Libre, Julio Atenco
Timoteo Morales, Raúl López y corresponsalía, Orizaba, Ver., 6 de agosto Ť El líder de la Coordinadora Regional de Organizaciones Indígenas de la Sierra de Zongolica (CROISZ), Julio Atenco Vidal, quedó en libertad la noche del miércoles luego de que miles de campesinos de la región mantuvieron prácticamente sitiada la ciudad por más de 24 horas y de que las autoridades judiciales no pudieron comprobarle los delitos que le imputaban.
Detenido el lunes pasado por agentes de la Policía Judicial del Estado, a Atenco Vidal se le imputaron los delitos de robo, lesiones, secuestro y daños cometidos supuestamente contra efectivos de seguridad pública.
El conflicto se originó el 29 de junio cuando se registró un altercado entre campesinos de la congregación Mezcala de Soledad Atzopan y elementos de la DGSP que trataron de decomisar, ``sin fundamentos y arbitrariamente'', un cargamento de madera, por lo que fueron sometidos por varios habitantes de dicha comunidad. Más tarde, el gobierno del estado fincó responsabilidad penal al dirigente indígena, según explicó su abogado defensorJuan Monterd.
No obstante, la juez Martha Ramírez Trejo le dictó el auto de formal prisión, al no existir elementos que comprobaran los actos ilícitos que le señalaban, y fue liberado a las 19:50 horas. Sin embargo, debió pagar una fianza de 300 pesos, pues aún cuando fue retirado el cargo de secuestro, deberá ser procesado por privación ilegal de la libertad.
Durante el día, el centro de la ciudad estuvo prácticamente paralizado, ya que miles de campesinos provenientes de Soledad Atzopan, Atahuilco, Xoxocotla, Ixhuatlancillo, Tlalquilpa, Tequila y Zongolica, invadieron sus calles y bloquearon sus accesos como medida de presión para liberar a su dirigente del reclusorio regional de la ciudad de Orizaba.
Al grito de ``liberen a Julio y castiguen a los verdaderos criminales'', los campesinos bloquearon las principales calles de la ciudad, mientras que cerca de 80 policías municipales y estatales se mantuvieron en alerta y acuartelados para repeler cualquier acto violento de los manifestantes.
Tras abandonar la prisión, el dirigente indígena expresó haber sido un preso político y consideró su liberación como un triunfo de los pueblos indígenas de la sierra de Zongolica. Al mismo tiempo expresó que su detención es un intento del gobierno para detener la lucha indígena, que sólo pelea por las causas sociales de los que menos tienen.
También envió un mensaje a los miles de campesinos que lo esperaban a las puertas del reclusorio, a quienes conminó a seguir luchando contra las injusticias que cometen las autoridades policiacas contra ellos, y a trabajar más para hacer valer los derechos de los indios de la Sierra de Zongolica.
La Organización Nacional Purépecha, desde Morelia, Michoacán, demandó la liberación de Atenco Vidal y agregó que los delitos que se le imputan ``son una muestra más del clima de represión y hostigamiento contra los representantes de los indígenas en nuestro país''.