La Jornada 5 de agosto de 1997

El sector exportador no apuesta a la devaluación, señalan Conacex y ANIERM No hay mano negra en el manejo del tipo de cambio, asegura Hacienda

Patricia Muñoz Ríos Ť Los exportadores advirtieron que ``no le están apostando a una devaluación, porque su negocio no es especular con dólares''; el Consejo Coordinador Empresarial dijo que hay temores excesivos sobre la paridad, y la Secretaría de Hacienda aclaró que no hay mano negra en el manejo de este indicador, pues ``el peso está donde está hoy porque el mercado lo determinó''.

Los representantes del comercio exterior indicaron que no pugnan por que se mueva la paridad; sólo quieren que se haga un monitoreo, un seguimiento puntual de la equivalencia peso-dólar, para evitar sorpresas.

El Consejo Nacional de Comercio Exterior (Conacex) y la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores (Anierm) señalaron que este sector fue el primero en advertir a finales de 1994 sobre el peligro inminente que afrontaban las finanzas con el exterior por el sobrecargado déficit en balanza comercial, sólo que ``nadie les hizo caso y las consecuencias fueron graves''.

Advierten algunas señales preocupantes: crecimiento excesivo de las importaciones y desaparición del superávit en la balanza comercial, lo que significa que los productos externos vuelven ``a ser más baratos que los mexicanos'' y que el peso se encuentra sobrevaluado en un margen importante, indicó Jorge Escamez, presidente del Conacex.

Preocupa --agregó-- que haya un salto brusco y se quieren evitar sustos, pero ``no apostamos a la devaluación para ganar más, porque tenemos empresas para comerciar, no para especular''.

Al respecto, el director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), Raymundo Winkler, señaló que no se explica por qué los exportadores y algunos productores están incorformes con el nivel del tipo de cambio nominal y real pues, según las tendencias, ``tales opiniones de insatisfacción no corresponden con la realidad''.

Esto se debe a que las exportaciones han mantenido una tasa de crecimiento sumamente razonable y la curva de crecimiento de las ventas externas va sistemáticamente hacia arriba. Por ello, esta postura sólo puede justificarse por temor del empresariado que asocia sobrevaluación del peso y fortalecimiento del mismo con posteriores devaluaciones.

En opinión de Winkler, un ajuste a la paridad se determina más por la situación global de la economía que por la apreciación de una moneda. De esta forma, lo que se debe cuidar es que no caiga el país otra vez en el manejo irresponsable de las políticas monetarias, que es lo que a la postre lleva al desorden del tipo de cambio.

Es decir, lo que puede conjurar el peligro de una probable devaluación es el sostenimiento de la corrección macroeconómica, apuntó el director del centro de análisis del sector privado.

En tanto, el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) señaló que si devalúa para poder incentivar las exportaciones ``se corre el riesgo de caer en un círculo vicioso''. Según este organismo, el tipo de cambio es sólo un factor, ni siquiera determinante del incremento de las exportaciones.

Para este organismo, las exportaciones que están atadas a la paridad son operaciones coyunturales, pero el espíritu general del comercio exterior no puede sustentarse en cómo amanezca el tipo de cambio.

Sobre este punto, el subsecretario de Hacienda, Martín Werner, dijo ayer en un noticiario matutino que las tesorerías de las empresas, los importadores y exportadores, los inversionistas y el mercado en general han determinado la apreciación del peso mexicano, pues ``no hay mano negra'' en la determinación de la paridad.