La Jornada 12 de julio de 1997

Aznar optó por la ``represión'' con el juicio a 23 líderes de Herri Batasuna

Especial para La Jornada, Bilbao, País Vasco Ť El próximo 6 de octubre se iniciará en Madrid el juicio contra los 23 integrantes de la dirección de Herri Batasuna (HB, considerado el brazo político de ETA) a quienes las autoridades hispanas acusan de ``colaboración con banda armada'', por haber difundido una videocinta en la que tres miembros de la organización separatista daban a conocer el contenido de la propuesta de paz realizada en abril de 1995.

En entrevista con La Jornada, el diputado vasco Karmelo Landa señaló que el procesamiento de los dirigentes independentistas vascos es parte de una coyuntura en la que el gobierno, encabezado por José María Aznar, ha cerrado toda posi- bilidad de diálogo para solucionar el conflicto que enfrenta al pueblo vasco con el Estado español, y ha optado claramente ``por la vía de la represión''.

--¿Qué razones justifican el procesamiento de la Mesa Nacional?

--Desde el punto de vista del gobierno, la razón fundamental es de tipo político: trata de cerrar la vía para que desde Euskal Herria se pueda generar un proceso político de reivindicación y puesta en práctica de la independencia. El problema del Estado español es que, a pesar de los esfuerzos que durante años ha realizado para cerrar esa vía, para abortar todo proceso de plena soberanía, no ha logrado su objetivo. El franquismo no lo consiguió, pero tampoco los sucesivos gobiernos que han reformado el legado de la dictadura y que no han dudado en combinar estrategias --desde la guerra sucia, que han utilizado todos y cada uno de los gobiernos, hasta la persecución política--, con el fin de ahogar la vía independentista. No es ésta la primera vez que miembros de la Mesa Nacional de HB van a prisión.

``También el nuevo gobierno ha asumido este reto y trata de hacerlo de una manera frontal, encarcelando, y además por un periodo largo de tiempo, a toda la dirección nacional de Herri Batasuna. Ese es el objetivo principal''.

--¿Qué persigue el gobierno de José María Aznar con el procesamiento a Herri Batasuna?

--Los anteriores gobiernos del PSOE quemaron muchas etapas; entre ellas una fundamental, la de la guerra sucia organizada de forma sistemática. Hasta ahora sólo hemos conocido una parte muy pequeña de la implicación de los aparatos del Estado en la trama de los GAL, pero sin duda ésta estaba organizada desde la Presidencia del gobierno y desde los propios servicios secretos del Estado, es decir, desde el Centro Superior de Investigaciones para la Defensa (Cesid). El PSOE quemó esa etapa y ahora se inicia otra.

``Esa nueva etapa que supone la judicialización de la vida política y, sobre todo, de la persecución contra la izquierda vasca, tiene aspectos cualitativamente nuevos. Me refiero, en concreto, a la utilización de todos los aparatos de justicia, implicando al propio Supremo, a la modificación de leyes, de modo que entramos de hecho en una situación de excepción cada vez menos encubierta, y a la persecución política clara contra el independentismo vasco. Así, Madrid ha anunciado ya la modificación incluso del nuevo Código Penal, lo cual es bastante llamativo; ha incrementado la persecución sistemática contra la juventud abertzale (independentista) y no duda en utilizar de forma masiva la represión y la cárcel.

``Sin olvidar, por otra parte, la implicación en esa trinchera represiva del Estado de los medios de comunicación. La guerra psicológica, pero como una guerra de diseño a través de la prensa escrita, que está absolutamente implicada en ella, y los medios audiovisuales, es otro índice claro de que entramos en una situación de excepción contra quienes propugnamos un proceso de construcción nacional en Euskal Herria''.

--¿Cabría entender que esta es la respuesta del Estado a la propuesta de paz que ETA hizo en abril de 1995 y cuyo contenido se presenta en el video que ha motivado vuestro procesamiento?

