La Jornada 28 de junio de 1997

Identifican ``focos'' de inconformidad policiaca en Brasil; el ejército, en alerta

Ansa, Efe, Reuter, Dpa y Ap, Brasilia, 27 de junio Ť Las fuerzas especiales del ejército de Brasil están en alerta después de que el gobierno identificó focos de insatisfacción entre los policías del Distrito Federal, y de otros cuatro estados, y movilizaciones del sector en otros tres.

Aunque la alerta militar no ha sido comunicada oficialmente, el diario Folha de Sao Paulo informó este viernes que el batallón de fuerzas especiales de Río de Janeiro podría actuar en cualquier parte del país.

La policía militar de Minas Gerais puso fin anoche a una movilización por demandas salariales que comenzó el 23 de junio, al conseguir un importante aumento en sus percepciones del 48 por ciento, por lo cual su salario se elevará a 600 dólares mensuales a partir del primero de julio.

El gobierno identificó, no obstante, ``focos de insatisfacción en la policía militar'' de Sao Paulo, Río de Janeiro, Pará y Ceará, y movilizaciones del sector en Paraiba, Espíritu Santo y Bahía. El ministro del ejército, general Zenildo Lucena, admitió que existe el riesgo de que otras policías militares del país se movilicen en demanda de aumento salarial.

Lucena reconoció que los policías tienen salarios muy bajos, pero advirtió que las negociaciones deben ser pacíficas, y defendió la intervención del ejército en caso de que se produzcan protestas semejantes en otros puntos del país.

El portavoz presidencial, Sergio Amaral, expresó el temor del gobierno de que lo sucedido en Minas Gerais provoque un efecto dominó, y añadió que toda manifestación de violencia viola normas que rigen en los cuerpos militares.

Amaral advirtió que el gobierno espera que la policía militar formule sus reivindicaciones salariales dentro de lo que le está permitido, tras recordar que en cada estado, la institución depende de la gober- nación respectiva, por lo que cada gobernador tiene que encaminar la cuestión.

En declaraciones al diario O'Globo, el presidente del club de oficiales de la policía militar de Río de Janeiro, coronel retirado Iván Bastos, indicó que el ejemplo de Minas Gerais despertó la conciencia en otros policías de que deben luchar por mejores salarios. Aunque admitió que la rebelión mermó principios militares de jerarquía y disciplina a los que está some- tida la policía militar, Bastos dijo que la población policial está cansada de ser sometida a tanto riegos y ganar tan mal.

El gobernador de Minas Gerais, Eduardo Azeredo, afirmó anoche que la ``paz había llegado al estado'', tras anunciar el acuerdo con los líderes huelguistas. El ejército, que desde hacía dos días cuidaba del palacio de gobierno, ya tenía todo preparado para asumir la seguridad pública a partir de hoy.

En tanto, el presidente Fernando Henrique Cardoso --cuya popularidad volvió a bajar de acuerdo con el último sondeo-- lanzó otra ofensiva para la aprobación en el Congreso de los proyectos de reforma administrativa y previsional que, según el gobierno, son esenciales para evitar el fracaso del Plan Real. Cardoso convocó al Congreso a sesionar entre los días primero y 25 de julio, tras lo cual se cumplirá el receso regular de invierno, para votar las reformas y las leyes que regularán la apertura al capital privado de los sectores petrolero y telecomunicaciones.

De acuerdo con el Instituto Datafolha de opinión pública, la proporción de brasileños que califican al gobierno de Cardoso de excelente o bueno bajó en junio a 39 por ciento frente a 47 registrado en diciembre anterior y a 42 por ciento de mayo último.

Un 42 por ciento de los entrevistados consideró regular la gestión del mandatario, mientras un 16 la calificó de mala o pésima.

En cuanto al Plan Real, tiene todavía el apoyo de los brasileños, con el 74 por ciento, y sigue siendo la principal carta de Cardoso en su proyecto de disputar la reelección en los comicios de octubre de 1998.