La Jornada 4 de julio de 1997

UNAM: el apoyo a científicos será caso por caso

Claudia Herrera Beltrán Ť La UNAM seguirá con el apoyo financiero a los científicos que requieran dinero para la importación de insumos durante el resto del año, pero por primera vez lo dará a partir de un análisis ``caso por caso'' y con el mayor apego posible al presupuesto destinado para ese fin.

Ante las protestas de la comunidad científica por la decisión de cancelar la ayuda financiera para la compra de insumos foráneos, el secretario administrativo Leopoldo Paasch aclaró que, en principio, ``no van a dejar colgados a los investigadores'', pero advirtió que en el futuro deberán aprender a ``hacer un uso más racional del dinero'' y, si es necesario, tendrán que recurrir a la compra de equipo y material hecho en México.

Indicó que la universidad estimó que este año utilizaría 42 millones en gastos y derechos de importación y que seguramente esta cifra se rebasará, pero no en la cantidad de años anteriores, ya que se aplicará un mejor control de los recursos y se buscará ahorrar previendo las compras.

Previamente, el rector Francisco Barnés de Castro explicó que el presupuesto para ese rubro dejará de manejarse de manera centralizada, y en adelante serán las dependencias las que decidan, conjuntamente con los investigadores, si es necesaria la adquisición en el extranjero de equipo y material. El propósito, agregó, es que los científicos entiendan que no hay una ``bolsa indefinida'' de dinero.

Antes de las declaraciones de los funcionarios, los científicos René Drucker, Jaime Mas y Arturo Cruz Hernández dijeron que hay proyectos de investigación, sobre todo, en los institutos de ciencias experimentales, que dependen en 90 o 100 por ciento de las importaciones y que definitivamente no podrán trabajar, porque esos insumos no se fabrican en México.

El martes pasado cerca de 400 científicos enviaron una carta al rector en la que lanzaron una fuerte protesta contra esta sorpresiva medida. Argumentaron que su presupuesto para el resto del año se reducirá a casi la mitad, pues ahora tendrán que sumar a las requisiciones que hagan en el extranjero una cantidad para cubrir los gastos de importación que hasta ahora habían sido absorbidos por una partida especial del presupuesto universitario.

Durante los últimos años la Universidad Nacional Autónoma de México pagaba los costos de importación de insumos con su presupuesto y con dinero de instituciones ajenas a la máxima casa de estudios, lo que facilitaba a los investigadores comprar de emergencia algún equipo o material. Sin embargo, el 27 de mayo pasado los científicos recibieron una circular donde se les comunicó la cancelación de esta ayuda.

Casi un mes después y en respuesta a las numerosas cartas de protesta que enviaron los científicos, Paasch envió otra circular en la que aclaró que se trataba de una ``reasignación'' del presupuesto universitario, pero les recomendó que en adelante incluyeran en sus solicitudes de apoyo financiero (tanto a instancias oficiales como privadas) los gastos de importación, porque la UNAM ya no podía seguir sufragando esos costos.

Ayer, Barnés de Castro dijo que los investigadores deben aprender a incluir los gastos de importación en las peticiones de financiamiento que hacen a instituciones ajenas a la UNAM. ``De otra manera, no podemos preverlo a tiempo ni contar con los recursos adecuados, y cuando se da el apoyo se hace a costa de retirarlo de otros programas que son prioritarios para la UNAM'', advirtió el rector.

Además, señaló que los investigadores tienen que ``ser conscientes de que los recursos no son infinitos'' y si pueden adquirir en México los productos y el equipo, que lo hagan. Mencionó como ejemplo de los dispendios la compra de erizos de mar, cuyos costos de importación rebasan 13 veces el precio que se paga.

Por su parte, Paasch anunció que el próximo 8 de julio se reunirá el Colegio de Directores de la Universidad para definir cómo se va a manejar el rubro de gastos de importación para el resto del año y se elaborará un instructivo con el propósito de que los investigadores sepan con claridad cómo podrán disponer de los apoyos que brinda la UNAM.

Dijo que el propósito de esta medida es que los investigadores aprendan a hacer un uso más racional de los recursos y afirmó categórico que esto se puede hacer. ``Todo en la vida se tiene que planear y racionalizar. Con o sin disposiciones, los presupuesto tienen un límite'', concluyó.