La Jornada 10 de julio de 1997

Enemigos del Papa, considera un grupo angelino a jesuitas y teólogos liberales

Triunfo Elizalde Ť En la Iglesia católica hay cuatro grupos que son ``los enemigos del Papa: los marxistas, los teólogos de la liberación, los jesuitas y los teólogos contestatarios'', dice un libelo publicado en Estados Unidos y México por Beacon Notes, con sede en Los Angeles, California. El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez dijo ignorar cuál es el origen de este grupo y quién lo encabeza, pero el panfleto es ``un nuevo ataque a nuestra congregación'', dijo David Fernández, director de esa organización no gubernamental.

Una copia del documento proporcionada por el Centro Pro Juárez dice: ``Los enemigos del Papa, sean marxistas, teólogos contestatarios o jesuitas rebeldes, están actuando y preparando el referéndum para la petición de reformas en América Latina''. En varios países, agrega, los ``enemigos'' del pontífice repiten acciones y discursos que durante las dos últimas décadas han difundido en Estados Unidos.

Cita la obra La hoz y la cruz, de Ricardo de la Cierva, que habla de los supuestos enemigos del Papa, y aclara: ``En sentido personal, el Papa no tiene enemigos; sólo considera como tales a los enemigos de Dios, a los que quieren arrancar a Dios del alma de los hombres, a los enemigos de la Iglesia, a los promotores de la secularización absoluta''.

Según el libelo, el primer enemigo institucional del Papa ``es el marxismo, que en la encíclica Dominum et vivificantem llamó pecado contra el Espíritu Santo'', pues ``aunque gobiernos comunistas han caído, su materialismo ateo sigue presente''; el segundo grupo lo forman ``los principales teólogos de la liberación, con algunos de los cuales, como Leonardo Boff, el Papa ha demostrado una paciencia infinita, correspondida después con insultos y calumnias contra la Santa Sede''.

Sin embargo, añade, ``los enemigos institucionales más peligrosos de Juan Pablo II han sido los jesuitas, quienes pueden considerarse como el tercer grupo abiertamente hostil (...) La perversión institucional ha convertido a la Compañía de Jesús, ya desde tiempos de Pablo VI, en la mayor fuerza de oposición del papado dentro de la Iglesia católica (...) Claro que no ha sido toda la Compañía de Jesús, pero sí su estamento dirigente, los promotores de su estrategia de acción social y política''.

El cuarto grupo, dice el texto, lo integran los ``contestatarios'' de la Iglesia católica: ``Son implacables y están presentes en todos los sectores teológicos'', entre los que menciona los siguientes: ``En España, Johann Baptist Menz; los jesuitas Alfonso Alvarez Bolado, Robert Haight e Ignacio Ellacuría; Hans Küng, Leonardo Boff, Charles Curran, Bernard Ehring y Marciano Vidal''.

Luego de asegurar que ``Estados Unidos exporta el cisma a Latinoamérica'', señala que las personas y organizaciones ``radicales'' de la ``Llamada a la Acción ya actúan en el vecino México''; que el grupo Católicas por el Derecho a Decidir, ``financiado desde Estados Unidos por la Fundación Ford'', recibe asesoría del sacerdote jesuita Juan Lafarga, profesor de la Universidad Iberoamericana, recientemente nombrado rector del sistema de universidades jesuitas en México, que ``no son católicas aunque su nombre lo diga''.

Recuerda que dicha agrupación fue fundada en 1970 por el jesuita Joseph O'Rourke, quien dejó el sacerdocio en 1974. El primer nombre de la organización fue ``Católicas para la eliminación de todas las restricciones a las leyes del aborto y contracepción. Lograda en Estados Unidos la legalización del aborto cambiaron su nombre por otro más atractivo . Ahora, en México, están desarrollando una fuerte campaña para legalizar el aborto''.

También se menciona a los religiosos de la Confederación de Institutos Religiosos de México (clausurado hace poco por órdenes papales). ``Cuando era el provincial de los jesuitas, se enfrentaron y criticaron al Episcopado Mexicano por establecer relaciones con el gobierno, pero, en vista de que salieron perdiendo, ahora tratan de mejorar sus relaciones con los obispos para poder ocupar puestos en las oficinas de los obispados, repitiendo de esta manera lo que hicieron los católicos rebeldes en Estados Unidos''.

Según Beacon Notes, el ``asalto'' a los puestos de decisión de la jerarquía católica fue la principal consigna del 15 Encuentro Nacional de las Comunidades Eclesiales de Base, celebrado en octubre de 1996 en Tehuantepec, Oaxaca.

En esa reunión, se dice, el sacerdote jesuita Roberto Oliveros, quien, como Bernard Cooke en Estados Unidos, es decano de la Facultad de Teología y representante de las Comunidades Eclesiales de Base, aseguró: ``Ya hay varios obispos activos de la Conferencia del Episcopado Mexicano que se agrupan para forjar la Iglesia de los pobres, una nueva forma de ser Iglesia''.