Adictos a drogas, 78% de presos en Baja California
Jorge Alberto Cornejo y Emmanuel Salazar, corresponsales Ť El gobierno de Baja California reconoció que 78 por ciento de los más de 6 mil internos en los centros penitenciarios de la entidad son adictos a estupefacientes.
El director de Prevención y Readaptación Social del estado, Francisco Uribe Paniagua, indicó que esa situación ``no se podrá corregir hasta que no se solucione primero la sobrepoblación'' en los cuatro penales bajacalifornianos. La penitenciaría del estado -en la delegación municipal de La Mesa, en Tijuana- es la que presenta el mayor problema de saturación, con 3 mil 650 detenidos y 300 familiares que comparten con ellos el penal, construido para albergar mil 800 prisioneros.
Durante 1997, el gobierno estatal tiene programado comenzar con la construcción de una nueva prisión, tentativamente en el valle de las Palmas, entre los municipios de Tijuana y Tecate, con una inversión de 100 millones de pesos. Deberá estar concluida antes de 1999, según acordó el gobernador Héctor Terán con el secretario de gobernación, Emilio Chuayffet.
Irregularidades en penal de Durango
José Manuel Herrera, preso en el reclusorio de la capital de Durango desde 1986 por delitos contra la salud, acusó que éste se caracteriza por ``tráfico de drogas, maltrato a reos y abuso de autoridad''.
El jefe de Seguridad y Custodia, Jaime Reséndiz, dijo que Herrera fue señalado por autoridades carcelarias como el que organizó motines en 1992, ``pues tenía el control de penal, y ahora, con sus declaraciones, busca retomar el mando''.