José Blanco
Inopia

Comparto con algunas voces de la prensa su preocupación por el momento político. Hay un impasse inquietante. Después de los comicios, los partidos nada le están diciendo a la sociedad sobre el futuro. Los problemas del país parecen crecer con el paso de los días, y frente a ello pareciera haber una suerte de empobrecimiento de las organizaciones partidarias en todos los órdenes.

Ni qué hablar de la elaboración teórica, de la que parecen decididos a vivir en ayunas. El largo plazo, los condicionamientos internacionales, la posibilidad de fortalecer la negociación internacional, el uso de los recursos natura- les -que es ya un tema central en la agenda internacional-, la globalización, la operación actual de los mercados, el desarrollo nacional posible en el marco actual y el largo etcétera que es posible sumar a esos asuntos, no está en la cartera de asuntos de los partidos.

Irónicamente, la única agrupación política (y probablemente militar) que recientemente ha hecho un intento de reflexión global suficientemente abarcante, para desde ahí asomarse a nuestras realidades, es el EZLN: véase el documento central del pasado Le Monde Diplomatique, llamado en francés ``La Cuarta Guerra Mundial'', cuyo título original en español es ``7 piezas sueltas del rompecabezas mundial''. Las ``piezas'' de este documento (los capítulos) se ocupan, a nivel mundial, de ``1) la concentración de la riqueza y la distribución de la pobreza; 2) la globalización de la explotación; 3) Migración, pesadilla errante; 4) Mundialización financiera y globalización de la corrupción y el crimen; 5) ¿La legítima violencia de un poder ilegítimo?; 6) La megapolítica y los enanos, y 7) Las bolsas de la resistencia''. Se trata de un documento extenso que puede usted encontrar en http://spin.com.mx./floresu/ FZLN/comunicados/piezas/htm, que es- pero poder comentar próximamente.

En tanto, en el marco de una euforia social -producto de los comicios del 6 de julio- que no habíamos visto en mucho tiempo (pero que ha comenzado a extinguirse), los partidos políticos están mostrando una preocupación puramente endogámica. ¿Cuál no?

Durante un lapso prolongado los partidos políticos de oposición centraron su atención casi exclusivamente en el tema electoral. El partido oficial, a este respecto, estuvo dedicado durante lagos lapsos a resistir.

Mientras la erosión avanzaba en las bases sociales del partido gobernante, los partidos de oposición no hicieron un esfuerzo que pueda admirar a nadie en materia de su implantación en la sociedad ni elaboraron un proyecto alternativo digno de ese nombre, ni en materia de reforma del Estado ni respecto a una visión de desarrollo socioeconómico de largo plazo para este país, que fuera puesto a consideración de la sociedad.

En ausencia de ese proyecto, las plataformas legislativas resultaron carentes de una visión sobre un porvenir esperanzador, realista, informado, inteligente para el conjunto de la sociedad mexicana: sus preocupaciones han sido fundamentalmente coyunturales. Hoy discuten acerca de líos y reacomodos de sus intereses internos. Lo más ``importante'' que hemos oído se refiere al impuesto sobre el valor agregado. Y oiga usted el argumento: que los electores votaron por bajar el impuesto de 15 a 10 por ciento. Cuales sean los efectos reales si tal medida llegara a concretarse, es lo de menos. Lo ``importante'' es dizque cumplirle al electorado. La inopia del argumento compite con ventaja con el páramo del Mezquital.

Así que en una jornada electoral en la que no votó algo más de 40 por ciento del electorado, en la que las oposiciones principales obtuvieron alrededor de la cuarta parte de los votos emitidos y en la que estuvo ausente toda información y debate informado sobre las plataformas electorales, la lectura es que los electores votaron por reducir el impuesto al valor agregado.

Vaya que hay motivos para preocuparse, y también para dar un seguimiento cercano a lo que los partidos políticos -en el estado que hoy guardan- harán de la vida parlamentaria de este país, urgido de soluciones elaboradas con real conocimiento de causa de los problemas existentes.