La Jornada 18 de junio de 1997

Aumentaron los abusos de militares mexicanos en 96 y principios de 97: AI

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 17 de junio Ť Amnistía Internacional (AI) informó hoy que las violaciones a los derechos humanos, incluyendo la tortura, por parte de los militares mexicanos se incrementaron durante 1996 y principios de 1997, y que los responsables de esas violaciones siguen impunes.

``En México... la tortura es extensa, muchas personas fueron ejecutadas extrajudicialmente y docenas `desaparecieron' después de ser detenidas por las fuerzas de seguridad'', sostuvo la organización internacional de derechos humanos.

Por otra parte, al presentar su informe anual, William Schulz, director de AI en Estados Unidos, dijo que a pesar de la evidencia de violaciones a los derechos humanos la administración Clinton trasladó ``sistemáticamente'' helicópteros Huey a las fuerzas armadas de México.

En las cuatro páginas dedicadas a México, AI asevera que el Ejército Mexicano ha llevado a cabo extensas violaciones a los derechos humanos en los estados de Guerrero, Oaxaca y Veracruz al perseguir al Ejército Popular Revolucionario. El informe detalla un caso particular ocurrido en julio del año pasado, cuando ocho campesinos fueron sujetos de golpizas, toques eléctricos y la semiasfixia por sus supuestos vínculos con el EPR. También incluye ejemplos pormenorizados de tortura a miembros de organizaciones campesinas y políticas.

``Muchas personas, incluyendo a activistas políticos, fueron ejecutadas extrajudicialmente por miembros de las fuerzas de seguridad y grupos paramilitares'', declara AI. ``La mayor parte de los responsables se benefició de la impunidad''. El grupo de derechos humanos también detalla ataques específicos a miembros del PRD y el asesinato de un militante de ese partido en Mexcaltepec, Guerrero, así como también los asesinatos de varios activistas campesinos y comunitarios.

El informe de AI señala igualmente que los soldados responsables de los asesinatos en Morelia y Ocosingo, Chiapas, en 1994, todavía no han sido judicialmente procesados. También condena el homicidio de un policía municipal en Papalotla, estado de México, por miembros del EPR en agosto de 1996.

AI, con sede en Londres, señala que cientos de personas han sido torturadas por las autoridades y que por lo menos tres víctimas han muerto como resultado de la tortura, incluyendo un menor de edad. ``Los juzgados continúan admitiendo como evidencia confesiones extraídas bajo tortura'', asegura. ``Los métodos de tortura incluyeron golpizas, la casi asfixia con bolsas de plástico y agua, la introducción de agua con pimienta en la nariz y los toques eléctricos''.

La Quina y el general Gallardo, presos de conciencia

En un documento por separado, también difundido hoy, AI sostiene que la ``tortura extensa'' continuó siendo practicada en México entre enero y abril de 1997.

El grupo mantiene su protesta por el encarcelamiento de personas por razones políticas y sin cargos o juicios, en particular menciona el caso de dos campesinos náhuatl arrestados en el estado de Morelos. También considera a Joaquín Hernández Galicia, La Quina, y al general José Francisco Gallardo como prisioneros de conciencia.

AI ha expresado su preocupación particular por los ataques y las amenazas a la integridad física de activistas de derechos humanos y hoy el grupo subrayó las amenazas al Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.

En tanto, al concluir la presentación de su informe anual esta mañana, William Schulz criticó específicamente la política hacia México del gobierno estadunidense. ``Cuando el presidente Clinton viajó recientemente a México para hablar de libre comercio y la guerra contra las drogas, no discutió públicamente la deteriorada situación de los derechos humanos en ese país, como las constantes amenazas, `desapariciones' y expulsiones'', indicó Schulz en una declaración ante el grupo de Derechos Humanos del Congreso estadunidense.