La Jornada 19 de junio de 1997

López Obrador: priístas y panistas, por una democracia ``para los de arriba'' Con ambos, CSG buscaba ``alternancia al estilo americano''

David Carrizales, corresponsal, San Nicolás de los Garza, NL, 18 de junio Ť El Revolucionario Institucional y Acción Nacional son dos partidos salinistas que defienden los mismos intereses, y de ganar cualquiera de ellos las elecciones del próximo 6 de julio seguirá el mismo patrón salinista de hacer política y de manejar la economía, pues ambos pugnan ``por una democracia para los de arriba'', aseveró el dirigente nacional perredista Andrés Manuel López Obrador, quien agregó que el cambio definitivo es el que representa el PRD, ``no el gatopardismo panista que quiere llegar al poder para que las cosas sigan igual''.

Ante unos 300 militantes que acudieron a un acto de campaña de Rubén Mario Garza --candidato de la Coalición Democrática a la alcaldía de San Nicolás de los Garza--, López Obrador dijo que no existen diferencias de fondo entre el PRI y el PAN, por lo cual el pueblo debe votar por una opción que conduzca al país hacia un sistema verdaderamente democrático, ``no simulado como el que quería Carlos Salinas''.

El ex presidente, hoy exiliado en Dublín, dijo el dirigente perredista, pretendía una alternancia PRI y PAN al estilo estadunidense, a la medida de los claros intereses de las minorías privilegiadas. Sólo ``que su proyecto no le funcionó porque no contaba con el resurgimiento de nuestro partido, que está avanzando en todo el país'', pese a que en el anterior periodo sexenal se le quiso aniquilar.

Agregó que Carlos Salinas tiene mucho temor por este avance, y por eso quiere regresar a México. ``Le está vendiendo la idea a los de arriba, que solamente él puede parar al PRD, a sus líderes y al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas; pero se equivoca Salinas porque al movimiento democrático nacional ya no lo para nadie'', aseveró.

López Obrador dijo que su partido es el que tiene más autoridad moral porque fue el único que se enfrentó a Salinas.

El PRI y el PAN, agregó, defienden un mismo proyecto, el del ex presidente Salinas, pues no obstante los grandes recursos naturales y humanos de México, que tiene todo para ser un país rico, resulta que somos un pueblo pobre y lo mismo ocurre en San Nicolás (gobernado por el PAN desde hace seis años), que ocupa el quinto lugar a nivel nacional entre los municipios industrializados pero con un pueblo empobrecido.

De los contrincantes del PRD en la lucha por la gubernatura de Nuevo León, López Obrador aseguró que el candidato del PAN, Fernando Canales Clariond, llegó a decir, allá por 1992, que Carlos Salinas era un demócrata, y el candidato del PRI, José Natividad González Parás, ``es un salinista puro, un trepador, una gente que siempre se ha desempeñado en cargos públicos y burocráticos porque es partidario de la doctrina del sí señor''.

Debate con Calderón, sólo si está el dueño de la casa

Posteriormente López Obrador reiteró, en entrevista, que está dispuesto a debatir con Felipe Calderón Hinojosa, ``pero sólo si está presente también el dueño de la casa, Humberto Roque Villanueva''.

Señaló que, por razones obvias, espera que acuda Roque Villanueva, pues hay una alianza estratégica entre priístas y panistas. Y aseveró que el pueblo ya es mayor de edad y está muy consciente de su realidad. ``Yo les diría a los ciudadanos que cuando vayan a votar se acuerden que Salinas es del PRI y del PAN''.

Asimismo, dijo que el voto del miedo ya no funciona, debido a que, efectivamente, la gente tiene miedo, ``pero de que gane otra vez el PRI, y en el caso de Nuevo León, también el PAN''.

Consideró que el avance del PRD propiciará una intensificación de la guerra sucia en contra de su partido durante los días que restan para las elecciones, pero afirmó que esto no menguará sus posibilidades de triunfo.

Más tarde, en Monterrey, durante una reunión con candidatos a diputados, alcaldes y la aspirante a la gubernatura, Liliana Flores Benavides, López Obrador destacó la importancia de luchar por ganar la mayoría en la Cámara de Diputados, ya que el riesgo de perder el control de la próxima Legislatura es lo que causó que los priístas estén desesperados y nerviosos, porque esa mayoría les ha dado impunidad y ha permitido al Presidente que sus ``levantadedos'' aprueben iniciativas sin siquiera leerlas, y lo más grave, a pesar de que muchas veces han sido leyes contrarias al interés del pueblo.