La Jornada 7 de agosto de 1997

``Pragmática'', la política de armas de Washington: Bill Richardson

David Aponte Ť El gobierno de Estados Unidos no busca empezar una carrera armamentista en América Latina con la liberalización aprobada por el presidente Bill Clinton porque la Casa Blanca analizará ``caso por caso'' la venta del armamento avanzado, dijo ayer el embajador estadunidense ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Bill Richardson.

``En Estados Unidos tenemos una política que llamamos política pragmática de venta de armas'', argumentó el funcionario.

En conferencia vía satélite desde Nueva York, mencionó que algunas naciones de América Latina desean ``modernizar'' sus equipos y armamentos y Estados Unidos examinará cada uno de los casos.

``Podemos vender a cualquier país con cualquier situación, pero después de determinar muchos aspectos geopolíticos, regionales y (de) la relación bilateral que tenemos con los países democráticos. Vamos a tomar estas medidas, pero lo que no queremos es que se vaya a iniciar una carrera armamentista'', afirmó.

Agregó: ``Queremos impulsar el diálogo entre los países latinoamericanos para que hablen ellos y determinen qué es lo que harán con sus futuras compras militares. Sin embargo, Estados Unidos analizará país por país, como lo hemos hecho con Chile, una nación democrática que quiere modernizar su cuerpo militar y entonces nuestra decisión es favorable'', explicó.

El gobierno estadunidense estableció la restricción en 1977, con el argumento de que la distribución de armas generaba desestabilización y una competencia militar entre las naciones de la región.

Durante la conversación con periodistas, funcionarios y analistas de México, Brasil y Chile, el embajador Richardson manifestó también que la lucha contra el narcotráfico puede darse desde la ONU con un proyecto multilateral.

Estados Unidos y las naciones en desarrollo están a favor de un plan de esta naturaleza para atacar al fenómeno, agregó.

En relación al tema de las reformas de la ONU, reiteró que Washington está de acuerdo con la transformación del organismo mundial.

La Casa Blanca tiene como propuesta concreta la integración de tres países al Consejo de Seguridad, principalmente de naciones en desarrollo de Africa, Asia y América Latina, recordó.