Marco Rascón
En Tres Marías

En enero de 1994 pidió el subcomandante Marcos que los esperáramos, y ahí estaremos para acompañarlos en su entrada a la ciudad de México. Aquí confluiremos todos en esta otra realidad que hemos construido todos. En esta nueva ciudad queremos ser invitados por los mil 111 zapatistas que vendrán a otro cafecito en Sanborn's, como en 1914, y desde donde podremos ver la calle Madero, a través de la cual se forjó el voto del 88 y del 97, y desde donde pueden verse las manifestaciones que a diario van al Zócalo resistiendo por años al neoliberalismo, la política económica y la austeridad, y que ni el PRI ni el presiden- cialismo pudieron detener con represión, corrupción, maniobras y campañas intimidatorias.

En esa calle se pasó de la defensiva a la ofensiva y a través del voto por Cuauhtémoc Cárdenas, la voluntad de cambio se volvió gobierno en la ciudad y a eso no debemos temer sino hacerlo parte de nuestra historia: no hay más alternativa que avanzar rápido y bien. Estas calles verán pasar a los mil 111 zapatistas provenientes de la selva, y nos unirá el compromiso por defender la ciudad haciendo buen gobierno, buen movimiento para no dejársela a nadie como sucedió en 1914.

El mensaje de Marcos, fechado el 8 de agosto, profundiza y aclara el reto que tenemos a partir del 6 de julio para convertir el voto por Cárdenas en transformaciones verdaderas, pues ``este espacio está en disputa'' y requiere de un amplio frente de cardenistas, zapatistas, perredistas, sindicalistas, ecologistas, movimientos populares, intelectuales, artistas, campesinos, estudiantes, maestros, con una estrategia común ante la ``red embaucadora'' que se teje contra la voluntad popular que con su voto creó esta otra realidad política, favorable a la causa de los que se levantaron en armas, pues tras la derrota del PRI en la capital a ellos les da más razón histórica, a los motivos de la insurrección en los otros Méxicos, donde por otros medios -los únicos que les dejaron para hecer valer sus derechos- están en espera de lograr lo mismo.

El zapatismo tiene vigencia en la ciudad, es parte de ella y del 6 de julio, y por eso la construcción del zapatismo civil contribuye al fortalecimiento del rumbo hacia la izquierda, hacia nuevas formas de poder popular, hacia el fortalecimiento de la participación ciudadana en tareas de gobierno, porque desde las armas ha fortalecido las vías pacíficas en la ciudad. El EPR planteó una tregua ante el 6 de julio y hoy el EZLN se pronuncia claramente lo cual a ambos los incluye políticamente, como parte de esta otra realidad. Para la nueva ciudad, la que ha jugado el papel de capital de la nación desde su fundación, la realidad zapatista, del EPR, la realidad de Chiapas, Guerrero, y de todas las zonas de guerra son prioridad, pues el DF no se transformará verdaderamente y a fondo si no se transforma el país entero.

En esta otra realidad se conjugan todas las fuerzas y tendencias, contradictorias unas en intereses que convergieron en el cardenismo, y por eso la lectura hacia las alianzas y la unidad de propósitos es una tarea esencial para antiguos y nuevos dirigentes. Por eso, en la ciudad lo único que está destinado al fracaso es el sectarismo porque aquí no podemos aceptar ni otra Chinameca ni otras batallas de Celaya, donde el pueblo fue traicionado y derrotado.

Verlos marchar desde Tres Marías al Zócalo será una fecha histórica, que también reclamará que todos nos pongamos a la altura de las circunstancias y podamos confluir en igualdad de circunstancias en una estrategia común que cada vez dé más libertad y certidumbre a los que votaron por el cambio y que quieren que continúen los cambios. En este espacio en disputa, como señala el comunicado de Marcos y el CCRI, el rumbo está por definirse. El 6 de julio es el punto de partida, y por eso, sin desconocer ni minimizar otras realidades, debemos confluir en esta realidad en una estrategia para la ciudad de México, contribuyendo a que el programa de Cárdenas se amplíe, se profundice y se cumpla.

En este esfuerzo, sindicalistas, ecologistas, movimientos populares, organizaciones políticas y partidos, organizaciones vecinales, comerciantes, empre- sarios, trabajadores y empleados, buscamos construir un espacio, una referencia amplia del pueblo a través de la cual éste organice sus propuestas y demandas frente al nuevo gobierno para que se reconstruyan los cabildos abiertos y populares en delegaciones, pueblos y barrios en la perspectiva de restablecer la vida municipal. La Con- vención Metropolitana en la ciudad de México aspira a ser, no un frente, ni otra organización, sino un espacio abierto a las ideas y a la expresión popular con fuerza y solidaridad mutua. La convención será para confluir en la defensa del voto mayoritario del 6 de julio y coincidir en el rumbo que establecieron Zapata, Villa y el padre de Cuauhtémoc Cárdenas.

Todos estaremos y llamaremos a esperarlos en Tres Marías porque esta ciudad es de todos los mexicanos y los zapatistas son parte esencial del cambio en el tiempo de México.

PD. La reunión hacia la Convención Metropolitana será el miércoles 13 de agosto a las 17 horas en el auditorio Antonio Caso, en Tlatelolco (atrás de la plaza donde se ubicaba el edificio Nuevo León), en Reforma y Manuel González.