La Jornada 30 de julio de 1997

Las recientes revelaciones, parte de la ``limpieza de la casa'', asegura Gurría

Rosa Elvira Vargas, Elizabeth Velasco y Georgina Saldierna Ť Las nuevas revelaciones sobre militares vinculados con el narcos son parte del proceso de ``limpieza de la casa'', aseguró José Angel Gurría, secretario de Relaciones Exteriores.

Se trata de hechos que ya no causan conmoción en el extranjero porque, al denunciarse y ser investigados con independencia de la condición de los sospechosos, son parte ya de la normalidad jurídica del país, subrayó.

En entrevista ayer por la mañana en Palacio Nacional, el canciller destacó que el proceso de aseo en las Fuerzas Armadas muchas veces llega a provocar noticias e incluso escándalos, pero la única alternativa es proseguir en esa línea.

``Esa información -agregó Gurría-, más que provocar escándalo, causa una reacción que dice: `¡El presidente (Ernesto) Zedillo otra vez!' Y eso es una clara demostración de que se aplica la ley en México, a pesar del nivel, de la actividad o de la posición de las personas que están involucradas.''

La ley en México, subrayó, no reconoce diferencias, y así ha venido sucediendo una y otra vez, al grado de que ya no causa tanta conmoción como en el pasado.

Por su parte, el presidente de la Comisión de la Defensa Nacional de la Cámara de Diputados, general Luis Garfias Magaña, insistió en que debe hacerse una investigación a fondo al interior del Ejército Mexicano y castigar a los elementos involucrados en el tráfico de estupefacientes.

Sobre el mismo tema, Alejandro Fabela, especialista en narcotráfico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), consideró que sería saludable que el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Enrique Cervantes Aguirre, comparezca ante el pleno de la Cámara de Diputados para explicar las acciones que realiza en la lucha antidrogas, pues la infiltración del narco entre efectivos de las fuerzas armadas representa una muestra ``brutal'' de lo que sería la falta de institucionalidad en el país.

``Sabemos de la infiltración del narcotráfico en las instituciones de gobierno, pero es muy preocupante que esto suceda en la PGR y en la Sedena, por ser instituciones garantes de la seguridad y soberanía nacionales'', subrayó.

La consignación de los 34 militares, consideró, evidencia la infiltración de los cárteles del narco en el Ejército, y que es necesario establecer mecanismos más precisos de control entre los elementos encargados del combate antidrogas, pues siempre está latente la posibilidad de que se corrompan.

Sería inconveniente, indicó Fabela, que instituciones ajenas a la Sedena intervengan en ésta para investigar hasta qué grado está infiltrado el narcotráfico, pues se puede poner en riesgo el principio de seguridad nacional. ``El Ejército tiene regulaciones y mecanismos propios de seguridad que son incuestionables y deben conservarse. La institución tiene que aplicar tanto el reglamento interno como la ley militar a aquellos elementos involucrados en el tráfico de estupefacientes'', afirmó.

Sin embargo, estimó que la Comisión de la Defensa Nacional de la Cámara de Diputados podría colaborar en las pesquisas que se realizan para descubrir qué militares tienen vínculos con el narco. ``Preservar la salud de la Sedena es una obligación de primer orden, pues la seguridad nacional es fundamental para el país. No hacerlo dejaría en absoluta indefensión a la sociedad, ya que este fenómeno no es potencial, sino una realidad'', argumentó.

Al interior de la Sedena, alertó, podría darse una pugna entre aquellos efectivos que se encuentran vinculados con los cárteles de la droga, pues desde 1991 la dependencia inició una reorganización y depuración entre sus miembros, razón por la cual se logró la detención del general Jesús Gutiérrez Rebollo, lo cual calificó de alentador.

Por su parte, Alberto Anaya, dirigente del Partido del Trabajo (PT), aseguró que es ilegal la participación del Ejército en la persecución de delitos del orden común, ya que esa actividad sólo compete a las policías judiciales, estatales o la federal.

Demandó que el instituto armado deje de participar en tareas que no le corresponden y limite su actividad a lo señalado por la Constitución. Allí, desde luego, se encuentra la defensa de la paz, subrayó.

Entrevistado poco antes de la reunión semanal de la Comisión Política del PT, reprobó que el Ejército participe en la persecución de delitos del orden común, porque, destacó, esa no es tarea que le corresponde.

Alberto Anaya señaló que los diputados petistas valorarán la inclusión del tema del Ejército en la agenda legislativa, la cual analizan actualmente.