IVA igual o más ISR, alza de gasolinas y mayor endeudamiento interno.
Guillermo Ortiz Martínez, secretario de Hacienda y Crédito Público, planteó las disyuntivas de una manera fría y con una decisión definitiva: el gobierno no sacrificará sus ingresos ni su programa económico.
Su auditorio, unos cuantos legisladores del partido oficial, senadores los más, y durante los 68 minutos del diálogo estuvo apoyado por varios colaboradores. Dos de ellos hablaron: Tomás Ruiz y Santiago Levy.
Asistentes al encuentro, el miércoles 30 de julio, recuerdan la vehemencia del funcionario y su llamado a los integrantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para salvar el proyecto económico del régimen.
Históricamente dóciles ante la voluntad gubernamental, los priístas mostraron ese día muchas dudas, cuestionamientos y una pregunta que quedó sin respuesta: ¿por qué es siempre el partido el que paga el costo político?
23 mil millones menos: Ruiz; no, 25 mil: Levy
Los legisladores fueron citados, la fecha de referencia, a las 18 horas. Guillermo Ortiz llegó a las 18:15. Comenzaba a hablar cuando recibió un recado y salió de las 18:18 a las 18:30. Entonces sí hubo diálogo.
Tomás Ruiz, responsable del Sistema de Administración Tributaria (SAT), explicó que el IVA no es un impuesto más, sino parte central de la política tributaria y económica del país. Por lo tanto, no puede aislársele.
Quitar los cinco puntos porcentuales que pide la oposición disminuiría los ingresos en 23 mil millones, equivalentes al 0.8 por ciento del producto interno bruto (PIB), cifra que después corrigió el subsecretario Levy: serían 25 mil millones.
Más allá del desacuerdo, Ruiz preguntó cómo compensar esos ingresos. La alternativa sería aumentar el precio de los combustibles, diesel y gasolinas, entre 25 y 30 por ciento, o disminuir el gasto social. Desechó lo segundo.
Santiago Levy rechazó que bajar la tasa del IVA sea una acción redistributiva. Esto ya se dio, dijo, al reformarse la Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pues aumentó las aportaciones del gobierno y bajó las cuotas obreropatronales.
``La suma del sacrificio del gobierno es más que el cinco por ciento del IVA que pide la oposición'', argumentó.
Se manifestó contra la desaparición de secretarías que panistas y perredistas consideran prescindibles. Con la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) se perderían el Registro Agrario Nacional (RAN) y la Procuraduría Agraria, y con la Secretaría de Turismo (Sectur) no habría más Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
¿A quién beneficiaría esa baja?, preguntó y se contestó: ``En 67 por ciento al 30 por ciento de población con más ingresos''. Y a los comerciantes, que en 1991 no bajaron precios como era la intención del gobierno federal.
Hacienda no negociará al margen de partidos: Ortiz
En ese momento intervino la senadora defeña María de los Angeles Moreno. La gente clama, trasmitió, por el fin de las crisis económicas recurrentes y por terminar con el alto costo de la deuda externa mexicana.
También se pregunta cómo es posible que se destine ocho por ciento del PIB para salvar a la banca, mientras se golpea a la sociedad. En adición, el gobierno dice que ya terminó la crisis. Entonces, ¿por qué no bajar impuestos?
Le contestó Guillermo Ortiz. El gobierno no puede ganar este debate ante la opinión pública si no hay una estrategia adecuada y conjunta entre gobierno y PRI, pues no se respaldará alguna negociación al margen de los partidos.
En este sentido, el presidente Ernesto Zedillo quiere deslindarse, pero ``no podemos darnos el lujo de bajar impuestos''. Por eso pidió que el partido oficial haga una propuesta presupuestal y que de ahí parta el debate.
No debió decirlo así, porque le replicó el diputado yucateco Rubén Calderón Cecilio y preguntó por qué el desgaste se deja siempre al partido. Eso sucedió al aumentar el IVA y ahora, revirtió, la iniciativa debe partir de Hacienda.
Medio convino Ortiz Martínez. Respondió que no se ha podido instrumentar una estrategia de defensa y que la gente se siente agraviada por la situación económica, donde están los impuestos, pero también con otras cosas.
Ultimo legislador en hablar, el senador duranguense Samuel Aguilar propuso llevar el debate al terreno político. México vive una etapa diferente, con una Cámara de Diputados plural y un panorama electoral que va hacia 14 elecciones en 1998.
Ortiz Martínez: ``Hemos sido ineficientes, pero totalmente ineficientes, en la política de medios de comunicación''. Por ello, a sugerencia de Aguilar, consideró saludable que haya una estrategia integral gobierno-partido-cámaras en busca de salidas.
La familia pobre consume bienes sin gravar: SHCP
Los asistentes a la oficina del funcionario recibieron un folleto de 18 páginas con profusión de cifras. Una: en 1996 el IVA representó 18.4 por ciento de los ingresos federales y 31.9 de los tributarios.
Bajar cinco puntos ``conllevaría una disminución importante de los ingresos públicos por un monto de 25 mil millones de pesos, es decir, 0.79 por ciento del PIB''. Los estados recibirían 7.1 por ciento menos, unos 6 mil 250 millones.
¿A qué sector poblacional beneficiaría la baja? A los ricos, contesta: ``Las familias de menores ingresos destinan un alto porcentaje de su ingreso disponible a consumir los bienes que no están gravados con el IVA''.
