José Esparragoza, El azul, sería el nuevo jefe del cártel de Juárez
Juan Manuel Venegas Ť Con la muerte de Amado Carrillo Fuentes, la dirección del cártel de Juárez podría recaer ahora en Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, plenamente identificado por la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud, como importante integrante en la estructura de esta organización que, de acuerdo con los documentos que ayer dio a conocer la PGR, lavó en los últimos meses ``por lo menos 165 millones de dólares'' producto del narcotráfico.
Sobre el poder económico de este grupo, los informes de la PGR indican que Carrillo Fuentes tenía dinero para disponer de lo siguiente:
``En junio pasado pagó a un juez 30 mil dólares para que negara una orden de cateo; en ese mismo mes es detenido el comandante regional de la Policía Federal de Caminos en Sinaloa, por recibir 50 mil dólares del capo; realizó un pago parcial de 150 mil dólares para la compra de un vehículo blindado, y a principios del presente mes se incautó una cuenta bancaria por 10 millones de dólares para financiar sus viajes al extranjero''.
El fiscal Mariano Herrán Salvatti alertó que el fallecimiento del llamado Señor de los Cielos ``no significa la desaparición del cártel, pero sí una desarticulación interna que seguramente tendrá repercusiones'' en cuanto a su dirección, por lo que el combate a este grupo no termina con el deceso de Carrillo Fuentes, ``sino que está planificado hasta desmembrarlo''.
Por lo que hace a la nueva estructuración del mando de esta organización considerada actualmente como la mayor introductora de cocaína y heroína a Estados Unidos, Herrán Salvatti expuso que además de Esparragoza Moreno, ``es sujeto de una investigación Vicente Carrillo Leyva (hijo de Amado)'' y su posible influencia en el tráfico de narcóticos.
A Amado Carrillo Fuentes, su influencia y ``poder económico'' producto de sus ganancias por el tráfico de cocaína, lo llevó a infiltrarse, incluso, en el Ejército Mexicano, como fue descubierto en febrero de este año cuando la Procuraduría General de la República (PGR) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), reconocieron que el general Jesús Gutiérrez Rebollo, entonces comisionado del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD), brindaba protección al narcotraficante.
Tras la detención de Gutiérrez Rebollo, las pesquisas continuaron y, al paso de los meses, se puso al descubierto que otros militares de manor rango y funcionarios antinarcóticos del INCD habían sido coptados por el cártel de Juárez que, según afirman distintas fuentes de la PGR, bajo la dirección de Amado Carrillo intentó ``unir a los principales grupos de narcotraficantes en México, para evitar una guerra interna'', luego de la caída, a principios de 1996, de Juan García Abrego.
Su único obstáculo para lograr este objetivo, lo representó el conocido cártel de Tijuana de los hermanos Arellano Félix, a los que trató de debilitar, precisamente, con el apoyo del general Jesús Gutiérrez Rebollo.
Y si Gutiérrez Rebollo se había convertido en el pilar de Carrillo Fuentes, su detención abrió paso también a una serie de acciones coordinadas por la Secretaría de la Defensa Nacional y la PGR que, en los últimos cuatro meses, llevaron a las autoridades ``a cercar al Señor de los Cielos, identificando e incautando varias de sus propiedades, decomisando cuentas bancarias y deteniendo y consignando a elementos militares y policiacos antinarcóticos'' que estaban a su servicio en varios estados de la República.
En cuanto a su fortuna, aunque extraoficialmente se ha especulado que en los últimos diez años llegó a amasar cuentas bancarias y propiedades por ``varios miles de millones de dólares'', ayer el fiscal Herrán Salvatti informó que en los últimos meses le fueron asegurados ``10 millones de dólares que servían para financiar sus viajes al extranjero y 150 mil dólares del pago parcial hecho a una agencia automotriz por la compra de vehículo blindado.
``Además, durante el cateo que realizamos a seis domicilios el pasado mes de junio, obtuvimos diversos documentos que acreditan que el cártel de Juárez lavó por los menos 165 millones de dólares'', indicó Herrán Salvatti.
Esa es una muestra de su poder económico, que se reflejó nuevamente anoche, cuando la familia pagó mil 100 dólares por hora para la renta del avión de la línea Aeroamanecer (propiedad de la familia Libién, de Toluca) que transportó a Culiacán el cuerpo de Amado.