La Jornada 21 de julio de 1997

En centros capitalinos no se cumple con las normas de readaptación de reos: CDHDF

Miriam Posada García Ť Un análisis del sistema penitenciario hecho por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), con base en las reglas mínimas de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para el tratamiento de los reclusos, revela que los ocho centros penitenciarios de la capital y los tres federales son los que tienen el mejor presupuesto de todo el país.

A pesar de que los reclusorios capitalinos cuentan con su propio reglamento, la comisión señala que las autoridades penitenciarias no cumplen con lo dispuesto o no cuentan con los elementos necesarios para cumplir con la labor de readaptación.

La CDHDF establece que de acuerdo con datos de la Dirección General de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Gobernación, de los 437 centros penitenciarios del país 66.44 por ciento alberga menos de cien internos y carecen de las instalaciones y el equipo adecuado para un tratamiento de readaptación eficiente.

Mientras tanto, 21.84 por ciento de las cárceles albergan entre 101 y 500 internos, no cuentan suficiente personal de seguridad, custodia, técnico y administrativo. Sólo 11 por ciento de estos centros que albergan a más de mil internos están en las zonas periféricas de las ciudades, ``cuentan con mejores condiciones de vida pero no tienen personal especializado para dar un adecuado tratamiento''.

En el caso concreto del Distrito Federal, los reclusorios han sido alcanzados por la mancha urbana y los vecinos se rehusan a que se construyan más penitenciarías cerca de zonas habitacionales, como el caso del reclusorio que se edifica en las inmediaciones de Milpa Alta y Cuajimalpa, al que los colonos se opusieron.

De acuerdo con la Secretaría de Gobierno del Departamento del Distrito Federal (DDF), el que ahora se construirá frente a la penitenciaría de Santa Martha Acatitla tendrá un costo de 15 millones de pesos de los cuales 70 por ciento serán aportados por el gobierno federal.

La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal establece que de acuerdo con los principios constitucionales, las reglas internacionales y el propio reglamento de reclusorios de la capital, todo interno tiene derecho a preservar sus garantías individuales como principio fundamental, pero reconoce que existen privilegios que dependen del poder económico de los presos.

Asimismo, al ingresar a cualquier centro debe elaborarse un registro con los datos generales del reo, las causas por las que permanecerá preso y quién lo ordenó, además de hacerse un inventario de sus pertenencias. En el caso de que se trate de algún extranjero de inmediato se dará parte a los servicios migratorios.

En este sentido, la población penitenciaria actual en la ciudad es de 12 mil 598 personas, que deberían estar separados por categorías pero no ha sido posible realizarlo del todo por la sobrepoblación existente, además de que no existen ordenamientos para la separación de los condenados a alguna forma de prisión por deudas civiles, ya que en México están prohibidas.

Además, en la práctica no hay separación entre sentenciados y procesados por falta de espacio. Mucho menos hay instalaciones suficientes y adecuadas para dormir, comer, asearse; los presos no tienen agua caliente o fría para bañarse y mucho menos de buena calidad para beber, por lo que la CDHDF concluye que los centros de rehabilitación social, reclusorios o penitenciarias no cumplen con las reglas mínimas para su función de readaptación.