La Jornada 2 de agosto de 1997

Vinculados, los asesinatos de Ibarra y de un capitán retirado

Juan Manuel Venegas, enviado, Guadalajara, Jal., 1o. de agosto Ť La delegación estatal de la PGR en Jalisco confirmó la vinculación de los asesinatos de Irma Lizette Ibarra Naveja y Alfredo Ixtlahuac Gaspar, capitán retirado del Ejército.

La primera información sobre esos casos indica que las dos víctimas presumiblemente se coordinaban para establecer los contactos entre los capos asentados en Jalisco y algunos miembros de la 15 Zona Militar. Paralelamente, se confirmó la amistad que en los últimos años mantuvieron esas dos personas.

En medios castrenses locales se indicó que Ixtlahuac Gaspar, asesor del ex secretario de la Defensa Nacional, Juan Arévalo Gardoqui, fue intermediario en el conflicto que el general Jesús Gutiérrez Rebollo tuvo con el ex procurador de Justicia de la entidad, Jorge López Vergara, y que terminó con la destitución de Horacio Montenegro Ortiz -militar dado de baja, cercanísimo colaborador de Gutiérrez Rebollo y también preso en Almoloya- como director de Seguridad Pública del estado.

Por otra parte, la investigación que sigue su curso sobre los presuntos nexos entre militares y narcotraficantes arroja otro hecho que igualmente podría vincularse con los asesinatos de Ibarra e Ixtlahuac: el intento de homicidio de Cesáreo Vázquez Tafolla, ex escolta de Luis Octavio López Vega, ex director de la policía municipal de Zapopan, colaborador de Gutiérrez Rebollo y actualmente prófugo de la justicia.

En la quinta Región Militar, cuando fue comandante en jefe Gutiérrez Rebollo, Vázquez Tafolla perteneció al grupo de información o sección de inteligencia militar, y sus buenos oficios -reconocidos en su oportunidad por el general- le valieron ser tomado en cuenta para integrarse al Instituto Nacional para el Combate a las Drogas en diciembre pasado, cuando su jefe fue nombrado comisionado.

La vinculación entre los asesinatos y el intento de homicidio, según se informó, radicaría en lo siguiente: Ixtlahuac Gaspar, Ibarra Naveja y Vázquez Tafolla tenían información de la infiltración del narcotráfico en esa región militar, sobre todo durante los casi siete años en que Gutiérrez Rebollo estuvo al frente.

Mientras tanto, el único testigo del asesinato ocurrido el martes, Eliseo Ortega Hernández, sigue retenido en las instalaciones de la 15 Zona Militar y, según informaron sus familiares, desde que fue requerido por el grupo de información castrense ha permanecido incomunicado.

Integrantes de la familia Ortega Hernández se entrevistaron hoy con los hermanos Ibarra, a los que solicitaron su colaboración para buscar la pronta salida de Eliseo de las instalaciones militares. Se desconoce si el empleado de Irma está en calidad de testigo o sospechoso del atentado.

Los allegados de la familia Ibarra rechazan que Eliseo haya tenido que ver en el homicidio, y destacaron la estrecha relación ``y amistad'' que existió entre ambos. Irma Lizette, durante el tiempo que se ocupó de la oficina de Gestión Social del Comité Directivo Estatal del PRI, tuvo en Eliseo a uno de sus principales colaboradores, subrayaron.

Sin embargo, otras personas -todos los informantes aquí prefieren el anonimato por la ola de violencia desatada en los últimos ocho días- que también conocieron la relación, aseguraron que Eliseo era guardaespaldas de Irma Lizette y que incluso la adiestró en el manejo de armas. Versiones no confirmadas por las autoridades indican que Ortega iba armado cuando asesinaron a su jefa.