La Jornada 17 de agosto de 1997

Cobran huicholes $250 por cabeza de ganado hallada en su territorio

Ramón Vera Herrera /I, San Andrés Cohamiata, Mezquitic, Jalisco, 16 de agosto Ť Más de mil comuneros wixáritari pertenecientes a Tateikie, Tuapurie y Wuatua (San Andrés Cohamiata, Santa Catarina Cuexcomatitlán y San Sebastián Teponahuaxtlán, como se les conoce en la geo-grafía mestiza) realizaron esta semana un realeo en terrenos que el Tribunal Agrario de Zacatecas reconoció hace dos años y medio como parte del territorio huichol de San Andrés, y que diversos invasores ganaderos violaron desde entonces.

El realeo consistió en rastrear, perseguir, lazar y reunir a todo el ganado que cruzó ilegalmente los límites agrarios dispuestos por la ejecución agraria del 23 de febrero de 1995, en la cual se dictaminó a favor de los comuneros tateikietari la posesión de mil 700 hectáreas que por años estuvieron en litigio con el ejido mestizo El Refugio, Zacatecas.

El 10 de agosto -cansados de la reiterada invasión de ganado, la rotura de postería y alambres y los daños en sus cosechas-, los huicholes presentaron las formalidades y notificaciones correspondientes ante las autoridades de Jalisco, y amparados en la ley agraria -y con la presencia de la Policía de Seguridad Pública del estado- comenzaron la búsqueda de vacas, toros, caballos y uno que otro burro; identificaron los hierros de marca, y reunieron a todo el ganado (en total 197 cabezas) en el corral de San Andrés Cohamiata. Allí lo pusieron a disposición de los dueños, previo pago de una multa, más cargos por los daños ocasionados y la firma de un convenio-compromiso de no cruzar de nueva cuenta los límites.

El miércoles 13, el corral de San Andrés Cohamiata, cercano a una de las barrancas que circundan la comunidad, se hallaba ya repleto de ganado. Los relinchos y los mugidos subrayaban el rumor de una multitud de comuneros extrañados de ver llegar a muchos de los mestizos de El Refugio, por primera vez, a la Casa de la Madre o Tateikie, a pagarles por los daños. La gente se juntaba en pequeños grupos para comentar, mientras consumían pepitas, fruta y refrescos que varios vendían entre el público. Unos permanecían sentados junto a los árboles, otros de pie pendientes de algún garañón que buscaba montar una yegua, pero todos atentos a los lazos de los vaqueros que separaban el ganado de quien se acercaba a pagar su cuota para llevárselo de regreso.

Los altoparlantes apostados en un vehículo aledaño a las cercas resonaban en metálico la voz del comisario de Bienes Comunales, Ernesto Hernández de la Cruz, que con acentos huicholes anunciaba tajante en castellano: ``El compromiso que tienen que firmar para que les devolvamos su ganado deja claro que el pagador se compromete a no volver a introducir su ganado, ni dañar ningún cerco de nuestro territorio. De lo contrario, se considerará sancionarlos con el doble o triple de la cantidad ahora pagada''. La multa se fijó en 250 pesos por cabeza de ganado o una cantidad global, que incluía los daños a las cercas y cosechas, cerrada en 15 mil pesos. Esas cifras estuvieron avaladas por las autoridades jaliscienses.

Un comunero tateikietari comentaba ufano: ``Desde el plantón de Mesa del Tirador, hace unos días, la gente se da cuenta de que está más reconocida. No va a ser tan fácil que haya quien meta su ganado a nuestros terrenos. O nos respetan o tendrán que pagar. Si hubiéramos empujado más, hasta 300 pesos les sacamos por cabeza de ganado y les habríamos rebajado un poco por firmar el convenio de no invadirnos sin hacerse los remolones. No se nos vaya a ocurrir comenzarles a cobrar por todos los años que metieron sus vacas; nos quedarían debiendo quién sabe qué tantos miles de pesos''.

Esa acción se inscribe en la amplia movilización que el pueblo huichol ha emprendido a últimas fechas para defender la integridad de su territorio, violado por reiteradas y cada vez mayores invasiones. Sólo hace 10 días, más de 2 mil comuneros se reunieron en asamblea permanente en Mesa del Tirador, municipio de Bolaños, para exigir de los gobiernos federal y de Jalisco medidas claras y acciones decididas para resolver el agudo problema agrario que mantuvo al pueblo huichol en la indefensión durante casi 40 años.