Listo, el acuerdo de libre comercio con la UE: fuentes diplomáticas
Patricia Muñoz, David Aponte y agencias Ť México y la Unión Europea (UE) solucionaron diferencias y aprobaron un Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación, el cual firmarán el próximo 23 de julio.
El gobierno mexicano y la representación de la Unión Europea informaron que con esto concluye la primera fase del acuerdo global. A partir de enero de 1998 comenzarán otra fase de negociaciones que es la referente a la liberación comercial y de servicios, donde pactarán los tiempos y esquemas de apertura de sus mercados ``producto por producto''.
La Secretaría de Comercio puntualizó que el acuerdo que se firmará incluye cuestiones de diálogo político y de cooperación, así como cuestiones comerciales generales.
Explicó la dependencia que México y la Unión Europea también convinieron un acuerdo interino que establece los ``objetivos y el marco institucional bajo el cual se conducirán las negociaciones para la liberalización de los mercados, la cual será preferencial, progresiva y recíproca''.
Además signarán una declaración conjunta en la que se comprometen no sólo a abrir sus mercados al comercio de mercancías y servicios, sino incluso para el movimiento de capitales y de pagos, así como para cuestiones referentes a la propiedad intelectual.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) explicó que los representantes diplomáticos de México y los 15 países de la Unión Europea firmarán el miércoles 23 de julio los textos ya acordados.
``El gobierno mexicano celebra la conclusión exitosa de estas negociaciones, que marcan el comienzo de una nueva era en las relaciones México-Unión Europea, y constituyen las bases para una asociación firme y duradera entre ambas partes'', señaló al respecto el canciller José Angel Gurría.
Consideró que el comercio con los países europeos ya es una realidad, pero los empresarios mexicanos tendrán otros horizontes y otras alternativas:
``Los mercados europeos en particular, y que nuestro comercio no esté ya tan concentrado, más de 80 por ciento se concentra en el mercado de América del Norte, sobre todo con Estados Unidos, y que tengamos conciencia de que hay otros mundos, otros ámbitos donde se puede aumentar la exportación mexicana'', expresó el diplomático.
No obstante, el camino de estas negociaciones no ha sido fácil y pareció allanarse ayer cuando el Comité de Representantes Permanentes (Coreper) de la Unión Europea dio su visto bueno a la firma del Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación entre la UE y México, cuyo fin de negociaciones está previsto para finales de este año.
El camino hasta la aprobación de esas bases ha sido accidentado, porque un acuerdo alcanzado el pasado 12 de junio fue puesto en entredicho por varios estados miembros de la UE.
Los puntos conflictivos que impidieron hasta hoy el consenso entre los países comunitarios fueron tanto políticos como comerciales.
Por una parte, el texto negociado proponía una formulación diferente de la redacción tradicional de la cláusula democrática, que sustenta todos los acuerdos que la UE establece con países terceros, refiriéndose a los derechos democráticos y del hombre.
Por otra parte, México pedía que se incluyese una declaración unilateral para reconocer los ``esfuerzos'' que el gobierno de ese país se atribuye en materia de democracia y protección a los derechos humanos.
La UE se opuso hasta el final a realizar una excepción de este tipo para lo que es el común de los textos de los acuerdos que firma, lo que México aceptó.
En materia de economía, uno de los problemas que mantuvo hasta hoy bloqueado el acuerdo fue el tema de los aranceles.
México pedía que se congelaran las tarifas comerciales que la UE aplica actualmente para sus importaciones provenientes de ese país y que están comprendidas en el sistema preferencial arancelario.
Algunos países del bloque comunitario, encabezados por Francia, que en principio no se muestra inclinada a que la UE negocie acuerdos de libre comercio, pedían mayor información sobre el impacto real e inmediato de una liberalización en esas condiciones.
Explicó el gobierno mexicano que después de que este acuerdo sea firmado, será enviado al Parlamento Europeo, a los parlamentos nacionales y al Senado de la República para su ratificación. Sin embargo, sus cláusulas sustantivas no entrarán en vigor, en tanto la fase referente a la cuestión comercial no concluya exitosamente, esto es para asegurar la globalidad del proceso.