Pero si se eliminaran esos cinco puntos, he aquí las opciones que considera Hacienda:
1. Incrementar la deuda interna en casi 15 por ciento. ``Esta medida conduciría a inestabilidad en los mercados, poniendo en riesgo lo alcanzado hasta ahora y reduciendo las posibilidades de crecimiento futuro. Finalmente, no evitaría que en los próximos años se eleven los impuestos para repagar dicha deuda''.
2. Afectar el gasto social. Por esta vía, ``se cancelarían las posibilidades de dar a los ciudadanos con menores niveles de ingresos igualdad de oportunidades para superar sus condiciones''.
3. Elevar ingresos con alzas a combustibles e impuestos. Gasolinas y diesel se incrementarían ``un 22.6 por ciento en términos reales'' --no 30 por ciento, como dijo Ruiz--, pero no sería suficiente y entonces la solución se recargaría en el Impuesto Sobre la Renta (ISR):
a) ``Impuesto sobre la renta de empresas. Se requeriría aumentar esta tasa en 13 puntos, lo que las conduciría a trasladar sus inversiones a países con tasas menores''.
b) ``Impuesto sobre la renta de personas físicas. Se requeriría aumentar estas tasas en promedio en alrededor de 12.8 puntos (suponiendo que este aumento se aplica a partir de ingresos mayores a cinco salarios mínimos) y elevar la tasa máxima''.
c) Impuesto especial sobre producción y servicios. ``Alternativamente, se requeriría aumentar significativamente las tasas del IEPS a las distintas categorías de bebidas alcohólicas, a las cervezas y a los cigarros''.
Esto es insuficiente: ``Se ha señalado que aplicando una tasa de 40 por ciento en el ISR a los individuos con ingresos superiores a 30 salarios mínimos y una tasa de 20 por ciento a artículos suntuarios en el IVA es posible compensar la pérdida en ingresos. No obstante (...) estas medidas sólo generarían recursos por 2.65 de dicha pérdida''.
Los comerciantes fueron los beneficiarios en 91
El documento remonta a 1991, cuando se bajó el IVA de 15 a diez por ciento. Ello ``tuvo un impacto en los precios muy inferior al 4.3 por ciento que resultaría de trasladar al consumidor el ciento por ciento del beneficio''.
Con base en una estimación econométrica, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público infiere que ``el impacto de la medida redujo en 2.3 por ciento los precios de los bienes gravados con el IVA''.
Sigue: ``Tomando en cuenta que estos bienes representan alrededor de 44 por ciento del total del consumo, la reducción global en el índice inflacionario ascendió a un punto porcentual en el mes en que se redujo la tasa, no registrándose impacto en los meses siguientes. Ello implica que 47 por ciento del beneficio de la desgravación fue capturado por los productores y los comerciantes''.
Se precisa: ``Si la reducción en el impuesto se hubiera trasladado en un ciento por ciento a los consumidores, la distribución del beneficio por 28 mil 400 millones de pesos habría recaído en un 67.2 por ciento en los tres deciles de mayores ingresos, recibiendo los menores tan sólo 7.6''.
No fue todo. En 1992 la reducción del IVA en el país se compensó con su alza en la frontera --de seis a diez por ciento--, gravámenes en créditos de consumo y tarjetas, gravámenes en agua potable, limitación de deducciones en automóviles, comedores para empleados y viáticos e incrementos en combustibles.
El documento remarca lo dicho por los funcionarios de Hacienda durante la reunión con la que se abrió el diálogo entre priístas del Ejecutivo y priístas del Legislativo: la tendencia mundial es gravar el consumo, más que el ingreso.
La explicación: ``La ventaja de esta estrategia es que no grava los rendimientos del ahorro, por lo que no se afectan las decisiones entre consumo y ahorro, se favorece un mayor esfuerzo en el trabajo y se incentiva la educación y la capacitación''.
Tema libre
El dirigente priísta Humberto Roque Villanueva llegó ayer a Villahermosa y debió sostener varias reuniones para desactivar riesgos de conflictos mayores por animadversiones contra algunos candidatos locales. La aspirante a alcaldesa del Centro, Georgina Trujillo, es quien mayores rechazos afronta. También hay quienes la tienen fácil, como Manuel Eugenio Graniel Cáceres, en Comalcalco, y Arturo de la Fuente Sánchez, en Paraíso... En tanto gobierno y partidos deciden si eliminan secretarías y organismos descentralizados, el director de Fonatur, Emilio Gamboa Patrón, trabaja para aumentar la infraestructura turística. En Loreto se construirá un hotel tras 20 años de no haberse levantado un cuarto; Cancún pronto entrará en su tercera etapa con inversión de 500 millones de dólares en campos de golf, 200 en un malecón, y una zona hotelera exclusiva con tres o cuatro hoteles; en Los Cabos la oferta aumentará en mil 300 cuartos en dos años; en Ixtapa se mejora la bahía, y en Huatulco inversionistas chilenos edificarán 400 cuartos en varios hoteles... Lo advertido por el presidente Ernesto Zedillo en noviembre, cuando anunció la sana distancia PRI-gobierno, es hoy realidad. La cesión de espacios por la Federación ha sido en favor de los gobernadores. Por ejemplo, casi todos escogieron a incondicionales para coordinar diputaciones estatales y dejaron fuera a gente con oficio. Algunos: Ricardo Monreal, de Zacatecas; Angel Sergio Guerrero Mier, de Durango; Salvador Sánchez Vázquez, de Nayarit; Orlando Arvizu, de Hidalgo; Fidel Herrera Beltrán, de Veracruz... A propósito, Arturo Núñez forma su mando político definitivo y en él sí figuran la mayoría de los buenos cuadros desechados. Ellos estarán en la semana, en visita privada, con el presidente Ernesto Zedillo.