El SIN tendrá aquí cinco oficiales más
Jim Cason, corresponsal, Washington, 19 de junio Ť El Servicio de Inmigración y Naturalización (SIN) enviará cinco oficiales más a México como parte de una nueva iniciativa de Alcance Global para combatir el contrabando de inmigrantes, anunció hoy la comisionada Doris Meissner.
``El contrabando de inmigrantes es un negocio global sin piedad'', afirmó la comisionada del SIN al inaugurar el nuevo programa que incluye la instalación de 13 nuevas oficinas en el exterior y el envío de un total de 45 agentes más en otros países.
El SIN ya cuenta con 18 agentes y analistas de inteligencia trabajando en cuatro ciudades mexicanas y el director de la Oficina del SIN en México, Greg Smith, dijo que los cinco agentes adicionales serán asignados a estas dependencias.
Las nuevas oficinas en América Latina fueron abiertas en San Salvador, Guatemala, Kingston, Lima, Panamá, Puerto Príncipe y Quito-Guayaquil.
También fueron creadas dos oficinas en China y una en Japón, así como en Copenhague y Johannesburgo; el operativo, que ya costó 8.2 millones de dólares, duplica los recursos del SIN en el extranjero.
El SIN ya disponía de otras 22 oficinas en el mundo y Alcance Global es una ampliación de la estrategia del gobierno de Clinton para combatir la inmigración ilegal ``mediante un nuevo énfasis en la disuasión, tanto en la frontera suroeste como en las de ultramar'', indicó Meissner.
En 1995 el presidente Clinton ordenó al SIN y al Departamento de Estado organizar un grupo de trabajo interagencia compuesto con representantes de esas dos dependencias y que la DEA, el FBI, Aduanas, la CIA y otras agencias se unieran para ampliar su cooperación en el combate del contrabando de migrantes, recordó Meissner.
Los funcionarios que hoy comentaron estas iniciativas subrayaron que el papel del SIN en México es ofrecer capacitación para fuerzas de seguridad pública y funcionarios de aerolíneas, así como para mejorar la coordinación y cooperación, además de generar información y para ayudar a tratar de lograr procesos legales exitosos contra los contrabandistas en Estados Unidos.
Smith, quien supervisa todas las operaciones del SIN en América Latina y el Caribe desde su oficina en la ciudad de México, añadió que sus agentes no llevan a cabo arrestos o se involucran en funciones de seguridad pública.
Como parte de esta campaña para mejorar la cooperación entre Estados Unidos y México, Smith alabó la acción del gobierno mexicano al aprobar nuevas leyes que incrementan las penas a los acusados de contrabando de migrantes a Estados Unidos o a México.
``Incrementaron la pena a un mínimo de dos años de cárcel y una sentencia promedio de seis años --informó--. El impacto de esto es que los contrabandistas de migrantes ya no salen libres bajo fianza y eso es un cambio muy dramático''.
Aunque en privado los funcionarios reconocieron que ambos países frecuentemente están en desacuerdo sobre cómo abordar temas de inmigración, Meissner sugirió este jueves que el fenómeno de contrabandistas profesionales de migrantes se admite ahora como un problema mutuo.
``Nosotros reconocemos y los mexicanos reconocen que el trafico (de inmigrantes) es peligroso, genera una serie de problemas tanto desde la perspectiva de los derechos humanos como de la corrupción minando las instituciones'', añadió.
``Se reconoce de forma creciente que las organizaciones criminales transnacionales están violando la soberanía de cada país'', agregó el subsecretario asistente de Estado, Jonathan Winer, y explicó que aunque tradicionalmente los países de América Latina han presentado sus preocupaciones sobre temas de soberanía con Estados Uni- dos, durante estos últimos años esas mismas naciones han reconocido que las redes de funcionarios corruptos, redes de empresarios que trafican con documentos falsos, están minando a sus países.
``Los funcionarios corruptos, por definición, se convierten en una fuente de inestabilidad'', sostuvo.
Los representantes del SIN trataron de señalar con cuidado que su único enfoque era cómo enfrentar el tráfico de mano de obra inmigrante, y en respuesta a preguntas de la prensa, Greg Smith dijo que aunque existe evidencia anecdótica que sugiere la existencia de vínculos entre contrabandistas de migrantes y narcotraficantes, no existía suficiente evidencia para indicar un patrón.
Smith también insistió en que aunque el SIN trabaja con otras agencias de seguridad pública, como la DEA y el Tesoro, su organización no persigue a narcotraficantes y otros criminales transnacionales. ``No somos hombres de la ley globales'', dijo.