La Jornada 10 de julio de 1997

Cesa el Congreso ecuatoriano al presidente de la Corte Suprema

Afp, Ap, Dpa, Ansa y Reuter, Quito, 9 de julio Ť Una crisis política quedó abierta en Ecuador luego de que el Congreso unicameral destituyó al presidente de la Corte Suprema de Justicia, así como a otros 30 magistrados, en una decisión adoptada con el fin de ``despolitizar'' la justicia del país.

El presidente de la Corte, Carlos Solórzano, declaró que ahora se ha comprobado que en Ecuador se vive bajo una dictadura parlamentaria. Solórzano sostuvo un enfrentamiento con los legisladores del oficialismo por la aprobación de la medida y calificó al presidente interino Fabián Alarcón de ``traidor''.

La decisión fue tomada esta madrugada por 62 de los 70 diputados asistentes a la sesión, en el marco de una resolución transitoria reformatoria de la Constitución política, y, según esto, obedece a un proceso de ``despolitización de la justicia'', tal y como los ecuatorianos exigieron en un plebiscito de mayo pasado.

Por su parte, Solórzano también sostuvo una polémica con el líder del Congreso, Heinz Mšeller, quien dijo que en segunda sesión, esta noche, se hará efectivo el cese de los magistrados, e indicó que ahora también el Parlamento deberá definir el mecanismo de elección de los integrantes de la nueva Corte.

Al efecto, dijo que se contará con el concurso de 12 colegios electorales, ex presidentes de la república, ex presidentes de la Corte, facultades de jurisprudencia, asociaciones de abogados, de industriales, cámaras de la producción, la Iglesia, sindicatos, estudiantes, grupos de derechos humanos y medios de comunicación.

Explicó que ese conjunto de organizaciones propondrán los nombres de 120 candidatos para que el Congreso escoja 24, mientras que los otros siete magistrados serán nominados por la ``sociedad civil'', que llevará los nombres ante la Comisión Legislativa de Asuntos Judiciales.

En el contexto del enfrentamiento con el presidente Alarcón y Mšeller, el líder de los congresistas, Carlos Solórzano señaló que ``se ha confirmado que el país vive bajo una dictadura parlamentaria. No estaré en funciones prorrogadas; inmediatamente me iré a mi casa''.

Solórzano había convocado a Mšeller para discutir el asunto antes de que el Parlamento tomará la decisión, y al mismo tiempo acusó al presidente Fabián Alarcón de ``traidor'' y afirmó: ``él dijo que iba a respetar la Corte Suprema de Justicia, pero ahora veo que tiene otra idea''.

El presidente de la Corte fue más allá, al afirmar que el Congreso quiere cambiar a los magistrados porque existen ``peces gordos'' involucrados en uno de los juicios por corrupción que inició contra el ex presidente Abdalá Bucaram, y que él lleva adelante.

Sin embargo, concluyó que esos juicios no se detendrán, pues el deber en toda Corte es proseguir con los litigios.

Entre tanto, el comando conjunto de las fuerzas armadas de Ecuador designó una comisión militar para investigar las causas de la explosión de un polvorín, que ayer causó la muerte de tres soldados y un bombero y dejó heridas a otros 202 en un cuartel del sureste de Quito.

La Cruz Roja descartó la presencia de radiactividad en la zona cercana al cuartel militar Chimborazo, donde se produjo la explosión, mientras que el gobierno ecuatoriano anunció que indemnizará a los afectados por el percance.

El embajador ecuatoriano en Uruguay, Moisés Arteaga, declaró por su parte que fue removido de su cargo debido a las discrepancias existentes entre su hija, la vicepresidenta Rosalía Arteaga, y el presidente Fabián Alarcón.