, directivos del medio financiero, gobernadores, legisladores del PRI y secretarios de Estado llegaban con rapidez y se abrían paso entre camarógrafos y fotógrafos de la prensa, pero, ante la presión de los reporteros, aventuraban algunas palabras. Casi todos se limitaban a considerar el asesinato como un crimen más del fuero común o parte de la violencia citadina.

Jesús Rodríguez y Rodríguez, diputado saliente del Revolucionario Institucional, descartó inmediatamente que el asesinato de Alejandro Ortiz --perpetrado de por lo menos dos balazos en la cabeza -- fuera un acto del crimen organizado. ``Es uno de los crímenes que ofenden a la sociedad. Son hechos impredecibles que la Policía Judicial tendrá que aclarar'', declaró.

La misma opinión fue externada también por el gobernador de Veracruz, Patricio Chirinos, quien llegó y se retiró antes de que llegara el secretario de Hacienda a la funeraria. En su opinión, se trata de ``un hecho lamentable que la policía debe aclarar''.

La secretaria de Finanzas del PRI, Rosario Guerra, consideró que este asesinato ``es parte de la situación de violencia que vive la ciudad de México''.

Sin embargo, la también diputada priísta fue un poco más lejos en las implicaciones políticas del crimen: ``Es un hecho que preocupa en estos momentos de transición. Todos los partidos políticos tienen que apoyar al gobierno capitalino y a Cuauhtémoc Cárdenas para detener esta violencia'', planteó, aunque reconoció que aún existen elementos policiacos que se resisten a asimilar el cambio.

Medio centenar de reporteros permanecían en las aceras de Sullivan. El entrecruzamiento de miradas parecía elocuente y, por lo bajo, algunos funcionarios preguntaban: ``¿Qué te parece?''

Sólo una declaración fue clara y tocó lo que todas las voces callaban. El ex gobernador de Sinaloa, Francisco Labastida Ochoa, habló por experiencia propia y con base en ella alertó: ``Hay que revisar de fondo lo que está ocurriendo. Mi experiencia personal, cuando fui gobernador y lo que quedó muy claro es que no había delincuencia grande que no estuviera protegida por los cuerpos de seguridad''.

Unos 10 metros antes de llegar a la funeraria, el ahora secretario de Agricultura fue abordado por reporteros. Fue el único que se detuvo a responder preguntas.

--¿Descarta el móvil político?

--No tengo elementos para expresarme sobre ello. Sería prematuro; me parecería irresponsable hacer algún pronunciamiento; lo que conozco es lo que se ha publicado y comentado. Lo que sí sé es que hechos delictivos similares han ocurrido con la misma banda conectada. Comentaba con mi señora que con el mismo modus operandi (han atacado) a amigos nuestros, que en los meses pasados les han robado igual, con el agravante de que a él (Alejandro) lo mataron. Lo que digo es que hechos similares, el mismo coche incluso, son hechos parecidos. Pero les corresponde a las autoridades (dar) esa información.

A las 15:40 horas la caravana fúnebre partió al Panteón Francés a depositar el cuerpo de Alejandro Ortiz martínez a su última morada. Luego, llovió una vez más sobre el pavimento de la ciudad de México.

Preocupante, la escalada de violencia; el gobierno debe detenerla: PVEM

El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) condenó enérgicamente el asesinato de Alejandro Ortiz Martínez e hizo un llamado a las autoridades correspondientes para que investiguen a fondo ese lamentable suceso.

El CEN del PVEM consideró que el homicidio es una muestra palpable de la situación de barbarie y de inseguridad que vivimos los habitantes de la ciudad de México.

Consideró de suma preocupación la escalada de violencia que se ha generado en los últimos años en distintos puntos del país y pidió a las autoridades que se actúe para detener los actos delictivos. (Juan Antonio Zúñiga M., José Gil Olmos, Angeles Cruz y Salvador Guerrero Chiprés)