La Jornada 26 de julio de 1997

Marchan 70 mil brasileños contra la política neoliberal de Cardoso Sin sentido, las protestas en 13 estados: el mandatario

Afp, Ap, Dpa y Reuter, Sao Paulo, 25 de julio Ť Unas 70 mil personas, en representación de campesinos, desempleados y sindicatos, entre otros sectores, se manifestaron hoy en esta ciudad y en otros puntos del país contra la política neoliberal del gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso bajo el lema ``Abre los ojos Brasil'', en lo que fue la mayor movilización en los 30 meses de la actual gestión.

Cardoso fustigó a organizadores de las manifestaciones por ``fomentar el desorden y entorpecer la democracia'' y aseguró que las protestas, en las que hubo una gran adhesión en 13 de los 26 estados del país, no tienen ``sentido'', y agregó que ``esa gente que es terca y está contra todo debería descargar su bilis y su rabia dentro de su casa''.

Según las autoridades, en la protesta en Sao Paulo, ciudad considerada la capital económica del país, imperó un ambiente al mismo tiempo festivo y reivindicativo.

Los distintos contingentes, entre los que se contaban campesinos sin tierra, los sin empleo y los sin techo, así como homosexuales y policías en huelga, gritaban consignas a ritmo de samba como ``los sin vamos a acabar con los sin vergüenzas'', ``quiero que me devuelvan mi voto''.

Según las autoridades, los manifestantes eran alrededor de 10 mil, los organizadores lo estimaron en 50 mil, pero los medios informativos aseguraron que la movilización reunió a unas 70 mil personas.

Al menos una docena de marchas que salieron de distintas regiones del país confluyeron en la manifestación de Sao Paulo, entre ellas muchas del Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra (MST), que exigen al gobierno de Cardoso acelerar la reforma agraria con la que se comprometió a otorgar títulos de propiedad a millones de familias de agricultores sin tierra.

Según el MST, hay casi 50 mil familias campesinas sin tierra en campamentos provisionales que esperan se les entreguen sus parcelas.

Trascendió que durante la manifestación que se llevó a cabo en Minas Gerais, donde comenzó la rebelión policial, un soldado fue muerto porque un policía en huelga le disparó en la cabeza, pero dicha información no fue confirmada.

Organizadores de las marchas de sindicatos en Brasilia dijeron que esperan lograr que los militares se unan a las protestas, pues las fuerzas armadas se encuentran descontentas con sus bajos salarios.

Pero un portavoz del Ministerio del Ejército negó que los soldados pudieran tomar parte en la marcha de hoy y en otras eventuales protestas, aunque admitió que es posible que muchos familiares de militares hayan tomado parte en la movilización.

El gobierno de Cardoso impulsó un plan de estabilización económica que logró controlar la crónica hiperinflación que sufrió el país durante años, pero la oposición, los sindicatos y los campesinos acusan al mandatario de basar sus políticas en las privatizaciones, en lo que llaman ``vender la riqueza del país'' a costa de los 30 millones de brasileños que viven por debajo del nivel de pobreza.

``El gobierno sólo existe para déficit fiscal y deuda interna. No existe para política social y reforma agraria'', afirmó el presidente honorario del opositor Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inacio Lula da Silva en la concentración, y agregó que aunque el pueblo está consciente de que no puede pedir a Cardoso ``un milagro'', el gobernante tiene que ``tomar la iniciativa de intentar dar respuesta a esa insatisfacción''.

Por su parte, el líder de la Central Unica de Trabajadores, José Zund, aseguró a la prensa que con las movilizaciones de hoy Cardoso ``tiene que darse cuenta que la mayoría de los brasileños vivimos en precarias condiciones de salud educación y vivienda, sin salarios decentes o sin empleo''.

Hasta ahora, Cardoso ha restado importancia a las protestas y huelgas en distintos sectores, y hoy aseguró respecto de las manifestaciones, que a los brasileños ``no les gusta el desorden sin sentido''.

Afirmó que ``eso no quiere decir que el pueblo deje de participar en manifestaciones, pero también tiene que manifestarse a favor de algo, tienen que preguntarse por qué están en contra''.

El mandatario añadió que en estos momentos el país experimenta un amplio crecimiento, vitalidad y una ``transformación profunda'', y reiteró que no se tolerarían excesos durante las protestas.

Cardoso hizo estas declaraciones desde la ciudad de Corumbá, en la frontera con Bolivia, donde viajó para firmar con el gobierno de ese país acuerdos para la construcción de un gasoducto binacional. En esta ciudad, fue recibido por unas 200 personas que portaban banderas del PT.

En capitales estatales como Río de Janeiro, Río Grande do Sul, Goias, Minas Gerais, Espirito Santo, Pernambuco, Ceará, Paraná, Mato Grosso, Alagoas y Santa Catarina, las manifestaciones causaron graves congestionamientos en las principales carreteras de acceso.

Todas estas protestas se desarrollaron bajo vigilancia de la policía militar.