La Jornada 16 de julio de 1997

La versión de un movimiento devaluatorio en Brasil causó el desplome de mercados en AL; el presidente Cardoso instó a mantener la calma

Ansa, Ap, Afp, Dpa y Reuter, Brasilia, 15 de julio Ť La presidencia de Brasil intentó hoy tranquilizar a los mercados y garantizó que ``nada ha de modificarse en la política cambiaria'', tras la abrupta caída que registró este martes la bolsa de Sao Paulo, que repercutió en las plazas bursátiles de la región en lo que los operadores describieron como el efecto samba.

La bolsa de Sao Paulo, la más rica del país, cerró con una baja de 8.5 por ciento, en la peor caída desde el llamado efecto tequila que siguió a la crisis de México de diciembre de 1994, cuando cerró con una pérdida de 9.9 por ciento.

La caída de este martes, marcada por una volátil sesión en la que el índice Bovespa fluctuó violentamente entre los 11.600 y los 12.700 puntos, para cerrar en 11.617 puntos, fue precedida de una caída de tres puntos porcentuales el lunes.

Los operadores atribuyeron la contracción a una fiebre vendedora de los inversionistas para resarcirse de las pérdidas en Asia. Tras las devaluaciones en Filipinas y Tailandia a causa de sus abultados déficit en cuenta corriente, los inversionistas en América Latina estuvieron temerosos de que Brasil siguiera el mismo camino.

El lunes, cuando la crisis en Asia estaba en pleno desarrollo, el Banco Central de Brasil anunció que el déficit en la balanza de pagos había llegado a un nivel sin precedente de 15 mil 600 millones de dólares en los primeros seis meses del año. La cifra representa el 4.9 por ciento del producto interno bruto brasileño, muy arriba del 2 por ciento que la mayoría de los economistas considera como límite.

Los operadores dijeron que los grandes inversionistas vieron en la crisis asiática la oportunidad de recoger parte de las ganancias de 1997, que fueron de 90 por ciento durante el primer semestre.

Pero además del factor del mercado en Asia, provocó inquietud el hecho de que el ministro de Comunicaciones, Sergio Motta, amigo del presidente Fernando Henrique Cardoso, hubiera criticado al presidente del Banco Central, Gustavo Franco. La prensa atribuyó a Motta haber dicho que ``la crisis asiática evidenció que Franco está equivocado'', al no querer impulsar un programa de desarrollo.

Motta dijo que los recursos obtenidos de las privatizaciones también deben destinarse a inversiones, mientras su colega de Hacienda, Pedro Malan, y Franco, quieren utilizarlos para reducir la deuda de Brasil.

Trascendió que Cardoso se molestó por los comentarios de Motta, y más tarde la oficina de Motta desmintió que el funcionario hubiera criticado a Franco.

El vocero de Cardoso, Sergio Amaral, intentó tranquilizar los mercados y aseveró que ``nada ha de modificarse en la política cambiaria''. Poco antes, el ministro de Planificación, Antonio Kandir, dijo que la baja fue ``puramente especulativa y no hay motivo para alarma'', en tanto el director de política monetaria del Banco Central, Francisco Lopes, señaló que ``están usando la crisis de los países asiáticos para probar la política cambiaria de Brasil''.

En todo caso, el efecto samba repercutió en Buenos Aires, donde el índice Merval registró su caída más grave en lo que va del año y cerró con una baja de 3.4 por ciento, mientras en Venezuela, la bolsa de valores concluyó la jornada con un retroceso de 4.453, y en Perú, la toma de ganancias provocó una caída de 5.64 por ciento en el principal indicador. Por otra parte, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas informó que la inflación en Brasil durante junio fue de 0.35 por ciento lo que indica que la inflación desde la puesta en marcha del Plan Real, en julio de 1994, fue de 64.31 por ciento.

Desalojo de sin tierras

En otros asuntos, un grupo armado destruyó un campamento de campesinos sin tierras y expulsó a 140 familias de un ingenio azucarero invadido en Tamandaré, a 110 kilómetros de Recife, capital de Pernambuco. Al menos tres labriegos resultaron heridos, y la Policía Militar detuvo a 17 de los agresores, pero éstos fueron liberados horas después en virtud de un habeas corpus concedido por un juez.

Y mientras los policías de Paraíba ingresaron a un segundo día de huelga en demanda de aumentos salariales, las policías civil y militar de Sao Paulo analizaban si se declaran en paro.