La Jornada 29 de julio de 1997

Crear centrales no resolverá los problemas obreros: Rodríguez Alcaine

Antonio Vázquez S. /II y última Ť Acusado por sus propios trabajadores de patrón, dueño de hoteles, compañías constructoras, y de haber realizado malos manejos financieros en el Banco Obrero, Leonardo Rodríguez Alcaine, sin dar fin al tiempo y sin entender la democracia, piensa retirarse ``como los buenos toreros: ``en pleno uso de mis facultades físicas y mentales, al cabo los patrones nunca cambian''.

De respuestas rápidas, el dirigente manipula durante toda la entrevista sus anteojos. Su casi imperceptible prognatismo y el tic nervioso en su cuello sólo afloran cuando se le pregunta si es buen negocio ser líder obrero.

Se acomoda en su sillón. Su rostro se enciende, entrelaza las manos y dice al reportero: ``negocio sería robar las cuotas sindicales. Aquí en el SUTERM, en donde he hecho un gran patrimonio, que por ahí algunos pasquines dicen que tengo, y sí es cierto, pero no es mío''.

Su mirada se fija en una fotografía de Fidel Velázquez. Rechaza que la CTM y el Congreso del Trabajo hayan mediatizado a los trabajadores, y aclara que a éstos ``nunca les hemos puesto una pistola para que voten por determinado partido político. Ayer, hoy y mañana votarán por quien ellos crean''.

--¿Qué le gustaría que cambiara en México?

--En mi México yo cambiaría fundamentalmente la concentración de la riqueza en pocas manos para que se repartiera a todos los ámbitos nacionales (sic), y que esta riqueza no deje con grandes ganancias a unos pocos mientras existe quien no tiene empleo y bajo poder adquisitivo.

La charla continúa. Sus ojos buscan a Frida Hartz cada vez que ésta dispara su cámara fotográfica. No duda al señalar que durante su gestión sostendrá una relación ``muy sutil'' con el gobierno, sin que esto signifique que aceptará al cien por ciento ``las razones o la línea gubernamental''.

--¿Se ha reunido con el secretario de Gobernación?

--Yo me entrevisto directamente con el Presidente de la República.

Inmerso en la actividad sindical desde hace 56 años, Leonardo, El periquín, Rodríguez Alcaine, considera que el Congreso del Trabajo es un organismo debilitado y anquilosado, ``pero con posibilidad de recuperación''. Admite que por ahora es difícil pensar en la creación de una central única de trabajadores, ``porque seríamos un gran problema para cualquier gobierno'', y reitera su oposición a reunirse con organizaciones alternas o disidentes al llamado organismo cúpula obrero.

Antes de ofrecer sus conceptos políticos y de revelar cómo se dio el proceso de sucesión en la CTM, afirma que ahora, al contar con el consenso de la mayor parte de las organizaciones afiliadas a la central, ``hay aguas quietas, aunque esto no quiere decir que no haya por ahí manantialitos''.

--¿Es cierto que antes de morir Fidel Velázquez le pidió a su ahijado político Manuel Cadena que se manifestara en favor de usted para la secretaría general?

--Eso es absolutamente falso, porque a nadie se lo dijo. La única vez que tuvimos un problema grave don Fidel asumió una postura con estas personas: Ramírez Gamero, Pineda Serino y con Cadena, porque pensaban que yo quería quedarme con la CTM. Fui a hablar con don Fidel, le aclaré esta situación y le dije que no estaba dispuesto a que me estuvieran calumniando. Y el me dijo que no me dejara influenciar por esta gente. Lo de usted y lo mío lo vamos a resolver Fidel Velázquez y Leonardo Rodríguez Alcaine. Le recordé que también estaban don Blas y don Emilio. Me respondió: lo sé, pero también sé que como yo estamos imposibilitados físicamente. Esto fue unos meses antes de su gravedad (sic). Me pidió que no volviera a platicar con nadie de este asunto y al final, cuando ocurrió el deceso, en presencia de don Emilio me dijo que yo era el bueno.

--¿Cuál es el perfil que debe reunir el dirigente que aspire a sucederlo en la dirección de la CTM. Un hombre que venga de la base o un intelectual?

--No señor, debe ser un hombre que venga de la base, independientemente de su escolaridad. Que se preocupe por tener asesores en todos los aspectos de la vida política y sindical, que tenga una buena relación con todos los integrantes del comité ejecutivo de la CTM, que sea cercano al gobierno, e incluso con cierta cercanía con la oposición. También cercano a los empresarios para que luego no haya de que a Juanita la encueraron. Si aquí hay dos centavos, repartimos uno para el inversionista y uno para los trabajadores. Así de fácil como digo yo, como en cuaderno de carnicero.

