La Jornada 24 de julio de 1997

IP: más efectivo, reducir el ISR entre 5.7 y 8.5%

El vocero de la Secretaría de Hacienda, Alejandro Valenzuela, afirmó ayer que es inviable disminuir el impuesto al valor agregado o el que se cobra sobre la renta (IVA e ISR), pero aclaró que la dependencia no tiene facultades para modificar gravamen alguno; será el Congreso de la Unión el que tenga la última palabra, dijo.

Por su parte, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) propuso formalmente reducir entre 5.7 y 8.5 por ciento la tasa promedio del ISR en caso de existir margen en las finanzas públicas. Esta medida equivaldría a reducir el IVA de 15 a diez por ciento, pero tendría efectos más favorables y permanentes en la economía, aseguró.

Aunque legisladores panistas se sumaron a la propuesta del sector privado para eliminar tres dependencias federales, Tomás Ruiz, presidente del Sistema de Administración Tributaria, sostuvo que 25 mil millones de pesos es, ``contra lo que se piensa, una cantidad muy fuerte que no se compensa con ahorros ni con la desaparición de algunas secretarías'', porque el presupuesto de ``algunas de las que se han mencionado no cubre más que una tercera parte de esa pérdida''.

Adujo que la citada propuesta debe presentarse en forma clara a la opinión pública para analizarla. Destacó que una de las principales cuestiones es cómo compensar la pérdida recaudatoria que traería aparejada una medida así.

Insistió en que bajar el IVA frenaría participaciones a los estados y municipios por 6 mil millones de pesos. ``Mantenerlo no es una moda'', remachó.

En conferencia de prensa en la que participaron además el portavoz del Servicio de Administración Tributaria, Luis Mario Aguilar y Maya, y el Tesorero de la Federación, Jonathan Davis, se anunció que no habrá recortes al presupuesto del gobierno del Distrito Federal. Se le asignará lo que en derecho le corresponda, precisó Valenzuela.

Los funcionarios estuvieron de acuerdo en que una reducción del IVA no sería benéfica. Así ocurrió en 1993, cuando pasó de 15 a diez por ciento. El consumidor en general no se benefició porque los precios no disminuyeron. Ahora, agregó Valenzuela, hay que evitar las crisis recurrentes con ahorro de largo plazo y alentar un aumento gradual del consumo.

A su vez, el sector empresarial advirtió que si la disminución del gravamen al consumo se aplicara a partir de 1998 implicaría un déficit fiscal excesivo de 2.3 por ciento del producto interno bruto, lo que limitaría al gobierno federal para emprender ``una enérgica política social'' en favor de los sectores más desprotegidos; obligaría a la contratación de más deuda pública interna o externa, provocaría un aumento de las tasas de interés, desaceleraría el crecimiento de la economía y, por ende, abatiría el ritmo de creación de empleos.

Ante la confusión que han provocado posturas de la iniciativa privada que ``no corresponden a la realidad'', el organismo aglutinador del empresariado emitió una posición consensuada con base en un ``estudio técnico bien fundamentado'' y aseveró que cualquier modificación a los impuestos debe ser parte de una reforma fiscal integral que no propicie un déficit elevado de las finanzas públicas ni afecte las erogaciones en programas de política social y de inversión en infraestructura, a fin de reducir el costo-país.

Para la recaudación fiscal, bajar el IVA representaría una caída anual de aproximadamente 25 mil millones de pesos, equivalentes a 4.1 por ciento de los ingresos totales del erario en 1997 y a 28.4 por ciento de la recaudación esperada en este año por concepto de ISR, o bien semejante a un desplome de 5.7 a 8.5 por ciento de la tasa promedio de ese gravamen.

Además, una reducción de la captación tributaria --previene el CCE-- debería ser compensada en principio por el incremento de ``otro u otros impuestos o por la disminución del gasto público corriente''.

La cúpula empresarial contradijo el argumento de que la baja del IVA disminuiría automáticamente en cinco por ciento los precios de bienes y servicios afectados, pues el efecto de esta medida es por una sola vez y su impacto sobre la demanda agregada total no sería en la misma proporción.

