La Jornada jueves 10 de julio de 1997

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

El Senado de la República ha adquirido un valor político estratégico a partir de la nueva conformación de la Cámara de Diputados, pues en aquel órgano legislativo estará depositada la última línea de contención que tendrán los intereses priístas frente a las naturales acometidas que provengan de la plural cámara baja.

Bajo tales consideraciones será natural el mayor cuidado de las fidelidades y la unidad de la bancada senatorial priísta.

Por lo pronto, se estudia en el ámbito administrativo la implantación de individualizados sistemas de auditoría que den transparencia a los gastos de cada senador.

El propio presidente de la Gran Comisión del Senado, Genovevo Figueroa, podría dar ejemplo de congruencia en ese propósito mostrando en lo individual su manejo de recursos, y en lo institucional informando de la manera y los criterios como se asignan las partidas presupuestales de apoyo a cada uno de los partidos con representación senatorial.

Más allá de Roque

Los priístas que hoy pretenden culpar individualmente a Humberto Roque Villanueva por la derrota de su partido evaden el análisis de fondo que les llevaría a encontrar la fuente de origen en la facultad metaconstitucional de conducción del PRI, que siempre ha ejercido el Presidente de la República en turno.

Roque, la delicia de los caricaturistas y los fotógrafos, el efímero competidor de don Fidel, el cliente a granel de Por mi madre, bohemios, el creador de frases y gestos perdurables, no es, en estricta justicia, el principal responsable de la catástrofe tricolor.

Lo son todos y cada uno de los militantes que han aprobado silenciosamente la lenta degradación de su partido y, de manera especial, quienes han tenido la responsabilidad de nombrar a los mil y un Roques existentes en el mapa político priísta.

Criticado y socarronamente desdeñado, Roque Villanueva es el alter ego del mando político real, de tal manera que ha sido el coahuilense simplemente un ejecutor simplista, caricaturesco y pintoresco de los estados de ánimo y de los conceptos políticos de su verdadera fuente de poder y de inspiración.

Baste recordar la manera como se han complementado y correspondido los explícitos tonos rijosos de Roque retando y enfrentando a sus colegas dirigentes, clasificando e ironizando en materia de partidos y candidatos, con el tono abierto de confrontación conceptual y de descalificación política usado por el Presidente de la República durante las semanas previas a los comicios.

Por ello, los militantes priístas se equivocan al creer que en el desplazamiento físico --o en el eventual linchamiento político-- de Roque encontrarán verdaderas fórmulas de salvación.

Sin lugar a dudas, el coahuilense tiene una porción importante --al menos la más llamativa-- de la derrota sufrida, pero no será sólo cambiando de locutor en los comerciales como un producto político habrá de mejorarse.

El saldo de Oscar Espinosa

Las peores cuentas entregadas al Partido Revolucionario Institucional de parte de quienes gobiernan corresponden, sin lugar a equívocos, a Oscar Espinosa Villarreal.

La terrible catástrofe de los candidatos priístas a diputados locales y federales, y a la gubernatura del Distrito Federal, muestran una inocultable insatisfacción, por decir lo menos, de los habitantes de la capital del país respecto de sus autoridades actuales.

Espinosa, quien ha puesto buena cara a los malos tiempos, tiene entre otros asuntos de difícil manejo frente al venidero gobierno perredista, el de la licitación de la Línea ``B'' del Metro, que permitiría la adquisición de 28 trenes de nueve carros cada uno, con un costo de 400 millones de dólares, cifra que ataría a la administración cardenista a realizar un pago que equivaldría a 8.7 por ciento del actual presupuesto anual del Departamento del Distrito Federal.

En este accidentado e inconcluso proceso han asomado dudas e inquietudes de diversa índole, unas adjudicadas al Sistema de Transporte Colectivo (STC), que dirige Alfonso Caso, y otras por la injerencia de José Córdoba Montoya como asesor de la alianza anglo-francesa-canadiense GEC-Alsthom-Bombardier, según denuncia que hizo Miguel Badillo en El Universal.

Darío Célis, en su columna Corporativo, de El Financiero, mencionó que a José Córdoba Montoya se le ha visto públicamente con Bernard Prieur, director de la parte francesa de la alianza anglo-francesa-canadiense inicialmente apuntada como virtual triunfadora, y con el asesor legal de GEC-Alsthom, Enrique Fernández Castelló.

Agrega Célis: ``Además, se sabe que el mismo Córdoba por lo menos sostuvo con Caso una reunión, escasos días antes de que se emitiera el fallo técnico''.

¿Caso? Sí. Alfonso Caso, hijo del secretario de Comunicaciones y Transportes durante el gobierno salinista, Andrés Caso Lombardo...

El asunto está pendiente de resolución, tanto en el plano interno de la actual administración del DDF como, eventualmente, de la revisión que haría el gobierno cardenista de un asunto tan delicado.

Potosinos en el DF

Un grupo representativo de la comunidad de San Juan de Guadalupe, perteneciente al municipio de la capital del estado de San Luis Potosí, llegará hoy al Distrito Federal en demanda de atención a los problemas de regularización de la tenencia de la tierra que enfrentan desde hace años y que las autoridades locales no han podido resolver.

El grupo ha venido en marcha desde la capital potosina y con su figura simbólica al frente, Pedro Menchaca Jasso, un viejo campesino montado en un burro, se instalará en la Plaza de la Constitución, frente al Palacio Nacional, en espera de que se les atienda.

Los comuneros han sostenido una prolongada lucha contra un pequeño grupo priísta que se ha hecho del control formal de la comunidad y ha permitido agravios contra los intereses colectivos.

Los principales asesores de este grupo son Enrique González Ruiz, ex rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, quien se ha dedicado a ayudar a organizarse a diversos y dispersos movimientos potosinos de lucha popular, y Silvia Valentinotti, una abogada que ha puesto especial atención a la lucha en favor de campesinos y comuneros.

Otros potosinos llegaron también a la capital del país en demanda de atención, y entregaron un documento en la Dirección de Audiencias de la Presidencia de la República, una de cuyas copias hicieron llegar personalmente a esta columna.

El caso se refiere a los 180 socios ahorradores de la Caja Popular Real San Sebastián, sucursal Soledad de Graciano Sánchez, en el estado potosino, quienes se quejan de que ``no se ha mostrado interés jurídico'' en el asunto y que las autoridades gubernamentales y legislativas de la entidad no han hecho nada para evitar que dichas cajas populares sirvan ``sólo para robar a quienes menos tienen''.

Astillas: Un grupo de priístas jóvenes han decidido formar un Foro para la Renovación del PRI. Los voceros de esa corriente interna son Miguel González Compeán, secretario general del Instituto de Formación y Capacitación de Cuadros del Comité Nacional priísta; Ricardo Mejía Berdeja, dirigente del sector popular de Coahuila, y Mauricio López Velázquez, miembro de un grupo denominado Democracia para el Cambio... En una comida entre diputados y senadores priístas integrantes de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, se escuchó la siempre oportuna crítica del senador Gustavo Carvajal Moreno contra la directiva nacional del Partido Revolucionario Institucional, convertida a estas alturas en árbol caído del cual se puede hacer redituable leña futurista...