--¿Quiere esto decir que habrá más oportunidades para los líderes llamados relativamente jóvenes?

Yo diría, y con toda lealtad, que no precisamente los jóvenes. Por ejemplo, veamos la etapa de Juan Millán, de Muñoz Mosqueda, de Pineda o de los que tienen esa edad y que pueden ser considerados de la segunda camada. Luego habría otros. Yo tardé 40 años en llegar a la secretaría general del SUTERM, poco a poco fui subiendo escalones y así tendrá que ser en la CTM y en el movimiento obrero organizado de México. Por eso quiero reformar los estatutos para terminar con la reelección y que haya verdadera movilidad de ideas y de hombres en la CTM.

--¿Cree usted que modificando la Ley Federal del Trabajo o el 123 constitucional mejorarán las cosas para los trabajadores?

--No, no lo creo. Pienso que debieran hacerse algunas modificaciones en función de lo que ahora llaman modernidad o globalización económica. Sin embargo, considero que indiscutiblemente sería más fácil hacer cumplir lo que marca el 123 constitucional o la Ley Federal del Trabajo, antes que pensar en cambiarla. A eso me refería cuando le dije que la Revolución no le ha cumplido a los trabajadores más que en un 10 por ciento. El otro 90 por ciento no se ha cumplido porque no se ha respetado la Constitución.

--¿Cree usted que hay democracia en México?

--¿Cuál democracia? Lo que ocurrió el pasado 6 de julio en el Distrito Federal no es democracia. En primer lugar, creo que muy pocos la conocen. Ni siquiera yo. Una democra- cia es, en los tiempos actuales, una lucha entre ideas, y quieran o no éstas deben prevalecer en los diferentes campos políticos. No es posible que el PRD haya ganado todos los cargos políticos en el DF. Eso es una gran mentira. Ahí hubo algún arreglo que no conozco. Entonces me parece que eso no es democracia.

--El diccionario define democracia como predominio del pueblo en el gobierno político.

--Para mí eso no es democracia. Todo mundo cree que es el voto, pero no. La persona que vota ya le dimos casa, educación, tiene seguridad para su familia. Estoy cierto que eso es democracia y que México fue el gran ganador el 6 de julio. Pero pregunto: ¿qué influyó más en la decisión de los votantes, la crisis económica o su capacidad de razón? La democracia debe concebirse en la cabeza, no en el estómago.

--Qué opina usted del PRD

--¿Es necesario contestarle eso? El PRD es la conjunción de muchos intereses de izquierda. Pero para mí el PRD es el PRI con traidores.

--¿Qué lee Leonardo Rodríguez Alcaine?

--Leo de todo, fundamentalmente asuntos obreros, alguna que otra cosa de tipo político y novelitas, que son entretenidas para dormir.

--¿Lee periódicos?

--Claro, sobre todo los recortes o síntesis, porque esos me ilustran.

--¿Qué opina de la prensa nacional?

--Que es una institución que debe encauzar la información hacia la verdad y para lograr eso el reportero debe actuar en forma directa y no hacer refritos que deforman la información de primera mano, y eso es muy grave. Es una institución que merece todo mi respeto.

--¿Qué opina de los funcionarios que prefieren declarar a la prensa internacional y le informan primero de sus actos para ganarse imagen y desdeñan a la nacional?

--Pues que están fuera de órbita y que denigran a nuestro país.

--¿Qué opina de Francisco Hernández Juárez?

--Como dirigente de su organización es bueno, no lo he estudiado a fondo, sus trabajadores deben calificarlo. Los vuelos que él ha tenido no son los que todo mundo cree. Hernández Juárez ha sido un dirigente privilegiado de los últimos sexenios para acá, pero que no cuenta con la base para poder hacer las maniobras que pretende hacer. No dudo de su capacidad porque ya demostró de lo que es capaz en busca del poder. Hay compañeros, una enorme cantidad en su organización, que no están de acuerdo con su forma de actuar y sin embargo los tiene, él sí, sometidos.

--¿Cree usted que el surgimiento de otras organizaciones obedezca a que los trabajadores están cansados de sus dirigentes, de la forma tradicional de representarlos?

--No, no creo que estén cansados porque todavía no hay un sindicalismo nuevo en el mundo. Hay una evolución del sindicalismo dentro de los cánones que hemos venido manejando. La creación de organizaciones, de membretes, son producto de quienes han querido y quieren acabar con el movimiento obrero organizado.

--¿Quiénes son?

--Son miles, de dentro y de fuera que quieren acabar con los contratos colectivos, con las prestaciones y con otras conquistas históricas consideradas en la Constitución, pero no se los vamos a permitir.