La Jornada 18 de junio de 1997

INVARIABLE RESPETO A LA AUTONOMIA SINDICAL: ZEDILLO

Elena Gallegos y Fabiola Martínez Ť La CROC convirtió su encuentro con el presidente Ernesto Zedillo en un acto de proselitismo a favor del PRI. En voz de uno de los miembros de su dirigencia, lanzó duros calificativos en contra de PAN y PRD. A los militantes de este último partido los llamó ``traidores, renegados y desertores''. Al tomar la palabra, Zedillo dijo a los croquistas que los mexicanos pueden tomar el futuro en sus manos, pero que eso depende de que ``mantengamos el rumbo, el esfuerzo y nuestra alianza histórica''.

México --les dijo-- sólo se construye con hechos. Los arengó: ``Ni un paso atrás, hombro con hombro defendamos nuestro futuro y luchemos por el país que merecen nuestros hijos''.

En un acto realizado en el Palacio de los Deportes, en el que los croquistas lo mismo aseguraron que trabajan para garantizar la mayoría priísta en la Cámara de Diputados que lanzaron, indistintamente, vítores y silbatinas --cualquiera podía ser el destinatario--, el Presidente confió en que los trabajadores se la seguirán jugando por México y reiteró que su gobierno continuará siendo respetuoso de la autonomía sindical y mantendrá el diálogo con las organizaciones.

Aunque el lunes pasado los miembros de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos --lidereada desde hace 16 años por Alberto Juárez Blancas-- habían sesionado en once mesas de trabajo, fue hasta ayer por la mañana cuando formalmente el jefe del Ejecutivo inauguró su 43 Consejo Nacional Ordinario.

Como preámbulo, por los altavoces se reprodujeron los discursos de los delegados de las federaciones y sindicatos afiliados a esa central --dicen que 4.5 millones de trabajadores conforman sus bases--, en las que se juró lealtad eterna al líder: ``¡Con Juárez Blancas, nuestro único guía, estaremos hoy, mañana y... siempre!''.

Después, entre el estruendo de las matracas y las cornetas, los croquistas fueron invitados a recibir al ``señor Presidente con mucho afecto porque es amigo de los trabajadores, pero sobre todo con mucha solidaridad''. Así lo hicieron. Un alboroto enmarcó su entrada al recinto. Lo mismo aplaudieron que silbaron. Aquello derivó en desorden. En cada uno de los sectores se multiplicaban los gritos y las silbatinas.

Por eso, elementos de seguridad trataron de calmar a un grupo que se colocó a la derecha del presidium, exactamente bajo un banderín en el que podía leerse: ``Federación Obrera Sindicalista (FOS)'', pero lo único que lograron fue exacerbar aún más los ánimos y la gente ahí reunida arreció las silbatinas.

Los panistas son ``antiobreros''; el PRD ``desestabiliza'' al país

A nombre de la CROC, habló el diputado priísta Jorge René Sánchez Juárez, quien funge como secretario de Asuntos Económicos. Dijo a Zedillo que están convencidos que sólo con el PRI, ``los trabajadores tenemos garantizados nuestros derechos, consagrados en las leyes''. Por eso, le aseguró que ellos trabajan para que ese partido mantenga su mayoría en el Congreso.

Fue más allá. Señaló que conocen el verdadero rostro de la derecha representada por Acción Nacional, que con sus proyectos de ley pretende destruir las conquistas de los trabajadores.

En torno a los perredistas, además de tildarlos de ``traidores'' porque abandonaron el PRI, los acusó de ``desestabilizar'' al país con pronunciamientos populistas que en el pasado tuvieron un alto costo y que luchan por conservar privilegios a través del chantaje político, tomando como escudo a la sociedad.

Lo que es peor, según Sánchez Juárez, es que panistas y perredistas se declaren en contra del Presidente ``porque manifiesta su filiación política y porque apoya al partido que lo llevó al gobierno y del cual es orgulloso militante''.

Cerró el tema con un: ``Se les olvida a esos extremistas que usted, señor Presidente, ganó las elecciones con 17 millones de votos y que el pueblo de México le dio de una manera histórica, razonada e inobjetable la legitimidad a su gobierno''.

Después elogió las políticas de la administración zedillista y, al final del discurso, pidió: mayor seguridad pública, severidad con los comerciantes abusivos, que se grave más al capital especulativo y una revisión a la ley del Infonavit porque los actuales sistemas de asignación no le permiten al trabajador de bajos ingresos obtener crédito para vivienda.

Por su parte, el presidente Zedillo reafirmó la alianza obreros-Estado. Les pidió, enfático: ``Díganles a sus compañeros que el Presidente es el primer aliado de los trabajadores'', a quienes llamó sus hermanos y aseguró que el lema de la CROC, puesto en grandes letras a espaldas del presidium, dice la verdad: ``La unidad, único camino''.

Insistió en su política económica con compromiso social y rostro humano. Les aseguró que se derrotará frontalmente a la pobreza que lacera a millones y los llamó a redoblar esfuerzos porque ``los mexicanos no sabemos bajar los brazos, no sabemos rendirnos, pero sí sabemos cómo salir adelante''.

Así, el presidente Zedillo inauguró el Consejo de la CROC, consejo que también formalmente se clausuró inmediatamente después de que el primer mandatario abandonó el Palacio de los Deportes. No hubo --como se prometía en el programa-- ni informe del líder Juárez Blancas ni resolutivos de las mesas de trabajo.

A los asistentes se les había ofrecido una rifa de electrodomésticos. Esa sí se efectuó, por eso aguantaron hasta el final. Alrededor de 100 de los asistentes se llevaron a sus casas desde televisores hasta licuadoras.