La Jornada 16 de junio de 1997

Otra vez dejaron fuera partidos la cuestión indígena, acusa el CNI

Martha García Ť Las propuestas políticas en las plataformas electorales de los cuatro partidos con representación en el Congreso de la Unión en esta jornada electoral --que culminará el 6 de julio-- son para el Congreso Nacional Indígena (CNI) ``meras declaraciones o apéndices, sin opciones elaboradas a partir de los reclamos de las organizaciones''.

La queja también se extiende a la falta de opciones dentro del sistema electoral para la postulación de candidatos indígenas en las fórmulas y normas tradicionales. Como esta exclusión, además son evidentes las intenciones de decidir por estos grupos en lugar de comprometerlos en los procesos de transformación, como lo han demandado.

El estilo que permea las propuestas partidistas resaltan en el ``se promoverá'', ``se legislará'', ``se hará''. Sí hay porqués generales pero ni cuándos, ni cómos, ni dóndes. En voz del abogado mixe, Adolfo Regino, el CNI subrayó que en este proceso electoral los partidos políticos dejan fuera, otra vez, la cuestión indígena.

Agregó que ``los candidatos a senadores y diputados se han mostrado indiferentes hacia los planteamientos de nuestros pueblos''. No obstante, la crítica más fuerte la sostuvo hacia la postura de los partidos en torno al débil apoyo a la propuesta de San Andrés y su concreción en una reforma constitucional.

Si bien las cuatro fuerzas políticas representadas en el Congreso reconocen las injusticias históricas, los tropiezos indigenistas y la subordinación social, económica, cultural y política de estos pueblos, ninguna expone de manera concisa las reformas legislativas necesarias para ejecutar la demanda de una nueva relación entre estos grupos y el Estado, planteó el CNI.

El Partido Acción Nacional (PAN) es indiferente a la problemática de los pueblos indígenas, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) promueve los cacicazgos y como partido en el poder mantiene el ejército en sus comunidades, y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) es inconsistente en sus propuestas, expuso Regino.

En los ofrecimientos políticos en las plataformas electorales en torno a recursos naturales, aspectos agrarios, educación, salud, migración, derechos políticos o desarrollo, ni se esbozan los reclamos plasmados en los Acuerdos de San Andrés, considerado el documento principal de las reivindicaciones indígenas sobre esos aspectos.

En materia de derechos y cultura indígenas, el PRD y el Partido del Trabajo (PT) son únicos al establecer en sus compromisos electorales el apoyo de sus legisladores electos al documento firmado entre el gobierno federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) con el que concluyó la primera mesa de negociación por la pacificación en Chiapas, en febrero de 1996.

Una revisión de las ofertas políticas de los cuatro partidos, permite observar que el PAN juzga necesario reformar los artículos cuarto y 115 de la Constitución. Sin embargo, en los cambios profundos propuestos sobre el artículo tercero, incluye el apartado de la educación indígena.

En tanto, el PRI plantea necesario restructurar las instituciones indigenistas, y no obstante que reconoce la autonomía indígena acota que deberá ser dentro del marco constitucional. Un interés especial muestra de recuperar para México su liderazgo en políticas indigenistas que alguna ocasión fue.

Preferencias electorales indígenas

A nivel nacional el Revolucionario Institucional se coloca como la primera fuerza electoral, seguido por los gobiernos elegidos por usos y costumbres. En el orden clásico del sistema de partidos, continúan el PRD y PAN en segundo y tercer lugar, respectivamente.

Colocación ésta de las preferencias de los votantes pertenecientes a alguno de los 56 grupos étnicos del país frente a unas plataformas electorales inacabadas e imprecisas para ese sector que constituye el 10 por ciento de la población mexicana, como reiteró el CNI.

A pesar de que PRI gobierna el 51.5 por ciento de los municipios indígenas del país, en su propuestas política de 1997-2000 sólo hace énfasis en reformar las instituciones indigenistas y, aunque asegura retomar las reivindicaciones actuales de los pueblos indios de México, carece de una propuesta para impulsar los Acuerdos de San Andrés Sacamch'en.

Mapa político de pueblos indígenas

Sobre el ``mapa político'' de las poblaciones indígenas, la investigadora del Grupo de Estudios y Análisis, Laura Ruiz Mondragón, precisó en entrevista que de 803 municipios indígenas a nivel nacional, el PRI gobierna 414 (51.5 por ciento); PRD, 65 (8), y PAN, 25 (3.1).

Mención especial hizo de las 282 (35.1 por ciento) jurisdicciones en Oaxaca cuyas autoridades fueron elegidas conforme a usos y costumbres, tal y como lo garantiza la Constitución estatal. Capítulo aparte son 17 municipios (2.1) con el renglón de ``otros'' en la forma de elección.

La presencia absoluta para el tricolor se centra en los municipios indígenas de Campeche, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Jalisco, México, Morelos, Nayarit, Querétaro, Quintana Roo y San Luis Potosí. En cambio, los perredistas tienen una mayor presencia en Chiapas, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Veracruz, apuntó la especialista.

De acuerdo con los indicadores socioeconómicos de los pueblos indígenas de México (Instituto Nacional Indigenista -INI-, 1993), su población ascendía a 9 millones 259 mil 856; los gobernados por priístas son 6 millones 588 mil 89; por perredistas, 933 mil 745; por panistas, 413 mil 447; por usos y costumbres, 890 mil 805, y por ``otros'', 433 mil 730.

Dentro de la demarcación electoral en todo el territorio, la socióloga detalló que de los 300 distritos, nueve son ``eminentemente indígenas'' concentrados en Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, Veracruz y Yucatán, de esos, seis son perredistas. Datos arrogados por la investigación de Ruiz Mondragón denominada Pueblos indios y participación política, apuntan que 263 de las áreas electorales tienen menos del 30 por ciento de población indígena; 28 cuentan de 30 a 69 por ciento de población indígena y nueve con más del 70 por ciento.

Este nutrido registro acerca de las preferencias electorales se basó en un ejercicio estadístico con estudios de Arnulfo Embriz, coautor con Ruiz Mondragón de los Indicadores socioeconómicos de los pueblos indígenas de México. Otros materiales consultados por la investigadora del Grupo de Estudios y Análisis, fueron los reportes electorales federales y estatales.

La socióloga consideró que este acercamiento cuantitativo es un primer paso para abordar otros aspectos de la conducta electoral de los pueblos indígenas. Tema distinto es la interpretación de los números y la geografía política en medio de las promesas de campaña, el proselitismo oficial denunciado, las políticas partidistas y el reflejo de las demandas de organizaciones indígenas en las propuestas electorales.