La Jornada lunes 28 de julio de 1997

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

La nueva conformación de las cámaras de diputados federales y de senadores augura la más intensa lucha legislativa pluripartidista en favor de las mujeres y las familias que se haya dado hasta la fecha.

Ese mejor posicionamiento no proviene de una representación numérica mayor a la de 1994, pues de hecho las cantidades son similares, pero sí de una mejoría cualitativa en las bancadas de los tres partidos mayoritarios (PRI, PRD y PAN).

Senadoras de primer nivel

De 64 escaños electos en 1991, sólo 2 eran ocupados por mujeres. A partir de 1994 el Senado tuvo 128 asientos, de los cuales 19 fueron para mujeres; en 1997, con la misma disponibilidad de lugares, habrá 20 senadoras.

Pero, a pesar del mínimo avance logrado entre 1994 y 1997, es importante reconocer la valía al parejo de las senadoras entrantes: Beatriz Paredes, Elba Esther Gordillo y Rosario Green por el PRI; Rosalvina Garabito y Amalia García por el PRD, y María Elena Alvarez de Vicencio y Ana Rosa Payán por el PAN. El caso de María Cristina Moctezuma, del Verde Ecologista, va aparte entre otras cosas porque aún está en duda si alcanza a entrar.

Las siete seguras senadoras tienen un historial de explícito compromiso con las causas de la mujer y han participado en diversos esfuerzos de convergencia para presentar iniciativas y propuestas más allá de partidos.

De las priístas, Beatriz Paredes ha formado parte de la Asamblea Nacional de Mujeres; Elba Esther Gordillo formó el grupo Mujeres por México (cuyo propósito electoral dejaremos para otra ocasión) y Rosario Green entre otras cosas ha impulsado la mejoría educativa de las mujeres.

Del PRD, Amalia García no necesita presentación en el tema, pues como asambleísta y diputada federal ha sido una persistente promotora de iniciativas en favor de la mujer, y actualmente forma parte del Consejo del Programa Nacional de la Mujer; Rosalbina Garavito se ha aplicado a la defensa de las mujeres trabajadoras y prepara un proyecto de apoyo a las migrantes.

En el PAN, contra lo que se pudiera suponer, hay un feminismo activo: Ana Rosa Payán encabezó tres años atrás una rebelión interna panista en demanda de más espacios políticos para las mujeres, y María Elena Alvarez de Vicencio ha participado en los dos años recientes en cuanta actividad feminista se le ha invitado, como la Asamblea Nacional de Mujeres, y ha llegado a decir que no quiere que las panistas sólo hagan tortas y cuiden niños en las campañas políticas.

Pero, aparte de estas senadoras que tomarán posesión el primero de diciembre, entre las que ya están desde 1994 destacan María de los Angeles Moreno, quien impulsó en 1991 la campaña denominada Ganando Espacios, y Laura Pavón y Guadalupe Gómez Maganda.

En San Lázaro, pluralidad más que renombre

Las futuras diputadas federales comprometidas con los asuntos de las mujeres no tienen tanta fama pública como las senadoras, pero ofrecen un interesante mosaico regional y de especialidades políticas y sociales, y muchas de ellas han participado en procesos de convergencia y en congresos y reuniones diversas.

Como en el caso de las senadoras, en 1991 eran pocas las diputadas federales (40), en 1994 aumentaron (72) y en 1997 apenas volvieron a crecer (80). Sin embargo, es conveniente puntualizar que el nuevo grupo de diputadas tiene, en lo

general, un buen conocimiento de los problemas de las mujeres, un discurso estructurado y disposición para promover iniciativas sobre el tema.

De la bancada priísta habrá diputadas jaliscienses, coahuilenses, veracruzanas, bajacalifornianas y del estado de México en esa línea de trabajo.

Del PRD estarán Laura Itzel Castillo, Socorro Aury (de la Red Nacional de Periodistas), Clara Brugada (del Movimiento Urbano Popular), María de la Luz Núñez Ramos, Martha Delia Gastélum, Alma Angélica Vucovich, María Rojo y Patria Jiménez.

Las panistas, por su parte, tienen a Patricia Espinoza de Parrodi, de un gran activismo y compromiso con los asuntos femeninos, y quien seguramente jalará a las demás diputadas a sumarse a esfuerzos plurales.

Del Verde Ecologista destaca Carolina O'Farril Tapia.

En la Asamblea, perredismo clientelar

Los avanzados compromisos del PRD, y particularmente de Cuauhtémoc Cárdenas, con las mujeres, no tienen una bancada perredista femenina del mismo nivel en la Asamblea del Distrito Federal.

Como resultado de las disputas internas por el poder, que llevaron a postular a las diputaciones locales de mayoría a personajes vinculados con grupos de presión e interés, la representación femenina en la cámara del DF tiene, en lo general, una escasa (por no decir nula) vinculación con los movimientos femeninos y un enfoque clientelar y utilitario de la participación de la mujer en la política.

En esa asamblea, la presencia de mujeres ha sido estable: 16 en 1991, 15 en 1994 y 16 en 1997.

En esta ocasión, hay cosas muy importantes que deberán ser decididas por los diputados locales capitalinos: un albergue para mujeres maltratadas que no tiene presupuesto para funcionar, un acuerdo sobre violencia intrafamiliar que debe revisarse y mejorarse para que sea viable, y la promesa de Cuauhtémoc Cárdenas de crear el instituto de la mujer.

Contra la irónica atonía de las diputadas perredistas, puede tener un papel importante la priísta María Angélica Luna Parra y es muy probable que hasta las diputadas panistas.

Por los datos estadísticos y la información curricular de senadoras y diputadas federales y locales, a partir de los cuales Astillero ha hecho este análisis, es necesario agradecer el apoyo de Cimac, agencia informativa especializada en la condición social de las mujeres.

Astillas: El presunto retorno de Fernando Ortiz Arana al Senado no es una cosa decidida. Luego de su derrota electoral, el ex presidente nacional del PRI estaría buscando acomodo en el gabinete federal ampliado, pero hasta ahora nada de ello se habría definido. Sólo en caso de que no se le abriera una perspectiva decorosa estaría obligado el queretano a regresar a la casona de Xicoténcatl para convertirse en el senador incómodo... Víctor Cervera Pacheco prepara una enorme concentración popular en su favor para el día que rinda su segundo informe de gobierno, que en realidad es el sexto sumando los cuatro correspondientes a sus anteriores ejercicios como interino. El gobernador de Yucatán desea poner de manifiesto así el respaldo que hay para que siga en el cargo. Según los cercanos a quien busca romper la marca histórica mexicana de permanencia en un gobierno estatal, con diez años que cumplirá en el 2001, la concentración será la más grande que se haya visto nunca en Mérida. Una ex diputada local priísta, Blanca Estrada Mora, quien está contra el decenato de Cervera, ha declarado al Diario de Yucatán que el efecto de esa concentración sería similar al de capos que congregaran multitudes para ruidosamente decidir que el narcotráfico ya no sería delito... En Costa Rica se han dado a conocer encuestas de preferencias electorales que muestran una enorme caída de popularidad de Miguel Angel Rodríguez, el candidato presidencial del partido socialcristiano. A preguntas expresas, los encuestados han dicho que el motivo de su rechazo a tal aspirante se debe a la visita y el involucramiento que tuvo con Carlos Hank Rohn... Bueno, y ¿ahora qué hace don Carlos Castillo Peraza?...

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