Anuncian movilizaciones en el DF contra el examen único de bachillerato
Claudia Herrera Beltrán Ť Las dos organizaciones que en 1996 aglutinaron por separado a los aspirantes y padres de familia opositores al examen único de ingreso al bachillerato anunciaron que este año se movilizarán coordinadamente y su primera acción será efectuar el próximo domingo una ``asamblea de inconformes''.
Dos días antes de que se difundan los resultados del concurso de admisión, representantes de la Coalición Trilateral en Defensa de la Educación Pública y del Comité Estudiantil Metropolitano (CEM) informaron su decisión de unirse porque advirtieron menos expectativas para organizar un movimiento fuerte. ``Evaluamos que había que ser maduros para cerrar todas las puertas que debilitaran el movimiento'', agregó en entrevista Higinio Muñoz, representante del CEM.
Con esa idea de fortalecer el movimiento también se demostró un cambio de postura ante el triunfo electoral de la oposición en el Distrito Federal. Muñoz previó que en el futuro se ``privilegiará el diálogo en vez de la confrontación''.
Consideró que aunque el próximo jefe del gobierno capitalino, Cuauhtémoc Cárdenas, no será un interlocutor directo del movimiento estudiantil, sí resultaría afectado con las protestas callejeras de los jóvenes. Por eso, el dirigente estudiantil aseguró que buscarán lo menos posible la confrontación con el gobierno perredista y, por el contrario, se acercarán para que Cárdenas actúe de mediador.
``Lo que nosotros no podemos evadir es que se trata de un gobierno de oposición y que no nos prestaríamos a la confrontación cuando ello pudiera significar que la derecha se fortalezca'', dijo.
Sobre la coordinación entre la Coalición Trilateral -conformada por trabajadores de sindicatos educativos y universitarios- y el CEM, los dirigentes de esas organizaciones indicaron que fue necesario unirse para hacer un solo llamado en defensa del derecho a la educación.
Las marchas y plantones de julio y agosto de 1996 dejaron claro que la coalición y el CEM, los principales grupos que entonces aglutinaron a los inconformes, no pudieron coincidir en estrategias y acciones para conformar un movimiento de unidad. Por ejemplo, mientras unos protestaban frente a la Secretaría de Educación Pública (SEP) otros lo hacían en los alrededores de las oficinas del Centro Nacional de Evaluación (Ceneval).
Para tomar esa decisión, explicó Muñoz, las dos organizaciones tuvieron que admitir que son las partes que han cuestionado el examen único y las únicas con convocatoria. Agregó que reconocieron que por separado había menos expectativas para consolidar un movimiento y coincidieron en la necesidad de fortalecerlo.
El representante estudiantil expuso que el CEM no puede renunciar a sus demandas, porque son las que históricamente ha defendido el movimiento estudiantil, pero sí tomará en cuenta la nueva situación política del país. Por eso, cuando sea posible agotarán todos los recursos antes de utilizar los métodos de movilización a los que tradicionalmente han recurrido las organizaciones estudiantiles.
Para el representante del CEM -organización que agrupa a estudiantes de la UNAM, el IPN y el Colegio de Bachilleres, entre otras instituciones educativas- el gobierno del Distrito Federal ``está obligado a ser sensible a los reclamos sociales''.
Muñoz incluso planteó que Cárdenas estaría en condiciones de convertirse en un mediador que busque abrir los espacios de diálogo, para que estudiantes y sindicatos se pongan de acuerdo con las autoridades educativas sobre el rumbo que debe tomar la educación superior.
Otro interlocutor al que pretenden recurrir los estudiantes es el Congreso de la Unión. Higinio Muñoz dijo que la nueva correlación de fuerzas en la Cámara de Diputados permitirá que se dé una discusión más amplia sobre el papel de la educación superior en el país y los recursos que deberán asignársele a ese rubro.