Recriminaciones mutuas sobre intercambio y desatención de informes
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 18 de julio Ť El gobierno cubano ha compartido con el gobierno estadunidense alguna información preliminar que implica a residentes en Estados Unidos en las recientes explosiones en la isla, informó a La Jornada una fuente gubernamental en Washington.
Sin embargo, el vocero del Departamento de Estado, Nicholas Burns, sigue insistiendo en que Cuba no ha proporcionado información implicando a residentes en los atentados en Cuba.
Pero otra fuente gubernamental estadunidense señaló lo contrario y dijo que el Ministerio del Interior cubano sí entregó algunas investigaciones preliminares a re- presentantes de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, los cuales señalan el involucramiento de personas que viven en Estados Unidos en los bombazos en los hoteles cubanos.
``Estamos en el proceso de examinar esta información para saber si podemos hacer de ella un caso sólido'', dijo esta fuente gubernamental estadunidense en privado.
A pesar de este reconocimiento, otro alto funcionario de Washington reiteró hoy a La Jornada que no se ha recibido información y públicamente el Departamento de Estado reiteró ayer que ``les hemos dicho (a los cubanos) que no tuvimos nada que ver con eso (los atentados) y no estamos enterados de ningún involucramiento de ciudadanos estadunidenses''. Agregó Burns: ``Si tienen información... nos la deberían de entregar. No han podido hacerlo''.
En tono agresivo, añadió que ``nos lleva a creer que los cubanos deberían cumplir primero con su tarea, antes de hacer acusaciones descabelladas como éstas''.
Funcionarios cubanos también han rehusado comentar sobre el carácter de la información que dicen tener, aunque el vocero de la cancillería cubana, Miguel Alfonso, dijo ayer aquí que ``la evidencia existe''.
Según la agencia Ap, Alfonso afirmó que ``el momento para presentarla será determinado en su debido momento''.
Anoche, Ricardo Alarcón fue entrevistado por CNN sobre esta, entre otras, cuestión, y también rehusó dar detalles.
Tal vez la explicación de estas versiones es que el intercambio de información se ha llevado solo a un nivel informal.
A principios de esta semana, Burns había dicho, ante las aseveraciones cubanas, ``comprueben o cállense'', pero varios expertos y los medios aquí continúan interrogándose sobre un posible papel estadunidense en los atentados, por la historia de acciones encubiertas desde territorio estadunidense contra el régimen cubano.
Varias agrupaciones cubanas de derechos humanos, como Cambio Cubano y la Comisión cubana por los Derechos Humanos, han condenado los atentados, pero otras como la Fundación Nacional Cubanoamericana, de Jorge Mas Canosa, de forma implícita las han endosado.
``Cuando un gobierno cierra todos los medios normales y civilizados a una transición pacífica del sistema político, el pueblo que ha sido sujetado apelará a todo medio necesario para lograr ese cambio'', declaró esa organización esta semana.
Wayne Smith, experto sobre la relación bilateral del Centro de Políticas Internacionales, ha condenado los bombazos.
``Ya que la mayoría de los actos de terrorismo en Cuba se han originado en Estados Unidos, los cubanos no tienen una gran inclinación para compartir información con nosotros'', dijo a La Jornada.
El Miami Herald, en su edición de hoy, publicó que además de las dos bombas en los hoteles, hubo actos de sabotaje en dos hospitales y un tercero recibió amenaza de bomba el mismo día de los estallidos.
Informó que una sala de uno de los hospitales casi fue destruida por desconocidos que rompieron equipo médico, muebles y paredes.
El Herald confirmó que una amenaza de bomba fue comunicada al hospital Hermanos Almejeiras, en el centro de La Habana.