La Jornada 22 de junio de 1997

Obispos Ruiz y Vera: se buscaría legitimar una salida militar en Chiapas

Oscar Camacho Guzmán Ť Los obispos Samuel Ruiz y Raúl Vera López denunciaron ayer la existencia de una ``nueva oleada de ataques'' en contra de la diócesis de San Cristóbal y la ubicaron como parte de la ``bien orquestada campaña'' que desde 1994 mantienen el gobierno federal, el Ejército y el PRI contra ella, con el fin de hacerla aparecer como causante del conflicto en Chiapas, minar su autoridad moral y señalarla como un estorbo en el proceso de pacificación en aquella entidad.

La denuncia de los obispos fue hecha en una conferencia de prensa en la ciudad de México y está asentada en un amplio documento que alerta sobre la posibilidad de que el gobierno esté buscando legitimar una salida militar de ``masacre y genocidio en contra del pueblo chiapaneco''.

En el texto se detalla que entre 1994 y 1997 la diócesis de San Cristóbal ha sido objeto de 97 actos de difamación y/o agresión de autoridades que van desde el Presidente Ernesto Zedillo, el Ejército federal, funcionarios municipales, estatales y de Gobernación, grupos armados como Los Chinchulines o bien dirigentes del PRI.

Los obispos indican que todas estas agresiones y/o difamaciones han generado ``un ambiente de linchamiento que pone en riesgo continuo nuestras vidas y obstaculiza nuestro trabajo de evangelización, reconciliación y promoción humana'', lo cual señalan no sólo como un acto de persecución a la diócesis de San Cristóbal, sino ``a la Iglesia católica en México''.

Samuel Ruiz, objetivo principal de las acusaciones falsas

En la rueda de prensa --realizada al mismo tiempo en que llegaba a México el nuevo nuncio apostólico-- estuvieron además de Samuel Ruiz y Raúl Vera López, Alberto Athié, secretario de la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia del Episcopado de México, así como el poeta y miembro de la Conai Juan Bañuelos, quien calificó a la crisis actual en contra de la diócesis de San Cristóbal como ``la más grave de estos últimos años''.

En la primera parte del documento se indica que después de la visita del presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y de la Comisión Episcopal para la Paz en el estado de Chiapas, la diócesis de San Cristóbal ``está viviendo una nueva oledada de ataques a su trabajo pastoral''.

Se afirma que ``estos ataques no son nuevos'', pero lo que ahora sorprende ``es la insistencia en acusaciones evidentemente falsas como son las dirigidas contra Samuel Ruiz, señalado como causante de la violencia y la inestabilidad política y social que vive el estado, así como de distribuir armas, de dirigir la insurrección y de toda acción desestabilizadora''.

Asimismo, denuncian que ``ataques similares'' se han hecho contra el obispo coadjutor, Raúl Vera López, y contra los agentes de pastoral ``que ejercemos la acción evangelizadora en las distintas parroquias y misiones, así como las y los catequistas, los prediáconos y diáconos, exponiéndonos a falsos señalamientos, agresiones, amenazas de muerte y procesos jurídicos injustos que llegan hasta la privación ilegal de la libertad''.

En su parte media, el texto señala que esto ``no se trata de hechos aislados, sino de una bien orquestada campaña en contra de nuestra diócesis'' y que el objetivo de la misma es ``desacreditarla (a la diócesis), minar su autoridad moral, acallar una voz crítica que incomoda a los poderes establecidos y que pone en evidencia las contradicciones entre el discurso oficial y sus acciones reales''.

Temen que sea el preludio de golpes fuertes contra indígenas y campesinos

De igual forma, expresan su preocupación por el hecho de que en otras ocasiones el aumento de esta clase de ataques ha sido el preludio de golpes fuertes en contra del pueblo pobre, indígenas y campesinos.

``La lógica de esta actuación de las autoridades civiles y militares nos demuestra que lamentablemente no se está buscando una salida política, como se pregona, sino que más bien se van ejerciendo acciones de fuerza y dejándolas en la impunidad, propiciando con ello que llegue a darse una situación irreversible en la que ya no se logre frenarlas y se trate de legitimar así una solución militar''.

En conclusión: ``creemos que tratan de desacreditar una instancia que puede significar un freno a una acción de masacre y genocidio en contra del pueblo chiapaneco''.

Por último, hacen un exhorto para que ``ante la campaña de silenciamiento de los graves hechos que se viven en Chiapas, o su tergiversación, la sociedad civil tome iniciativas para difundir información verdadera y denunciar el proyexcto de muerte de quienes a toda costa quieren mantener sus privilegios. Asimismo, invitan a manifestar un eficaz apoyo y solidaridad a la diócesis de San Cristóbal y a su proyecto pastoral''.