En sur y sureste, la menor calidad electoral: IFE
Mireya Cuéllar Ť ``La calidad'' del proceso electoral del pasado 6 de julio no fue la misma en todo el país. Mientras en los estados del sur y el sureste se registraron muchos casos de presión sobre los votantes y violación al secreto del sufragio, en el norte, Distrito Federal y estado de México esos incidentes se dieron en menor escala, de acuerdo con la verificación que el mismo Instituto Federal Electoral (IFE) hizo el día de la elección y que ayer se dio a conocer.
La verificación --realizada por un equipo de jóvenes que no pertenecen a la estructura del IFE-- se hizo a partir de un muestreo estadístico que incluyó mil 148 casillas de todo el país y reveló que en 11.7 por ciento ``se registraron condiciones no óptimas para el ejercicio del voto libre y secreto''.
Sin embargo, esta situación fue más aguda en el sur y el sureste del país, porque en 16.5 por ciento de las casillas motivo de la muestra hubo ``falta al secreto del voto o presión a los votantes'', mientras que en el norte, Distrito Federal y estado de México esta situación fue reportada sólo en 9 por ciento de ellas.
Hubo más irregularidades en las casillas rurales
Al hacer el análisis en función de la ubicación de las casillas --rurales y urbanas--, los resultados fueron que en 14.9 por ciento de las rurales se presentó la situación arriba mencionada, mientras que en las urbanas fue de 8.5 por ciento.
Por ello, dicen los consejeros Jesús Cantú, Juan Molinar, Alonso Lujambio y Emilio Zebadúa --quienes avalaron el trabajo de verificación--, ``uno de los aspectos que más debe reforzarse es el de las condiciones que garantizan el secreto del voto''.
En 7.5 por ciento de las casillas los verificadores reportaron que alguna persona observaba o pretendía observar por quién estaban votando los electores. Mientras que en 5.8 por ciento ``eran los mismos electores los que mostraban su voto a alguna persona antes de depositarlo en la urna'', fuera ésta funcionaria de casilla, representante de partido o alguna otra persona presente. En conjunto, en 10.6 por ciento del total de casillas se reportó la presencia de al menos uno de los dos sucesos.
A partir de la muestra nacional que elaboró la Comisión de Organización Electoral del Consejo General del IFE, se hicieron tres tipos de análisis; el primero permitió tener información sobre el desarrollo general de la elección en todo el país; el segundo se hizo en función de la ubicación de las casillas (rurales y urbanas), y el tercero dividió en dos grandes regiones al país. El norte, Distrito Federal y estado de México (primera y segunda circunscripción más esta capital y el Edomex) fue una; el sur y sureste, con Chiapas, Campeche, Yucatán (las circunscripciones 3, 4 y 5, con excepción del DF y Edomex), la otra gran región. Cada una de ellas sirvió de universo muestral.
Otro de los aspectos frecuentes en el desarrollo de la elección fue: en 20.8 por ciento de las casillas observadas no se verificó que el ciudadano no llevara ya el dedo marcado con tinta indeleble, es decir, esta situación ocurrió en una quinta parte de las casillas; y en la tercera parte de ellas, los funcionarios de casilla no cumplieron con la instrucción de esperar a que se secara el líquido indeleble, una vez aplicado, para asegurar su efecto.
Estas situaciones ``parecerían fallas en el proceso de la votación relacionadas con la falta de una capacitación más rigurosa'''.
Sólo en 1.1 por ciento de las casillas se reportó que se permitió votar a electores que llegaron con el dedo entintado.
En la última cuartilla del informe de 15 páginas, entregado ayer, los consejeros electorales dicen que la calidad de la jornada comicial ``fue altamente satisfactoria y representa un avance significativo en los procesos electorales del país, tanto por su organización como por la participación de la ciudadanía y la vigilancia y aceptación de los principales actores políticos''.
A la luz de la verificación, apuntan, los aspectos que debe ``reforzar'' el instituto son dos:
--La capacitación de los funcionarios de casilla en asuntos como la revisión del dedo de los votantes, la aplicación correcta de la tinta y el mayor conocimiento de algunos de los procedimientos. También es importante asegurar la presencia de funcionarios suficientes en todas las casillas.
--La protección del secreto al voto y la libertad de los votantes, especialmente en ciertas regiones. Se trata de un asunto que trasciende las responsabilidades, ya no sólo del IFE, sino de los mismos funcionarios de casilla, y que es por su misma inercia difícil de erradicar.