El sufragio ``de castigo'' al PRI no será a perpetuidad: González Avelar
Ricardo Olayo Ť Para Miguel González Avelar, uno de los hombres que apoyó a Alfredo del Mazo en los trabajos de campaña, las cuentas pendientes que tenía el PRI con los ciudadanos ya está saldadas y no pueden ser un castigo a perpetuidad. El nuevo interlocutor es el PRD y será a ese partido al que la gente reclamará que cumpla lo que ofreció, dijo en entrevista.
``El cataclismo electoral del 6 de julio'', dice el ex secretario de Educación Pública, debe abrir paso a una tarea pendiente: la reforma democrática al interior del PRI.
A su vez, el dirigente capitalino, Roberto Campa, opinó que la derrota no se explica por problemas coyunturales del país, sino por fallas en el funcionamiento de la estructura de su propio partido, como ``liderazgos locales que ofrecen grandes movilizaciones y muchos votos pero al final no cumplen''.
Campa indicó que la próxima semana se separará de su cargo y subrayó que no sería congruente permanecer en la dirigencia con resultados como los obtenidos. Aseguró que la fracción del PRI en la ARDF, aunque de número reducido, tendrá un trabajo más competente que el de sus opositores.
Renovación de la dirigencia por consulta
González Avelar fue el coordinador del grupo Encuentros Ciudadanos en la campaña de Del Mazo. El mexiquense le pidió que ocupará ese cargo que también desempeñó a nivel federal en la campaña presidencial de Ernesto Zedillo.
``La dirigencia nacional debe considerar la conveniencia de dejarle el paso a fuerzas nuevas que surjan de la movilización interna, para que se legitimen por la vía de la democracia interna por la que tanto se ha venido luchando dentro del PRI pero sin mucho éxito''.
--¿La elección de la dirigencia debe ser un proceso más abierto?
--Sí, no sólo la designación a puestos de elección popular, sino la de dirigentes debe ser consultada y debatida y ser producto de un consenso de las fuerzas del partido. El Consejo Político Nacional debe hacer una exploración amplia y a nivel nacional porque no hay porvenir para el partido, sino hay una ola de democratización del partido.
--¿La Asamblea Nacional de su partido es suficiente para llevar a cabo el debate que propone?
--Claro que no. La discusión de darse en los sindicatos, los comisariados ejidales, los comités seccionales, todos ellos para refrendar o revocar liderazgos.
--¿Cómo pueden subir los liderazgos emergentes con la permanencia de cacicazgos?
--Yo no puedo calificar la legitimidad de estructuras en este momento, pero lo que sí digo es que es hora de ratificarlas o revocarlas. No podemos dar por buena toda representación del partido, porque así ha sido en el pasado, eso hay que cambiarlo porque otras fuerzas políticas se multiplican y ganan espacio.
--¿Qué ocurrió con la oferta priísta?
--Lo que ocurrió fue un cataclismo electoral que por más optimista que se quiera ver es un descalabro para cualquier partido con la pérdida de seis o siete millones de votos. Desde que se fue de la dirigencia Luis Donaldo Colosio ha habido siete comités y resulta claro que un partido no puede dirigir una estrategia, ni la lucha social, ni causa nacional alguna a esa velocidad de cambio.
--¿Cómo convencer en futuros procesos a quienes votaron por otro partido?
--Los electores han dado la confianza a alguien que les ha ofrecido hacer ciertas cosas, la cuenta que tenía pendiente el PRI, ya se saldó, ahora su interlocutor es el PRD. No puede ser una deuda a perpetuidad como en el infierno. Ahora habrá otras autoridades a las que se pedirá que cumplan lo que ofrecieron hacer.
--¿Compartió con Alfredo del Mazo estas ideas?
--No tuve tiempo de hablarlo, pero como ha dicho el presidente de la República, se tiene que vivir a plenitud la democracia. Sería insensato que se viviera la democracia en todo el país, salvo en el partido del presidente de la República; sería inconsecuente.