``Si, se puede entender sobre todo que esta es una reacción de alarma por parte del Estado ante esa propuesta y ante la estrategia que acompaña a la propuesta. Y es una reacción de alarma, porque el Estado, después de haber analizado de forma errónea los golpes represivos sufridos por la izquierda independentista en los años 1992 y 1993, se encuentra ahora con una reactivación del proyecto de liberación nacional vasco. A partir de 1994, en los últimos tres años, el conjunto del movimiento independentista ha renovado su estrategia y ha iniciado una gran ofensiva contra el Estado español, una ofensiva sobre todo por diseñar, asentar y desarrollar una vía práctica hacia la plena soberanía de Euskal Herria. Esta importante iniciativa coge muy de sorpresa al Estado español, y también al Estado francés, y genera una reacción muy convulsiva, de gran nerviosismo por parte del Estado y ya a partir de los años 1996 y 1997 se inicia una estrategia a la contra del Estado español. En estos momentos estamos plenamente metidos en esa estrategia''.

--Al juicio que se inicia el 6 de octubre próximo habéis invitado a un gran número de observadores internacionales. ¿Por qué?

--Para tratar de romper el consenso represivo dentro del Estado español y conseguir una palanca que sea un apoyo para el avance precisamente en la resolución de la confrontación con el Estado. El Estado español basa su estrategia en conseguir un consenso en su propio corral. Es decir, trata de integrar dentro de este auténtico régimen político a fuerzas políticas y sociales que permitan, acepten e, incluso, que se impliquen en la represión al independentismo vasco; que acepten amputar toda alternativa de construcción política y social de Euskal Herria, y que acepten y asuman como propia la represión contra todo aquel que reivindique de una forma absolutamente legítima esa opción.

``Ese consenso es el que permitió en su día el encarcelamiento provisional de la dirección nacional de Herri Batasuna, sin que ello generara escándalo alguno ni a nivel institucional ni a nivel político. No hubo prácticamente reacción alguna en las esferas institucionales y políticas. Fue eso lo que hizo decir satisfecho al ministro del Interior, Mayor Oreja, que ``aquí se encarcela a la Mesa Nacional y no pasa nada''. Nosotros, ya en ese momento, vimos que este consenso tenía sin embargo un punto débil y era la extensión de esa situación a la comunidad internacional.

``Lo pudimos ver en Europa donde una delegación de la propia dirección de H.B. estuvimos trabajando durante varios meses en una situación de gran contrariedad para los diversos poderes del Estado. Mientras estuvimos en Europa nos llegaron presiones políticas y judiciales para que volviéramos inmediatamente, lo que indicaba que la situación era bastante difícil de soportar por parte del Estado. Contra nosotros había una orden de busca y captura dentro del Estado; ésta era una situación asumida por las fuerzas del régimen y, sin embargo, estábamos en el exterior siendo apoyados por fuerzas homólogas a la que aquí están apoyando al régimen. De todo ello derivó una interesante reflexión en el sentido de que para romper ese consenso, un consenso que supone una corrupción clara de la democracia, necesitábamos de una palanca, de un apoyo internacional.

``Eso es lo que nos lleva a convocar, primero como peritos y testigos y, como no parece posible porque el tribunal lo ha rechazado sintomáticamente, ahora como observadores a personalidades que en todo el mundo se han implicado en la resolución dialogada de conflictos de carácter político y a gente que tiene en su haber una estricta defensa de los derechos humanos. Van a venir y el Estado no va a poder evitar que haya observadores internacionales, no va a poder evitar que utilicemos esa palanca, que de hecho ya se ha manifestado ahora con la presentación de un manifiesto internacional de denuncia contra este proceso judicial, por ejemplo''.

--Y si finalmente os encarcelan, ¿qué ocurre con Herri Batasuna, quién dirigirá en adelante su actuación?

--Dentro del principio de que una hipotética condena la pague el Estado y no la izquierda independentista están las medidas que ya hemos adoptado para que, si nos encarcelan, haya toda una alternancia política dentro de Herri Batasuna; para que en todo caso nuestra estrategia actual --que se ha demostrado acertada para conseguir una vía de construcción de Euskal Herria y también como vía de disuasión contra la represión del Estado-- no sufra modificación sustancial alguna y, al contrario, se acelere. Hay una Mesa Nacional alternativa.