La Jornada 15 de julio de 1997

Extenderá EU su área cultivable; afectaría a productores mexicanos

Martha García/I Ť Estados Unidos incrementará la superficie agrícola en 20 millones de hectáreas, según reformas legales que forman parte del Tratado de Libre Comercio (TLC), lo que afectará seriamente la producción agrícola mexicana y ahondará la brecha competitiva entre las dos naciones.

A partir de este año, los agricultores estadunidenses contarán con una superficie cultivable de más de 140 millones de hectáreas, en tanto que los mexicanos apenas ocupan cerca de 15 millones de hectáreas, es decir, casi el 10 por ciento de sus vecinos del norte. Según analistas de ese país, el impacto alcanzará a las mejores áreas de cultivo y no sólo a los campesinos marginados.

Las 20 millones de hectáreas estaban ociosas y su liberación es una de las condiciones de la nueva ley agrícola estadunidense de 1996, que repercute en los productores mexicanos dentro del TLC, según el estudio del profesor emérito de economía agrícola de la Universidad de Cornell, Ithaca, Nueva York, Donald K. Freebairn.

Al referirse a la ley agrícola de 1996, el especialista aclara que ésta se restructuró para cambiar de forma radical el marco legislativo sobre la producción del campo y los precios agrícolas. La modificación estadunidense, dice, incide en la relación competitiva con la agricultura mexicana.

Cifras comparativas entre la agricultura de Estados Unidos y México

Entre los datos iniciales de su estudio difundido por la Procuraduría Agraria, Freebairn indica que la producción agrícola representa menos de 2 por ciento del producto nacional en Estados Unidos, cifra que en 1995 fue equivalente a 180 mil millones de dólares, el equivalente a más de 40 por ciento del producto interno bruto de México.

Otros registros considerados por el economista precisan que para ese año el área cosechada por el socio comercial de México ascendía a 121 millones de hectáreas, frete a 14 millones de hectáreas cultivadas en superficies nacionales. En tanto, la producción de maíz fue de 200 millones de toneladas, frente a 16 millones, respectivamente.

El cuadro comparativo continúa sobre el número de granjas en ambos países: 2.1 millones y 3.8; fuerza laboral agrícola, 3.1 millones y 5.7; tractores agrícolas, 4.6 millones contra 0.2, y exportación agrícola como porcentaje del producto total agrícola, 22 puntos y 9, primeras cifras para Estados Unidos y segundas para México.

En el contexto de la interrelación de los mercados los constrastes adquieren mayor relevancia cuando se toma en cuenta que la capacidad agrícola de los estadunidenses ``excede por mucho a la demanda interna efectiva de sus productos'', por lo que la dimensión de sus exportaciones son ``esenciales para el bienestar económico del sector'', sobre todo en granos básicos como maíz, algodón, arroz, soya y trigo.

Freebairn explica esa potencialidad alcanzada por el desarrollo tecnológico y la incorporación de agroquímicos que redunda en los rendimientos por hectáreas: ``El resultado es que cada jornada es actualmente ocho veces más productiva de lo que era hace 50 años''. En la década anterior se empleaba directamente 17 por ciento de la fuerza laboral y en estos años se ocupa menos de 2 por ciento.

Dentro de ese proceso de desarrollo de la producción agrícola estadunidense en casi medio siglo, apunta, el número de unidades productivas se redujo a una tercera parte, la zona de cultivo de 120 millones de hectáreas permanece relativamente estable, mientras que las hectáreas promedio por explotación se han casi triplicado.