Anuncia Marcos marcha zapatista al DF en septiembre
En un amplio comunicado el subcomandante Marcos anunció que en septiembre vendrán a la capital mil 111 zapatistas para exigir ante el Congreso de la Unión el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés. En el mismo, hace una reflexión sobre el proceso electoral pasado.
``Vamos a la ciudad de México a ser testigos directos del nacimiento formal de una nueva fuerza política: el Frente Zapatista de Liberación Nacional'', advierte y adelanta que llegarán sin más armas que la historia, la razón y la dignidad rebelde.
El espacio de democracia, libertad y justicia se abrió con el resultado electoral del 6 de julio, su centro en disputa es ahora la ciudad de México, lo que pase en ella abrirá la posibilidad de un movimiento de insurgencia popular que transite por la vía civil y pacífica, aseguró el subcomandante Marcos en su comunicado.
Quien puede lograr que ello se haga realidad, afirma, es Cuauhtémoc Cárdenas, y lo alerta, ``no está en juego el gobierno de la ciudad más poblada del mundo, sino la posibilidad de una transformación radical por vías pacíficas''.
Y aunque el espacio ya se abrió, considera, hoy todos se lo disputan, lo que puede terminar en una democratización o simulación.
Al presidente Ernesto Zedillo, el sub lo llama el gran perdedor de las elección, aunque ``una complicada alquimia se ha operado para presentar a los perdedores principales, Zedillo y su política económica, como los triunfadores máximos''.
De vendedor de refrescos y papas fritas, Zedillo pasó a ser feroz crítico del método por el que difunde sus logros y conquistas.
El 6 de julio y los Méxicos de México
Con fecha del 8 de agosto, Marcos aclaró que para llegar al 6 de julio, el gobierno trazó una clara línea de demarcación que separaba al México indígena de los otros Méxicos que comparten el territorio.
Las elecciones del Distrito Federal pudieron jalar a otros territorios para conseguir la oportunidad de decir ``No'' al gobierno y a su proyecto de Nación, representado por el PRI y Zedillo.
``Pero el México indio fue dejado de lado y olvidado, no hubo ningún intento serio de tender puentes que pudieran traducirse en correas de transmisión de esa posibilidad política'', dijo.
Marcos recuerda y justifica el llamado a no votar que hizo antes de las elecciones. Esto, dice, se debió a que mientras en algunos lugares se conquistó la oportunidad para hacer valer la opinión ciudadana por medios pacíficos, en otros continúan las simulaciones y farsas en torno de las votaciones y sigue cerrada la vía pacífica.
``Por eso llamamos a resistir y actuar en contra de la simulación y la farsa en donde el objetivo del proceso electoral no era otro que aparentar una `normalidad' que, para esos ciudadanos de última categoría que son los indígenas, sólo significa miseria, abandono, muerte y olvido''.
Quién ganó y quién perdió las elecciones, se pregunta el sub, que como siempre ha de estar envuelto y mareado por su propio olor a vainilla, se responde, Zedillo y su política económica.
``El, el señor Presidente (como murmuran con timidez en Los Pinos), se presenta a sí mismo como el gran triunfador del 6 de julio de 1997 e invoca a la historia para que lo renombre. Sus aduladores lo llaman `el nuevo' Francisco I. Madero''.
Y después de que Zedillo ha creído que ha engatuzado a todo el país, continúa Marcos, dirige sus baterías en contra de quienes insisten en desafiar su sistema político y económico: los zapatistas.
Más aún, recuerda a aquellos funcionarios que buscan la paz mediante declaraciones y los llama ``mayordomos del gobierno''.
Esos que se desviven en declaraciones para repetir una mentira: ``las condiciones para la paz en Chiapas están dadas, las recientes elecciones demuestran que otras formas de lucha han caducado, los derrotados en las elecciones son los que han optado por las armas y no por los votos, los zapatistas deben firman la paz e incorporarse a la vida política nacional como una fuerza institucional'', cierra el sub la cita.
Considera que el verdadero triunfo del 6 de julio sólo será verdadero cuando todos los mexicanos, en todo el país, puedan luchar por medios pacíficos y civiles en igualdad de oportunidades y no tengan que recurrir a la violencia para hacer valer sus derechos.
``El 6 de julio de 1997 -y no sólo por los votos-, perdió el sistema de partido de Estado, perdió Zedillo y su torpe campaña electoral desde la silla presidencial. Perdió un México, el de los poderosos. Perdió, pero no ha sido derrotado. Rápidamente se recompone para entrar con toda ventaja en el espacio democrático en disputa''.
El espacio abierto, en disputa
Con los resultados del 6 de julio se abrió este espacio que puede ser de democracia, libertad y justicia, o de simulación y engaño.
Este espacio está en disputa.
La derrota del PRI en algunas partes de la República, destaca, no significa el fin del sistema de partido de Estado ni la democratización del país.
``Por eso, mientras duran los festejos por la victoria y las nostalgias de la lucha, el poder teje su red embaucadora y ya aparecen los pillos de siempre, a veces con otro nombre o con otro color, pero siempre con la misma infamia'', alerta.
