La Jornada 13 de junio de 1997

Para arrancar las Afore, asumirá el gobierno deuda por $1.3 billones

Roberto González Amador, Andrea Becerril, y la corresponsalía en Aguascalientes Ť El gobierno federal deberá asumir una deuda de 1.3 billones de pesos, 42 por ciento del producto interno bruto (PIB) de este año, para hacer frente a los gastos derivados del nuevo sistema de pensiones, estimó la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore).

El organismo, que agrupa a los directores de las 17 Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore) autorizadas por el gobierno, aseguró que el impacto de ese endeudamiento en el sector público --que se irá aplicando en el tiempo y no en un solo desembolso-- será menor al que se pagaría a la larga de mantener el actual sistema de pensiones, en el que los trabajadores en activo financian con sus cuotas a la seguridad social la jubilación de los que pasaron a retiro.

Mientras, Ricardo García Sainz, candidato a diputado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), aseguró en Aguascalientes que las aportaciones que hagan los trabajadores a las Afore se concentrarán en cuatro o cinco grupos financieros, y calculó que en 25 años esos recursos serán equivalentes a la mitad del PIB que genere el país.

García Sainz, ex director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), planteó la conveniencia de que en la próxima legislatura federal sea reformada la Ley del IMSS que creó las Afore y que entra en vigor el mes próximo.

El ex funcionario propuso que, en tanto se logra la reforma, los recursos que el gobierno aportará a las cuentas individuales de los trabajadores --que alcanzan 18 mil millones de pesos sólo entre julio y diciembre próximos-- se inviertan en el IMSS y con ello se devuelva estabilidad al sistema de seguridad social.

La Amafore expuso que las obligaciones para el gobierno derivadas de las reformas al sistema de pensiones alcanzan 0.85 por ciento del PIB de cada año durante las próximas siete décadas.

De acuerdo con el Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo (Pronafide), anunciado la semana pasada, el costo fiscal de los programas de seguridad social tendrá un impacto diferenciado sobre los ingresos fiscales (debido a que se dejarán de cobrar cuotas) y sobre el gasto público (ya que se seguirán pagando las pensiones).

El documento establece que los costos fiscales asociados con el programa de seguridad y los de saneamiento financiero y apoyo a deudores, ejercerán una presión sobre las finanzas públicas de un punto porcentual del PIB en 1997, pero para el periodo comprendido entre los años 1998 y 2000 la presión se acercará al 2 por ciento del PIB. El nuevo sistema de pensiones, dice, será autofinanciable cuando los recursos acumulados sean mayores a las pensiones del antiguo sistema.

Presiones al Banco de México

El senador por el Partido Acción Nacional (PAN), José Angel Conchello, denunció que por presiones de la banca internacional el gobierno está tratando de obligar al Banco de México a que cobre las mismas comisiones que las Afore por los servicios que prestará al recibir pensiones de los trabajadores en la cuenta concentradora.

Expuso que en los últimos meses los bancos extranjeros que habrán de manejar las pensiones han estado insistiendo en ese punto, y hace unos días se informó que el director de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), Fernando Solís Soberón, propuso a la Junta de Gobierno de ese organismo que se analizara el cobro de 1.44 por ciento del salario base a quienes decidan dejar sus fondos pensionarios en la cuenta concentradora del Banco de México.

Esto, precisó, viola la Ley del Sistema de Ahorro para el Retiro, ya que la Consar no tiene facultades para imponer condiciones al Banco de México porque éste disfruta de autonomía frente al gobierno entero, no sólo ante ese organismo ``subalterno de la banca''. De ahí que, añadió, el PAN haya propuesto crear un banco nacional de previsión social para que maneje esas cuentas cautivas, cuyas utilidades, ahora, sólo servirán para enriquecer a los banqueros de México y otros países.

Por otra parte, el candidato del PDM a la jefatura del gobierno capitalino, Baltazar Ignacio Valadez Montoya, se manifestó por empezar a trabajar un acuerdo entre corrientes políticas en contra de las Afore.

Es inadmisible señaló, dejar en las manos de los empresarios el futuro patrimonial de los trabajadores, por lo que independientemente de ideologías, es necesario refozar el apoyo a la seguridad social de los mexicanos. (Bertha Teresa Ramírez)