José Cueli
Sociedad civil y servicios de salud

Al enfrentarnos a grandes cambios en el sistema de salud, las decisiones que se tomen al respecto deberán basarse en información confiable y oportuna que incluya las opiniones de la población acerca del funcionamiento y desempeño de los servicios médicos.

En este sentido, el libro Observatorio de la salud, editado por Julio Frenk (1997) incluye un capítulo que presenta los resultados de la Encuesta de Satisfacción con los Servicios de Salud. Esta encuesta --aplicada en 1994 a nivel nacional por la Fundación Mexicana para la Salud, en colaboración con otras instituciones nacionales e internacionales-- se efectuó con el propósito de obtener un perfil de la opinión de la sociedad civil sobre los servicios de salud, así como medir la satisfacción, el acceso y la utilización respecto a los mismos. Vale la pena aclarar que la información recabada es representativa de adultos mayores de 18 años residentes en México, en áreas urbana y rural, tanto usuarios como no usuarios de los servicios de salud.

Entre los datos que presentan los autores Zurita, Nigenda y Ramírez, llama la atención que, en general, casi nueve de cada 10 mexicanos que buscaron servicios de salud en 1994 consideraron buena la atención. Sin embargo, 20 por ciento de los usuarios de los servicios públicos para no asegurados no los consideran de buena calidad, por lo que no regresarían allí para recibir atención. Asimismo, casi la mitad de los mexicanos opina que los servicios privados de consulta general son los mejores en su comunidad, y uno de cada tres considera que los mejores hospitales son los del IMSS y un poco menos opina que son los hospitales privados. Esta información se confirma con las cifras de utilización: cuatro de cada 10 mexicanos acuden a instituciones del sector privado para atención médica ambulatoria y tres de cada 10 para atención hospitalaria.

En relación con el acceso, la mayoría de los que refirieron haber necesitado atención considera que fue fácil buscar y conseguir atención médica. No obstante, en promedio, la espera fue de dos días para una cita con un médico familiar y de siete días con un médico especialista. Para ingresar a un hospital la espera promedio fue de ocho días.

Al preguntar sobre los principales problemas de los servicios de salud, 45 por ciento opinó que es la mala calidad y 29 por ciento la falta de recursos; además, dos de cada tres encuestados piensan que el gobierno no gasta lo suficiente en salud. Por otra parte, la mitad considera que recibe un trato adecuado; seis de cada 10 piensan que los servicios son burocráticos y 38 por ciento considera que no reciben un trato justo.

En 1994, uno de cada tres adultos mexicanos tenía problemas para cubrir sus gastos, incluyendo el pago de honorarios médicos y medicinas; de hecho, 5.4 por ciento de los hogares de menores ingresos tuvieron gastos catastróficos en 1994, lo que representa un incremento de 1 por ciento con respecto a la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de Hogares realizada en 1992. Aunado a lo anterior, siete de cada 10 mexicanos que gastaron en servicios de salud piensan que es importante el problema financiero, causado por el pago de la atención médica, y cuatro de cada 10 opinan que este desembolso tiene impacto en los otros gastos de la familia.

En la evaluación global de los servicios de salud, la mayoría opina que existen algunos factores positivos, pero se necesitan cambios fundamentales. Por ejemplo, siete de cada 10 encuestados consideran que las reformas al sistema de salud deben garantizar la seguridad social para toda la población y asegurar el acceso a servicios básicos de atención médica. Aquí cabe mencionar que estos deseos concuerdan con las actuales propuestas de reformas de salud en México, y que se ha planteado incrementar el acceso a la seguridad social en áreas urbanas, así como ofrecer un paquete básico de servicio en áreas rurales. Por lo tanto, en cuanto se implanten las reformas será necesario recabar nuevamente la opinión de la población sobre los cambios a los servicios de salud.