La Jornada 28 de junio de 1997

Se agudiza la crisis en La Montaña: ONG; pide el EPR impulsar la lucha del pueblo

Triunfo Elizalde Ť Durante un amplio recorrido por las zonas de La Montaña, Costa Grande, Costa Chica y de La Montaña Baja, en Guerrero, 30 observadores de la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos ``Todos los Derechos para Todos'', pudieron comprobar el agravamiento de la situación de los derechos humanos, al multiplicarse las denuncias por tortura, detención arbitraria, detenciones y desapariciones, ejecución extrajudicial y hostigamiento, casos que se observan de manera ininterrumpida desde hace 12 meses.

En calidad de ``reporte preliminar'', ya que próximamente la Red dará a conocer un informe detallado, el organismo no gubernamental dice que durante su recorrido del 20 al 23 de junio los visitadores dialogaron con diversos sectores de la sociedad guerrerense, incluso con víctimas directas e indirectas de violaciones a derechos humanos; comunidades indígenas y población mestiza; desplazados internos; miembros y líderes de organizaciones civiles, campesinas y de diversos partidos políticos.

Luego de advertir que la situación en las zonas visitadas ``enrarece el ambiente político en vísperas del proceso electoral federal del 6 de julio'', asegura que ``en todo ello y en muchas de las violaciones denunciadas el Ejército Mexicano tiene un alto grado de responsabilidad''.

Persecución de militantes del PRD y de dirigentes sociales y maestros

Informa que, en La Montaña, concretamente en Tlapa-Olinalá, son constantes las detenciones arbitrarias, especialmente en contra de miembros de comunidades indígenas. Preocupa la persistencia de la tortura como método de investigación política y la incriminación de militantes del PRD y de organizaciones sociales y magisteriales, junto con ciudadanos comunes, ``como miembros del Ejército Popular Revolucionario (EPR)''.

En la Costa Grande, además de las denuncias por graves casos de tortura y detenciones y desapariciones, la población civil sufre diversos actos de hostigamiento como cateos selectivos en contra de militantes del PRD, existencia de listas negras de militantes y líderes sujetos a investigación por parte del Ejército; violencia política e incluso armada; civiles que fungen como espías, y delatores al servicio de militares.

Asimismo, en la Costa Chica, la presencia castrense causa un fuerte impacto en las comunidades más alejadas de las cabeceras municipales que conforman la región. A partir de la presencia del Ejército y de policías de seguridad pública en retenes, ocurren diversas violaciones a derechos humanos; cada vez es mayor el clima de terror, ``al punto de que la gente se resiste a hablar sobre las violaciones y arbitrariedades que se comenten en sus pueblos''.

De la Montaña Baja, se hace saber que en comunidades del municipio de Ahuacuotzingo, ``las detenciones arbitrarias son cometidas mayoritariamente contra militantes y simpatizantes del PRD, incluso autoridades municipales o simpatizantes de organismos civiles regionales''.

Las detenciones se cometen con engaños y agresiones de diversos grados ``hasta llegar a la brutalidad de la tortura aplicada por varios días, por lo que la población está atemorizada''.

En términos generales, los visitadores de la Red pudieron comprobar que la presencia militar en las regiones citadas ``se manifiesta en constantes patrullajes, la instalación de retenes y revisiones a transeúntes en la mayoría de los caminos; redadas y cateos a poblaciones enteras y la instalación forzada de campamentos militares en zonas comunitarias y se vive un endurecimiento de las posturas políticas gubernamentales que rayan en la intolerancia impartidaria''.


Al cumplirse este sábado un año de su aparición en el vado de Aguas Blancas, el Ejército Popular Revolucionario (EPR) aseguró que el conjunto de las formas de lucha y la participación de todos los mexicanos permitirá lograr los cambios que la nación demanda. Por otro lado reitera que la opresión política, la represión e impunidad por parte del gobierno, empujan al surgimiento de organizaciones que reivindican la lucha armada como una forma más de lucha.

En un boletín donde rinde homenaje a sus combatientes caídos y a los 17 campesinos muertos, el 28 de junio de 1995, por la policía de Guerrero en Aguas Blancas, sostiene que hoy existe más las coincidencias que las diferencias entre los grupos que buscan el cambio en México y subraya la necesidad de que estas fuerzas confluyan en ``un gran esfuerzo unitario para impulsar la lucha por la transformación democrática revolucionaria''.

Agrega que se requiere dar un mayor impulso a la lucha del pueblo ante la ``guerra de baja intensidad'' que aplica el gobierno apoyándose en la ``guerra sucia'', en la que, afirma, se está incorporando a diputados y senadores de PRI y PAN para calumniar al movimiento insurgente.

``El pueblo mexicano necesita gobernarse a sí mismo, ejercer su soberanía, cultivarse, luchar contra los males sociales y vivir en paz. Pero no lo dejan, le imponen un modelo económico, lo oprimen políticamente, lo reprimen, le declaran la guerra con toda la fuerza del Estado'', dice, al tiempo que acusa al gobierno de militarizar la mayor parte del país para imponer una paz que permita mantener el sometimiento del pueblo en beneficio de unos cuantos.

Al hacer un balance, el EPR destaca que ha planteado públicamente sus propuestas y objetivos políticos a través de un Programa Político y Proyecto de País y agrega que ha conformado el Partido Democrático Popular Revolucionario, que, asegura, recoge la aspiración de una parte del pueblo, con la conciencia de que ``es el conjunto de las formas de lucha y la participación de todos, lo que permitirá lograr los cambios que la nación demanda''.