En suma, afirmó, es mejor disminuir la tasa promedio del ISR a personas físicas, porque menores impuestos al ingreso alientan la inversión, el establecimiento de nuevas empresas y la creación de más puestos de trabajo, a la vez que mejora las percepciones y consumo personales, así como los incentivos al trabajo y al ahorro.

Pide el CT exentar 85 básicos

En lugar de reducir el IVA, aunque al obrero le cueste 118.6 pesos mensuales, o sea 5.06 por ciento de su canasta básica, el Congreso del Trabajo propuso ampliar la exención de ese impuesto a 85 productos de consumo popular, junto con alimentos y medicinas ya incluidos, y en aquellos bienes y servicios que inciden en la educación, la salud y la vivienda.

En un análisis, el CT explica que la propuesta de partidos de oposición para bajar de 15 a diez por ciento el gravamen al consumo resarciría el poder adquisitivo sólo 1.5 por ciento --un ahorro de 35.80 pesos-- y ``serían otros sectores los beneficiados, no el grueso de la población trabajadora''.

Expone que los impuestos directos e indirectos, como el IVA, afectan al trabajador y prácticamente anulan su poder de compra porque, precisa, representan hasta 30 por ciento del ingreso real.

Las cargas fiscales al salario, prestaciones, deducciones por seguridad social (IMSS, Infonavit, ISSSTE, Fovissste), así como al consumo, servicios y productos como cerveza y cigarrillos, entre otros, aunadas a la política de contención salarial, han provocado una caída de las percepciones reales que ``prácticamente no se observaba desde la década de los cincuenta'', alerta el CT.

Explica que el nivel salarial promedio en México es de 2.9 salarios mínimos, poco menos de 80 pesos diarios, contra una canasta básica de 85 productos que cuesta 2 mil 331 pesos.

Los partidos, en la polémica

Los diputados priístas electos ``estamos en la disposición de revisar en su oportunidad'' la tasa del IVA, en el contexto de las finanzas públicas y del programa de recuperación económica, adelantó su coordinador parlamentario, Arturo Núñez Jiménez.

Hay grupos legislativos de oposición ``que le dan particular énfasis a este tema y son bienvenidos'', aseguró el político tabasqueño, pero aclaró: ``Pretender reducir el trabajo de una Legislatura, como se avizora la 57'', a la discusión de ese gravamen, ``me parece un empobrecimiento de visión''.

Puntualizó que el tema no debe aislarse del contexto de las finanzas públicas y rechazó abordarlo en función del cumplimiento de propuestas electorales de los diversos partidos.

En tanto, la eventual disminución del IVA acentuó el debate en los medios legislativos. Juan José Osorio, actual líder del PRI en la Cámara de Diputados, dijo que su partido aceptaría tal propuesta, siempre que haya mecanismos alternos para resarcir los ingresos públicos.

El PAN, en voz del diputado electo Francisco Paoli Bolio, insistió en que el IVA debe reducirse de un solo golpe de 15 a diez por ciento y desaparecer las secretarías de Turismo y de la Reforma Agraria; en tanto, el senador electo del PRD Mario Saucedo dijo que la disminución gradual propuesta por su partido ``de nada serviría'' y pidió quitarle cinco por ciento al IVA en un solo año.

En la Comisión Permanente, panistas y perredistas sostuvieron que insistirán en la reducción del IVA y en la desaparición de la partida presidencial secreta. Al respecto, el diputado Jorge Ocejo Moreno hizo notar que en el dictamen por el que se aprobó el aumento a ese gravamen, en 1995, se estipula que debe revisarse la operación de las secretarías de Turismo, Reforma Agraria, Energía y Contraloría, a fin de bajar el gasto, pero eso ``no se ha cumplido''.

Aún más, ``fue sólo una polémica para engañar al pueblo y poder aprobar el aumento al IVA''. No obstante, enfatizó que el PAN insistirá en la desaparición de esas dependencias, ya que si tres de éstas se eliminaran representarían la cuarta parte de los ingresos que el fisco dejaría de recaudar por la disminución del impuesto al consumo. (Humberto Ortiz, Antonio Castellanos, Roberto Garduño, Fabiola Martínez, José Ureña, Andrea Becerril y Oscar Camacho)