Aplazaron en Phoenix la ejecución de un mexicano
Emilse Valencia, corresponsal, Phoenix, Arizona, 19 de junio Ť La pena de muerte que pesa sobre Ramón Martínez Villarreal no se materializará este sábado 21 de junio. Los abogados del consulado mexicano que defienden la causa del connacional, acusado de dos homicidios, lograron interponer cuatro recursos de apelación -dos en el ámbito estatal y dos en el federal-, que permitirán prorrogar la pena por tiempo indefinido.
El alegato de los abogados José Cárdenas y Rebeca Story se refiere a que el intento de ejecutar al mexicano por el método de inyección letal, viola convenciones internacionales y se contrapone a la Constitución de Estados Unidos, que rechaza cortar la vida a una persona con retraso mental.
En 1982, Martínez Villarreal -oriundo de Durango- intentó robar una vivienda en el poblado de Patagonia, Arizona. En esa ocasión, según las pruebas de la fiscalía, el mexicano mató al propietario del inmueble, James Thomas McGrew, y a su empleado de origen latino, Fernando Estrada Bibichi.
Un año después, el connacional fue hallado culpable del doble homicidio. Pero se encontró que padecía un importante retraso mental. El cónsul de México en Phoenix, Luis Cabrera, explicó en entrevista telefónica la situación de Martínez Villarreal:
``Prevemos que en los próximos días las cortes nos harán alguna notificación y, aunque no es bueno hacer pronósticos, esperamos que, dadas las particularidades del caso de Villarreal, la justicia prevalezca y no se ejecute a una persona que tiene retraso mental y tuvo una defensa inadecuada.
``Tiene coeficiente intelectual de 64, lo que lo coloca en un nivel de avanzado retraso mental y a su edad, 53 años, más los 14 que lleva en prisión, su estado se ha deteriorado, por lo que no es consciente de la pena que le espera'', explicó el representante diplomático, quien aseguró que aún no han informado a Martínez Villarreal, preso en Florence, Arizona, de la ejecución de Irineo Tristán Montoya.
Cuando Cabrera habla de una defensa inadecuada, se refiere a que los primeros abogados de Martínez Villarreal ``no explotaron'' en el momento del juicio, en 1994, la improcedencia de la pena capital para alguien con su nivel de retraso mental, por lo que fue hasta este año cuando los defensores del consulado tomaron el caso.
Entonces, la defensa recomendó al gobernador de Arizona, Fyfe Symington, y a la Junta de Clemencia del estado que reconsideraran el caso. Dicha junta está integrada por seis miembros y cinco han votado a favor de los dos aplazamientos que ha tenido la ejecución, en abril y mayo.
En mayo, la defensa logró que la Corte de Apelación del Noveno Circuito del estado aplazara la ejecución que estaba programada para el día 21 del mismo mes. Ayer, la misma consiguió interponer cuatro recursos de apelación -dos a nivel estatal y dos en el federal-, con lo que la ejecución se prorroga indefinidamente.
Existen 34 mexicanos sentenciados a pena de muerte y cada caso tiene sus particularidades. E l cónsul Cabrera aseguró que todas las representaciones diplomáticas de México en ese país están haciendo su mayor esfuerzo para que no se ``atente contra los más elementales derechos humanos'', y mostró optimismo por la carta que envió la Secretaría de Relaciones Exteriores, exigiendo respeto a las convenciones internacionales, pues aunque en el caso de Tristán Montoya no funcionó, espera que de ahora en adelante ``la justicia estadunidense prevalezca sobre la irracionalidad''.