Prioritario, elevar el nivel académico: el rector de la Ibero
Al rendir su primer informe de actividades, el rector de la Universidad Iberoamericana, Enrique González Torres, señaló ayer que en esta casa de estudios, como en toda institución humana, los cambios son necesarios; ``se tienen que hacer no sólo para crecer, sino a veces para subsistir'', puntualizó.
Ante profesores, directores e invitados especiales, entre ellos el cardenal Ernesto Corripio Ahumada y el empresario Lorenzo Servitje, agregó que ha comenzado un proceso para devolver a las células básicas de la Universidad (departamentos y centros) las decisiones académicas, ``sin rehuir la obligación de asegurar que se sigan las (seis) orientaciones básicas'' que recomendó el Senado.
Ellas son: elevar el nivel académico como actividad prioritaria para la Universidad; recuperar la colegialidad; que la institución cuente con un diagnóstico de fortalezas y debilidades y un plan estratégico capaz de permear todas sus áreas; reforzar la investigación y el posgrado; impulsar el modelo pedagógico ignaciano y la reflexión ética, y evaluar la forma en que lo administrativo sirva a lo académico.
Precisó: informo, no de lo terminado, sino de un proceso en el que todos ``estamos y que como rector tengo la obligación de conducir''.
Para cumplir con las dos primeras recomendaciones, dijo, se dio a las células de la Universidad la posibilidad de tomar decisiones académicas; se incrementó el presupuesto para el área --en 1996 se asignaron 60 millones de pesos y 92 en 1997, sin considerar los sueldos de los profesores--; se elabora un sistema para evaluar los procesos educativos y se establecerá una oficina para hacer una buena selección de los alumnos.
Además, se modificó el Estatuto Orgánico para clarificar las funciones y obligaciones y el quehacer de directores académicos, colegios de académicos y consejos técnicos.
En sesión del Senado de la Universidad, el rector se refirió a la tercera recomendación. Dijo que un grupo de 22 personas --directores, académicos, asesores especializados-- se han dado a la tarea de profundizar en el conocimiento de las debilidades y las fortalezas de esa casa de estudios y el Consejo Universitario abrió un espacio de reflexión sobre el tema. Se espera que durante el próximo semestre concluya el proceso.
Para fortalecer la investigación y el posgrado, la cuarta recomendación, dijo que es necesario consolidar una estructura de organización académica que permita operar con fluidez los grandes propósitos que se delineen en esa área. Por ello, informó que se volvió a establecer la Dirección Adjunta de Investigación y Posgrado y se crearon tres nuevas direcciones para dar apoyo a la Universidad en diferentes rubros.
Ellas son la Dirección de Estudios Educativo-Universitarios, la de Estudios sobre Derechos Humanos y la de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable. El rector señaló además que en el presente año se asignaron 5 millones de pesos adicionales para el desarrollo de la investigación.
Durante su breve y conciso informe de 19 cuartillas, González Torres se refirió a la recomendación de impulsar el modelo pedagógico ignaciano, lo que incluye el asunto de la formación y la vivencia de los valores cristianos en la estructura de la Universidad. Sobre el punto, destacó que la riqueza que la institución posee en este terreno es inmensa y significativa, pues promueve entre alumnos y profesores un acercamiento a los ejercicios espirituales.
Sobre la recomendación de hacer que lo administrativo sirva a la academia, puntualizó que tal propósito no deja de tener grandes dificultades, pues ``al quererlo implantar generalmente se cimbran costumbres y hasta intereses y casi cualquier medida tomada al respecto puede ser fuente de malentendidos''.
Mas, no afrontarlo sería arriesgarse al deterioro de la calidad y al cultivo de insatisfacciones aún mayores, subrayó, y dio a conocer que se cambió al administrador general, a los auditores externos y se nombró un auditor interno y un nuevo contralor. Además, se realizó el análisis del estado real de las finanzas universitarias; se incrementaron los sueldos en 22 por ciento, mismo porcentaje en que se elevaron las colegiaturas.
Para terminar su informe, González Torres dijo que, a pesar de las dificultades, trabajar o estudiar en la Iberoamericana sigue siendo un privilegio. (Georgina Saldierna V.)