Destaca que ese espacio tiene su disputa más importante en la ciudad de México.
``En ella, en esa ciudad, y en lo que en ella pase o deje de pasar, cifran esperanzas y sueños los que siguen mudos y atados; los de abajo, los del otro México. Nosotros sólo vemos, en lo que puede pasar en esa ciudad, la posibilidad real de que un movimiento pueda crecer y hacerse dueño de sí mismo y de su destino; la posibilidad de que un movimiento de insurgencia popular pueda transitar por el camino más incluyente: el civil y pacífico'', apunta,
Y agrega que ``un hombre puede llegar a simbolizar esta posibilidad de que la insurgencia ciudadana se traduzca en democracia, libertad y justicia para todos. Su nombre es Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, el hijo del general''.
El sub aclaró que no es el gobierno de la ciudad más poblada del mundo lo que está en juego, ``sino la posibilidad de una transformación radical por vías pacíficas, apoyada en y por los movimientos ciudadanos y populares; o la probabilidad de una simulación apoyada en y por los grupos del poder nacionales y extranjeros, que deje intocados los problemas fundamentales de la nación''.
El comunicado aclara que no sólo es la figura de Cárdenas Solórzano la importante, el proceso del 6 de julio alcanza a otros actores políticos, también involucra el rumbo y definición del PRD.
``Al interior de la izquierda electoral se renuevan los ataques a las posiciones radicales, y el poder lucha por transformar a quienes ayer se opusieron a sus arbitrariedades, en nuevos relevos de sus caducos administradores'', dijo.
Insiste en que el principal operador del desmantelamiento del PRI está en la silla presidencial, ``se apellida Zedillo y no ha hecho sino continuar el proyecto de su antecesor en Los Pinos: relevar al PRI como principal sostén del gobierno''.
El subcomandante Marcos se refiere también al PAN y considera que si éste revisa sus principios y prácticas ``es porque cree que éstos, que son de derecha, no le aseguran del todo ser una oposición de gobierno.
Siempre bien informado, el sub cita frases del dirigente nacional del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, durante el último cónclave blanquiazul, donde expresó que su partido ``necesita también una revisión detallada de sus principios de doctrina, y más adelante se quejó de que surjan, así sea esporádicamente, comportamientos de dirigentes o gobernantes que muestran rasgos de intolerancia o conservadurismo''.
En el PRD, dijo, esto es más claro, sus militantes reconocen que hay una disputa sobre el perfil del PRD.
``Nosotros pensamos que es necesaria la existencia de una opción electoral de izquierda. Se requiere una alternativa nueva que se base en los principios de igualdad social, democracia, libertad y soberanía nacional. Hace falta algo así en el escenario de los partidos políticos.
``Pensamos que debe existir una organización de izquierda que aspire a la toma del poder y que consiga el apoyo de la mayoría de los ciudadanos''.
De diálogos, mentiras y enfrentamientos
Considera Marcos que en la nueva situación política del país, Zedillo apuesta ahora a cerrar el cerco legal en contra nuestra.
``Quiere que el nuevo Congreso de la Unión le dé el aval legal para aniquilarnos. Espera de los legisladores de PAN y PRD, la ayuda que complete el nudo para la horca que nos tiene destinada''.
Alerta: algunos dirigentes perredistas hacen suya la palabra gubernamental y ponen como primer punto de la agenda legislativa ``la paz'' de Chiapas. ``Pacificación'' decían los poderosos al hablar de sus campañas asesinas contra los indígenas en la Colonia''.
Zedillo, continúa el sub, pretende que el PRD encabece la trampa en contra de los zapatistas, trata de convencerlo de que nosotros, y todo lo que representamos, somos un obstáculo en su camino.
Y mientras exigen que el EZLN regrese al diálogo, se equivocan de interlocutor; no somos nosotros los que obstaculizamos la paz, es el mal gobierno.
``La paz no está en una firma. El gobierno está dispuesto a signar cualquier papel, pero no a cumplir su palabra. El verdadero problema es que la mentira que Zedillo llama ``diálogo'' sólo conduce al enfrentamiento, a la violencia y a la posposición de soluciones reales.
``El diálogo, si se le quiere efectivo y auténtico, sólo puede darse si hay verdadera voluntad de cumplir los acuerdos. Los que exigen la paz deben dirigirse a quien se niega a acordarla justa y digna: el supremo gobierno''.
Si de sucios se trata
Marcos recuerda la nueva tarea del Ejército federal, su transformación en fuerza política, donde su camino se contamina de toda la podredumbre del poder.
Recuerda para ello las implicaciones de los militares en el narco.
Hace alusión también a lo que calificó como mentiras recientes del ex comandante de la 32 zona militar ubicada en Chiapas, Miguel Angel Godínez, hoy con licencia y próximo diputado federal del PRI: que Salinas negoció con los zapatistas en 1993, ya sabíamos de la existencia de la guerrilla.
``El Ejército federal cumple las órdenes del Ejecutivo, pero cada vez más, y a pesar de sus constantes declaraciones de lealtad, aspira al poder... como toda fuerza política dentro del sistema'', concluye.