Desaparecidos, el cirujano que operó a Carrillo y otros 3 médicos
Juan Manuel Venegas y Roberto Garduño Ť Eduardo González Quirarte, ``asiduo visitante'' en la oficina del general Jesús Gutiérrez Rebollo y según la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ``enlace'' entre Amado Carrillo Fuentes y el militar, habría participado en los hechos del hospital Santa Mónica, haciéndose cargo del traslado del cadáver de El señor de los cielos, primero a la funeraria Juan García López de la ciudad de México y posteriormente a Culiacán, Sinaloa.
En los informes de la Procuraduría General de la República (PGR), González Quirarte aparece identificado como una persona ``cercanísima a Carrillo Fuentes'', de ``nacionalidad estadunidense'', con la responsabilidad de ``las operaciones financieras del cártel de Juárez y jefe de inteligencia'' de la organización delictiva.
La Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud cuenta con el retrato hablado de la persona que se encargó de liquidar el pago por los servicios del hospital de Polanco (oficialmente, 30 mil dólares; extraoficialmente, 125 mil) y de los dos guardaespaldas que custodiaban al capo.
Los dos presuntos gatilleros ya fueron identificados plenamente, aunque no localizados; en cuanto a la persona que pagó, sólo se sabe que existe el retrato hablado, elaborado con las declaraciones del personal del hospital, y según las pesquisas que continúan por parte de la fiscalía antinarcóticos, la persona que liquidó la cuenta por el uso de las instalaciones y la cirugía a la que fue sometido Carrillo es la misma que se encargó de los gastos funerarios en el Distrito Federal y Sinaloa.
Respecto a los médicos que atendieron a Carrillo Fuentes -muerto oficialmente el viernes 4 de julio a las 4 de la mañana-, desde hace dos días empezó a circular el rumor de que había sido asesinado Ramón Pedro López Saucedo, el galeno originario del Distrito Federal que coordinó la cirugía plástica y la liposucción que se le practicó al Señor de los cielos.
Pero la PGR no confirma ni desmiente esa versión que en los pasillos policiacos corrió este sábado con mucha insistencia. López Saucedo, lo mismo que los otros tres médicos externos al Santa Mónica que acompañaron a Carrillo, ``están desaparecidos, no han sido localizados''.
Según esas fuentes extraoficiales, la Procuraduría únicamente tiene ``sujetos a investigación a los anestesiólogos y al personal de enfermería del Santa Mónica, así como al médico de guardia que intentó la resucitación de Amado Carrillo en la madrugada del viernes''.
González Quirarte en el Santa Mónica
De confirmarse la presencia en el hospital Santa Mónica de Eduardo González Quirarte, resultaría que una de las personas de mayor confianza del capo del cártel de Juárez habría coordinado todo lo relacionado al operativo cirugía mientra su jefe estaba en el quirófano.
En la ficha de González Quirarte se indica que cuenta con la nacionalidad estadunidense y que la justicia de ese país lo tiene considerado como prófugo, al existir diversas órdenes de aprehensión en su contra por su probable responsabilidad en la introducción de por lo menos 20 toneladas de cocaína entre 1993 y 1994.
Es reconocido como uno de los ``hombres fuertes'' del cártel de Juárez, debido a su cercanía con Amado Carrillo Fuentes; más recientemente, la Secretaría de la Defensa Nacional lo identificó como el ``enlace'' entre el capo y el general Jesús Gutiérrez Rebollo, ex comandante de la quinta Región Militar de Jalisco y ex comisionado del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas, actualmente preso en Almoloya por delitos contra la salud.
La PGR, por su parte, lo identifica como el lugarteniente de Carrillo Fuentes, además de ``principal asesor y operador financiero, jefe de inteligencia y jefe del grupo armado'' de la organización, con gran influencia en todo el valle de Juárez y en Jalisco.
Ese hombre -de acuerdo con las fuentes consultadas- correspondería al retrato hablado de la persona que se hizo cargo de los gastos hospitalarios de Amado Carrillo, y del posterior traslado del cadáver a la agencia funeraria García López del Distrito Federal y a Culiacán.
Si González Quirarte estuvo allí, lo que no se explica entonces -y por eso continúan las investigaciones- es por qué el cuerpo de Amado Carrillo fue prácticamente ``abandonado, sin que nadie lo reclamara durante seis horas'' del sábado 5 de julio -como informó el fiscal Mariano Herrán Salvatti- en una funeraria del grupo San Martín de Culiacán.
Más todavía: ¿por qué lo mantuvo durante todo el viernes 4 de julio en la funeraria García López? ¿Por qué la familia, en este caso la señora Aurora Fuentes, se entera del deceso de su hijo hasta el sábado 5 en la tarde?
Nada sobre los médicos
Nada se sabe aún de los médicos externos al hospital Santa Mónica que acompañaron a Carrillo Fuentes. El jueves pasado, el fiscal Mariano Herrán Salvatti afirmó que los galenos que participaron en la cirugía plástica y la liposucción estaban ``sujetos a investigación''.
Sin embargo, los únicos en esa situación son los anestesiólogos y el personal de enfermería que colaboraron con los médicos de confianza de Carrillo Fuentes. Y aunque dichos médicos ya fueron identificados -según la PGR-, fuentes extraoficiales aseguran que se encuentran ``desaparecidos''.
Hasta la fecha, el único nombre que se conoce es el de Ramón López Saucedo, de quien se sabe lo que informó el abogado panista Fernando Gómez Mont: ``Se dedicaba a atender pacientes adinerados, y cuando era necesario rentaba las instalaciones del nosocomio...''