La Jornada 25 de julio de 1997

Zedillo: el 15% de IVA, esencial en la recuperación

Rosa Elvira Vargas, enviada, Chicago, 24 de julio Ť Aquí, en la capital financiera del medio oeste estadunidense, el presidente Ernesto Zedillo defendió la tasa de 15 por ciento en el Impuesto al Valor Agregado, cuya reducción ha sido demandada por de oposición. El incremento de este gravamen, dijo categórico, fue muy importante para alcanzar la recuperación económica y generar importantes ahorros domésticos. Asimismo, aseguró a los inversionistas de este país que las nuevas circunstancias políticas de México, más allá de las diferencias ideológicas, no serán obstáculo para continuar las estrategias de crecimiento diseñadas por su gobierno.

De hecho, comentó que en los meses recientes ha observado que posiciones antes ``algo extremas'' se han moderado, y por ello se dijo convencido de que todos los actores políticos que hoy tienen la legítima oportunidad de acceder al poder, ``serán mucho más responsables acerca de sus planteamientos y de la manera en que actúan''.

Hasta ahora, señaló, la mayoría de la gente y los analistas pensaban que sólo un partido debía rendir cuentas por lo que marchaba bien o mal en la vida política de México. Hoy, a medida que los principales partidos políticos obtienen una presencia significativa en los asuntos públicos y una mayor responsabilidad de gobierno, ``también habrán de rendir cuentas a la opinión pública'', y toda organización será evaluada con base en sus iniciativas y en sus posiciones. ``Todo representante electo habrá de rendir cuentas de sus decisiones y de sus retos''.

Después de los comicios recientes, comentó, todo ciudadano pondrá atención a lo que ocurre entre y durante las elecciones, y será incluso más exigente con todos a quienes ha elegido como servidores públicos.

En el segundo día de actividades en Chicago, Zedillo cumplió con una apretadísima agenda en la que lo mismo se encontró con inversionistas financieros, líderes políticos -como el alcalde de Chicago, Richard M. Daley- y miembros de las cámaras de comercio locales, que concedió entrevistas privadas a los diarios Chicago Tribune y Chicago Sun-Times y a una cadena de televisión. Antes de regresar al Distrito Federal se reunió por la tarde con miembros de la comunidad mexicana de esta ciudad.

Recuerdos dignos de confianza

Con todo, un encuentro que tuvo particular significado para el Presidente fue el desayuno en el Chicago Mercantile Exchange -la segunda bolsa de valores más importante del país- con personajes del sector financiero, en el que Zedillo había estado por primera vez en 1993, cuando era secretario de Educación Pública.

Ahí, John Sanders, presidente del Consejo de Administración del Chicago Mercantile Exchange, de plano no contuvo los recuerdos y habló de esa ocasión en octubre de hace cuatro años. ``Qué curioso que este hombre que había estado acá, y con el que yo platiqué, se convertiría en el Presidente de México'', dijo el magnate financiero para, enseguida, recordar a sus compañeros que el presidente Zedillo es una persona de origen humilde, que limpió zapatos para ganarse la vida y pagar sus estudios, y luego se graduó como economista y también estudió en Yale. Esas son muestras de cómo el titular del Ejecutivo ha perseverado y educado y, por tanto, ``es el tipo de personas que puede ser confiable'', agregó.

Pero en este lugar, donde literalmente el tiempo es oro o dinero, el Presidente visitó también uno de los dos pisos de remate que operan en el Merc. Se enfundó en una bata guinda de las utilizadas por los traders -compradores y vendedores de valores- con la leyenda Zedillo, futuros. Luego llegó al pit (pozo) donde se negocian diariamente contratos de futuros sobre el peso mexicano, por un valor de cuatro millones de pesos.

Rápido, porque así son las transacciones bursátiles, Zedillo pasó junto a una bandera mexicana colocada ex profeso, fue regalado con un afectuoso pero veloz aplauso, e hizo la señales características de quienes reciben posturas para las transacciones bursátiles y salió del piso de remates. Antes también, los miembros del Merc le habían obsequiado un valioso juego de mancuernillas de Tiffanys, que son rematados por el bull y el bear (el toro y el oso), los cuales simbolizan, en cada caso, el auge o la pérdida en el mercado bursátil. Hubo también de esos regalos para el canciller José Angel Gurría, para el embajador Jesús Silva Herzog y para Manuel Robleda, presidente de la Bolsa Mexicana de Valores.

Con los poderosos del Merc, el Presidente había hecho un recuento de las acciones de recuperación económica impulsadas en su administración. Insistió en su adhesión a la economía de mercado, sin la cual, dijo, ningún país ha sido capaz de proporcionar a sus ciudadanos los medios para una mejoría de vida, y eso es algo que hoy está demostrado por los hechos como correcto, ``más allá de cualquier diferencia ideológica''.

Luego, y como sería la constante en todas las intervenciones en esta ciudad, Zedillo vinculó su intervención al planteamiento político. Se requiere estabilidad en ese terreno para tener estrategias de largo plazo y, para ello, los principios democráticos representan la base para planear y contar con proyecciones de crecimiento cada año hasta el 2000.

Refirió entonces que las elecciones del pasado 6 de julio fueron organizadas y llevadas a cabo, independientemente de los resultados que pudieran obtenerse. Ese día, recalcó, se alcanzó la normalidad democrática y ahora hay que darle continuidad.

En las nuevas circunstancias, sentenció, es necesario continuar con el proceso de consolidación política, porque es vital para el futuro de México y para el desarrollo de los mercados de capital. Será algo muy importante, pues ``necesitamos crecer y generar el ahorro necesario para la inversión, y porque hay que realizar un proceso sin precedente para generar ahorro interno''.

Por ello, defendió las medidas de disciplina fiscal y monetaria, el apego al libre comercio, la reforma estructural, el incremento del ahorro interno y la inversión en el capital humano, para que, por encima de cualquier ideología, ``cada uno de los principales actores políticos trabaje para afirmar estas condiciones'' para la recuperación económica.

Con los miembros de la comunidad mexicana en Chicago -una de las más numerosas en Estados Unidos-, Zedillo cerró su gira de trabajo de dos días aquí. Les refirió que en este país existen dos visiones de connacionales, la xenofóbica y racista que impulsan algunos sectores y no pocos medios de comunicación, y la que expresan los hombres de negocios y de otros sectores, sobre la enorme contribución de los migrantes mexicanos al crecimiento nacional.

Entonces, ratificó que México es más que su territorio y que existe orgullo por todos aquellos que han enfrentado retos y dificultades para adaptarse y prosperar en Estados Unidos. ``Nunca se olviden de México, visiten mucho a su patria'', concluyó.

Pasadas las seis de la tarde, Zedillo y su comitiva regresaron al Distrito Federal. Durante el vuelo conversó largamente con el escritor Carlos Fuentes, invitado a Chicago como participante en la reunión anual del Consejo Nacional de la Raza.