La Jornada 26 de julio de 1997

La fuga de diesel en Puebla, por una toma clandestina; Pemex demandará

Víctor Cardoso y La Jornada de Oriente Ť La instalación de una toma clandestina en un poliducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) provocó el derrame de por lo menos 10 mil litros de diesel, lo que causó pánico en una unidad habitacional cercana a la ciudad de Tehuacán, Puebla, donde habitan unas mil 600 familias.

La fuga se detectó en el poliducto que corre de Minatitlán a México en el municipio de Chachapa, sin que hasta el momento se haya determinado el volumen de combustible robado a la paraestatal.

El poliducto de 12 pulgadas de diámetro corre paralelo a la antigua carretera a Tehuacán y atraviesa la capital del estado. La zona habitacional es aledaña al kilómetro 134 de la autopista Puebla-Orizaba y cercana al Parque Industrial 2000.

Alrededor de las 3:30 horas, los vecinos de la unidad habitacional Bugambilias se percataron de un fuerte olor a combustible, por lo que decidieron abandonar sus viviendas, aunque las autoridades no ordenaron evacuar la zona.

Incluso algunas empresas cercanas al lugar decidieron suspender sus actividades mientras las autoridades no declararan el siniestro bajo control.

La capa del combustible derramado por la fuga clandestina alcanzó los cinco centímetros de espesor sobre el nivel del suelo, y se extendió por casi dos kilómetros hasta quedar a unos 300 metros de la zona habitacional.

Elementos de la Policía Estatal y la Policía Federal de Caminos acordonaron la zona, mientras unos 40 bomberos rociaron arena y espumas sobre la capa de diesel, según dijeron trabajadores de Pemex.

Durante unas tres horas el suministro de electricidad fue suspendido en el área cercana al lugar de la fuga, para evitar mayores problemas. Algunas empresas ubicadas en el Parque Industrial 2000, decidieron no laborar en tanto la contingencia no fuese declarada bajo control.

A las 11:30, aproximadamente, las autoridades declararon que la fuga estaba controlada y que vecinos y empresas podían reanudar sus labores de rutina.

Arturo Gómez Barrera, delegado en Puebla de la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (Profepa), manifestó que la dependencia denunciaría a Pemex por el daño ecológico provocado en la zona, pues aunque casi todo el combustible se vertió en el camino de San Cristóbal, también llegó a las cañerías y otros ductos de agua.

Guillermo García Morales, representante de Pemex, expresó que a su vez la paraestatal presentaría una denuncia contra quienes resulten responsables de robar el energético. Extraoficialmente se supo que tres personas habían sido detenidas.

Al filo de las 14:30, las autoridades estatales informaron que el peligro había pasado y que en el futuro se iniciarían pláticas con Pemex para establecer mecanismos de vigilancia sobre los ductos que pasan por debajo de zonas habitadas.

Pemex-Refinación, mientras tanto, informó que la madrugada de ayer personal de la Subgerencia de Ductos del Sureste de esa empresa se percataron de que la presión había sufrido una baja considerable, por lo que de inmediato se suspendió el bombeo del combustible.

Cuadrillas de trabajadores recorrieron la línea en busca de la fuga hasta dar con ella. Dijeron desconocer durante cuánto tiempo se sustrajo el combustible de manera ilegal. Explicaron que quienes instalaron la válvula clandestina sabían perfectamente que para evitar ser descubiertos sólo pueden extraer pequeñas cantidades de diesel.

En un comunicado, la paraestatal reiteró que ``ese tipo de actos delictivos por parte de personas irresponsables que hacen perforaciones o cortes en los tubos que transportan productos petroleros, además de poner en peligro su propia vida, arriesgan la de los habitantes de poblaciones cercanas, atentan contra el patrimonio de todos los mexicanos y causan un daño ecológico irreversible''.