La Jornada 12 de julio de 1997

Cambia estrategia El Barzón Metropolitano; no hará más marchas

Roberto González Amador Ť Con la propuesta de que el comercio informal pague impuestos y se amplíe la base de contribuyentes al fisco, El Barzón metropolitano anunció ayer un replanteamiento de sus medios de lucha y protesta, que ha llegado al extremo de llevar elefantes y caballos a sus marchas por la ciudad de México.

``No haremos más marchas'', afirmó ayer Alfonso Ramírez Cuéllar, dirigente de El Barzón metropolitano y virtual diputado federal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

La decisión de suspender las manifestaciones por las calles de las principales ciudades del país, y en particular del Distrito Federal, es resultado de la reconfiguración del mapa electoral del país. Y, particularmente, del triunfo perredista en la capital.

Ramírez Cuéllar explicó: ``la determinación de suspender las marchas no pretende someter a la sociedad o a los organismos sociales al nuevo gobierno de la capital. Pero tampoco hay que olvidar que se tratará de un gobierno electo en un escenario de desastre, caos y rezagos; por ello se requiere de una comprensión fincada en compromisos''.

El dirigente de El Barzón metropolitano convocó a una conferencia de prensa para dar a conocer una propuesta de cinco puntos que el organismo de deudores hará llegar a organizaciones empresariales, sindicales, civiles y sociales para tratar de obtener su apoyo.

En el tercer punto, El Barzón metropolitano ofrece un compromiso para no realizar manifestaciones que trastornen el flujo vehicular y respetar irrestrictamente el derecho de manifestación, ``creando espacios de concertación del más alto nivel para la solución de los conflictos''.

El Barzón, dijo Ramírez, ha llegado a la conclusión de que debe replantear sus medios de lucha, enfocados en los últimos tres años a protestar contra los altos costos de intereses por parte de las instituciones de crédito privadas y de rechazo a los programas gubernamentales de apoyo a deudores de la banca.

Los medios de lucha barzonistas han sido, en ocasiones, peculiares, por decir lo menos. En septiembre de 1996, unos 30 mil barzonistas marcharon por Paseo de la Reforma, en la ciudad de México, acompañados por elefantes y caballos. Hace dos años llegaron al Zócalo capitalino con 500 camiones y 70 tractores, en un acto que desquició el tránsito en el primer cuadro de la ciudad.

``No podemos conducirnos a ultranza como un grupo de presión'', dijo Ramírez Cuéllar. La intención, manifestada por el dirigente barzonista, es ``ayudar a que el gobierno del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas -vencedor en la elección para jefe del gobierno del Distrito Federal- sea exitosa''.

El llamado de El Barzón a otras organizaciones para firmar ``un nuevo acuerdo social'' pretende concretar un pacto de buena fe sobre la base de que los ciudadanos se comprometan a apoyar al gobierno capitalino a cambio de acciones firmes en materia de promoción de empleo, combate a la inseguridad y corrupción, y otro de flexibilidad fiscal.

Por ello, añadió, El Barzón replanteará sus funciones como organización social para trascender la mera lucha de los deudores de la banca y apoyar con proyectos concretos una mejoría en la vida de la ciudad.

``No queremos que los ciudadanos se sometan al gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas. Pero vamos a asumir el compromiso de apoyar en todas las tareas que beneficien a los habitantes de la ciudad''.

El ``nuevo acuerdo social'' promovido por El Barzón está dirigido a la Cámara de Comercio de la ciudad de México; la Federación de Trabajadores del Distrito Federal (la base local de la Confederación de Trabajadores de México); la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación; las cámaras de la industria restaurantera y hotelera; desarrolladores inmobiliarios; organismos sindicales, civiles y partidos políticos.

Los puntos que incluye son:

La integración de una comisión local de transparencia y la desaparición o reducción sustancial de sobresueldos, bonos y aguinaldos de los funcionarios, así como la revisión semestral de los bienes patrimoniales de los directivos del gobierno capitalino. Esta comisión de combate a la corrupción no pretende sustituir a los órganos de vigilancia de la Asamblea Legislativa o la Cámara de Diputados.

El segundo punto promueve un programa emergente de empleos. La mejor forma de combatir la miseria, dice el texto, es el empleo, y ello requiere de un acuerdo tanto para sanear las finanzas locales, hacerse de más recursos, modificar el esquema de pago de la deuda y abrir el camino para el desarrollo de ``una flexibilidad'' en los cientos de miles de empresas y establecimientos, además de contar con los recursos para un programa ambicioso de empleos.

El tercer punto está relacionado con la suspensión de marchas.

Un cuarto punto tiene que ver con la seguridad pública. Aquí destaca que el mando y el control de la policía capitalina debe recaer en el gobierno local y la sociedad debe ser promotora de los cambios legales y constitucionales, e instalar un consejo de seguridad a nivel local y delegacional.

Y, como quinto punto, la integración de un consejo central de planeación para que el diseño, aprobación, ejecución y fiscalización estén bajo el control de la sociedad y la Asamblea Legislativa.