El proselitismo en unidades habitacionales castrenses quedó descartado
Alberto Nájar Ť A 16 días de las elecciones quedó cancelada la posibilidad de que los partidos políticos realicen campañas en unidades habitacionales del Ejército, pues la Secretaría de la Defensa Nacional no otorgó permiso a los candidatos para efectuar labores de proselitismo. En estas áreas existen 20 mil 556 electores registrados.
El Partido Acción Nacional presentó por lo menos diez solicitudes para que sus candidatos entregaran propaganda o se reunieran con los militares y sus familiares; el PRD hizo lo propio en cinco ocasiones. En ambos casos los resultados fueron negativos; esta situación se repitió con los abanderados de todos los partidos políticos.
Los militares tampoco permitieron que los representantes de partidos verificaran la lista nominal de las secciones ubicadas en sus instalaciones, aunque sí autorizaron el ingreso de personal del Instituto Federal Electoral (IFE) para credencializar a los ciudadanos empadronados y capacitar a quienes resultaron insaculados como funcionarios de casilla.
De acuerdo con el vocal presidente de la Junta Local del IFE, Manuel González Oropeza, impedir la visita de los candidatos en las instalaciones y unidades habitacionales del Ejército no afectará el proceso electoral, pues ``la campaña es más que entrar en los lugares de uso común de alguna unidad habitacional; la propaganda llega a los militares a través de todos los medios de comunicación''.
El ingreso en una unidad habitacional, indicó, ``es una estrategia más, pero creo que no es la más importante ni la estrictamente necesaria para que los militares voten por uno u otro partido''. En todo caso, dijo, la Sedena tiene derecho a negar el acceso a sus instalaciones, pues ``se trata de propiedad privada''.
De acuerdo con informes de la Coordinación General Técnica del Registro Federal de Electores, las instalaciones castrenses del Distrito Federal se ubican en los distritos electorales 10, 17 y 30 federales, en las delegaciones Azcapotzalco, Miguel Hidalgo, Cuajimalpa, Venustiano Carranza, Cuauhtémoc, Alvaro Obregón, Coyoacán y Tlalpan, donde existen 27 secciones consideradas atípicas.
Incluyen destacamentos como el Campo Militar 1 F, el cuartel general de Guardias Presidenciales, Palacio Nacional, el Hospital Central Militar, la Escuela Militar de Odontología, la residencia oficial de Los Pinos, el campo deportivo del Estado Mayor Presidencial y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, así como destacamentos de caballería y mantenimiento, compañías de infantería, de fusileros paracaidistas, sanidad y transportes pesados junto con el Colegio Militar en Tlalpan, donde en 1996 había mil 600 empadronados y este año el número aumentó a 4 mil 100.
En total el número de votos potenciales asciende a 20 mil 556, cantidad que de acuerdo con los partidos políticos podría determinar el resultado en los distritos donde se ubican las zonas castrenses.
Empero, el representante del PRD ante el IFE, Javier González, reconoce que no existen evidencias de que se coaccione a los militares a votar por determinado partido político, aunque lo cierto es que definitivamente sí afecta a la campaña ``porque no se realiza en forma libre''.
De hecho, desde principios de mayo los partidos presentaron una queja ante la Junta Local del IFE, pero no progresó. Incluso González Oropeza afirmó que no se han realizado gestiones al respecto.
Para la jornada electoral las casillas se instalarán a cien metros de la entrada de las instalaciones militares, y en el caso de las unidades habitacionales se autorizó que se ubiquen en el interior, aunque en este punto no existe acuerdo pues los partidos alegan que no hay garantías de que sus representantes no serán coaccionados.
En el caso de los funcionarios de casilla, la única condición que puso el Ejército fue que no se seleccionara a personal de mando.